La ofensiva militar israelí sobre la franja de Gaza da paso a combates encarnizados, mientras tanto las bajas civiles no dejan de aumentar.
El domingo fue la jornada más sangrienta que conoció el ejército israelí desde la guerra del Líbano, en 2006. No menos de 13 soldados fueron abatidos durante los enfrentamientos con combatientes del Hamas en el barrio de Chajaya, en las afueras de la ciudad de Gaza, donde 70 palestinos encontraron la muerte. Este balance provocó una onda de choque. Los israelíes no esperaban pagar un precio en vidas tan elevado. Durante las dos operaciones precedentes realizadas en 2008 y 2012 en la franja de Gaza, 12 soldados habían caído en combate.
El balance de la ofensiva actual, que parece lejos de estar acabada, corre peligro de ser mucho más elevado. Benjamín Netanyahu por otra parte comenzó a preparar a la opinión pública. “Debemos ser fuertes durante una jornada tan dura, pero serlo también para los días del mismo tipo que aparentemente no dejarán de sobrevenir”, previno el primer ministro israelí.
Los responsables militares afirman que no están sorprendidos. Los combatientes de Hamas no dejan de hacerles frente. Continúan tirando cohetes e intentando infiltrarse por túneles en territorio israelí, a pesar de un bombardeo sistemático de la aviación, la marina, la artillería, los blindados y la infantería. “Se trata de una guerrilla. Aquellos que creían que el ejército israelí iba a desfilar en Gaza se equivocaron. Que se parecía a un videojuego cuando nuestra aviación ataca blancos marcados en un visor está terminado. Estamos en lo sucesivo en una guerra donde hay que matar o ser matado”, señala Alex Fishman, en el diario Yédiot Aharonot. Según él, los palestinos van a hacer de la batalla de Chajaya su "Stalingrado".
Refuerzos movilizados
A pesar de estos reveses, detrás, en un país donde cada hombre debe hacer tres años de servicio militar y dos años las mujeres, resiste. Ninguna de las familias de los soldados muertos expresó su oposición a la continuación de los combates. Al contrario. Como lo señala el comentador de la radio pública, la ofensiva terrestre lanzada el jueves pasado, dos días después del rechazo por Hamas de una proposición egipcia de alto el fuego, permitió descubrir una verdadera red de una decena “de túneles de ataque” que habrían permitido tarde o temprano a Hamas cometer atentados contra civiles en Israel.
El resultado: Moshé Yaalon, ministro de Defensa, anunció que los refuerzos iban a ser desplegados en la franja de Gaza. Varios ministros incluso endurecieron el tono frente a Hamas. Hasta ahora, el gobierno le había dado dos misiones al ejército: destruir la red de túneles e impedir los tiros de cohetes para devolver la calma a Israel. Ahora los ministros, entre ellos Gilad Erdan, miembro del gabinete de seguridad encargado de dar la luz verde a las operaciones militares, agitan en lo sucesivo la amenaza de una ocupación prolongada del norte de la franja de Gaza, de donde son lanzados la mayoría de los cohetes, hasta que los acuerdos sean concluidos sobre una "desmilitarización" de toda esta región. Una exigencia que Hamas, que ejerce un poder absoluto en la franja de Gaza desde 2007, no tiene ninguna chance de aceptar, excepto cometer un suicidio político.
http://analisis-global.blogspot.com.ar/2014/07/la-ofensiva-militar-israeli-sobre-gaza.html
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El domingo fue la jornada más sangrienta que conoció el ejército israelí desde la guerra del Líbano, en 2006. No menos de 13 soldados fueron abatidos durante los enfrentamientos con combatientes del Hamas en el barrio de Chajaya, en las afueras de la ciudad de Gaza, donde 70 palestinos encontraron la muerte. Este balance provocó una onda de choque. Los israelíes no esperaban pagar un precio en vidas tan elevado. Durante las dos operaciones precedentes realizadas en 2008 y 2012 en la franja de Gaza, 12 soldados habían caído en combate.
El balance de la ofensiva actual, que parece lejos de estar acabada, corre peligro de ser mucho más elevado. Benjamín Netanyahu por otra parte comenzó a preparar a la opinión pública. “Debemos ser fuertes durante una jornada tan dura, pero serlo también para los días del mismo tipo que aparentemente no dejarán de sobrevenir”, previno el primer ministro israelí.
Los responsables militares afirman que no están sorprendidos. Los combatientes de Hamas no dejan de hacerles frente. Continúan tirando cohetes e intentando infiltrarse por túneles en territorio israelí, a pesar de un bombardeo sistemático de la aviación, la marina, la artillería, los blindados y la infantería. “Se trata de una guerrilla. Aquellos que creían que el ejército israelí iba a desfilar en Gaza se equivocaron. Que se parecía a un videojuego cuando nuestra aviación ataca blancos marcados en un visor está terminado. Estamos en lo sucesivo en una guerra donde hay que matar o ser matado”, señala Alex Fishman, en el diario Yédiot Aharonot. Según él, los palestinos van a hacer de la batalla de Chajaya su "Stalingrado".
Refuerzos movilizados
A pesar de estos reveses, detrás, en un país donde cada hombre debe hacer tres años de servicio militar y dos años las mujeres, resiste. Ninguna de las familias de los soldados muertos expresó su oposición a la continuación de los combates. Al contrario. Como lo señala el comentador de la radio pública, la ofensiva terrestre lanzada el jueves pasado, dos días después del rechazo por Hamas de una proposición egipcia de alto el fuego, permitió descubrir una verdadera red de una decena “de túneles de ataque” que habrían permitido tarde o temprano a Hamas cometer atentados contra civiles en Israel.
El resultado: Moshé Yaalon, ministro de Defensa, anunció que los refuerzos iban a ser desplegados en la franja de Gaza. Varios ministros incluso endurecieron el tono frente a Hamas. Hasta ahora, el gobierno le había dado dos misiones al ejército: destruir la red de túneles e impedir los tiros de cohetes para devolver la calma a Israel. Ahora los ministros, entre ellos Gilad Erdan, miembro del gabinete de seguridad encargado de dar la luz verde a las operaciones militares, agitan en lo sucesivo la amenaza de una ocupación prolongada del norte de la franja de Gaza, de donde son lanzados la mayoría de los cohetes, hasta que los acuerdos sean concluidos sobre una "desmilitarización" de toda esta región. Una exigencia que Hamas, que ejerce un poder absoluto en la franja de Gaza desde 2007, no tiene ninguna chance de aceptar, excepto cometer un suicidio político.
http://analisis-global.blogspot.com.ar/2014/07/la-ofensiva-militar-israeli-sobre-gaza.html
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