Cristian Campos
@crpandemonium
Más allá de la batalla sobre la autoría de la masacre, algunas consideraciones periodísticas.
1. Hamás es un grupo terrorista y ningún medio serio debería considerarlos como fuente fiable. Israel es parte
interesada y puede mentir. Hamás miente por sistema.
2. El número de muertos oscila entre docenas y 500, según distintas fuentes. Pero es absolutamente imposible que Hamás conozca el número de muertos de una explosión así en sólo unos minutos cuando en países desarrollados se tarda horas, cuando no días, en dar cifras fiables. La cifra real no la sabe nadie ahora.
3. Entiendo la ansiedad por el clic y entiendo las ganas de que Israel sea el culpable de algo así, supongo que en el fondo los prejuicios son algo muy humano. Pero un poco de pausa evitaría tener que rectificar informaciones cuya única fuente es un grupo terrorista.
4. La realidad es que ahora mismo uno puede inclinarse por una opción u otra (yo lo he hecho y puedo equivocarme), pero ningún periodista español conoce a ciencia cierta la verdad sobre la masacre. Ninguno. Si mañana Israel reconoce que el misil era suyo, a rectificar tocan. Y si lo hacen Hamás o la Yihad, pues a envainársela el 90% de la profesión.
5. La realidad es que Hamás, sea o no el culpable de lo de hoy, instala lanzadores de misiles en edificios civiles y almacena material explosivo en escuelas y hospitales. Y eso es un crimen de guerra en sí mismo.
6. No sería la primera vez que un misil israelí cae donde no toca ni la primera en que un misil de los terroristas cae sobre los suyos (lo hacen aproximadamente en una de cada tres ocasiones).
7. La mejor definición del conflicto palestino-israelí sigue siendo la de Golda Meir: “La guerra acabará cuando los palestinos quieran más a sus hijos de lo que odian a los judíos”.