Barbanegra
Colaborador
Polonia desentierra a sus fantasmas
Destacados dirigentes del partido en el Gobierno, Ley y Justicia (PiS), han insistido en que el avión fue derribado por terroristas. Incluso culpan a Rusia y al entonces primer ministro polaco, Donald Tusk (que ahora es presidente del Consejo Europeo), de haber ocultado las verdaderas causas de la tragedia.
Polonia tiene desde hace un año un Gobierno conservador, como tantas veces, pero más nacionalista y euroescéptico que nunca. Con un 37,5% de los votos se ha erigido en adalid de los polacos que no se ven representados por los datos macroeconómicos que aseguran que la entrada de Polonia en la Unión Europea en 2004 fue un éxito para el país.
El trauma de la transición brusca al capitalismo ha vuelto a manifestarse, beneficiando a un partido que pese a ser muy de derechas ha lanzado ambiciosas políticas sociales como las pagas por la manutención de los hijos. Los polacos pueden estar dispuestos a perdonar que la primera ministra, Beata Szydlo, y el presidente del país, Andrzej Duda, hayan tratado de amarrar los movimientos de los jueces, limitar las libertades civiles, proscribir el aborto o amordazar a los medios.
El arzobispo de Cracovia, Stanislaw Dziwisz, ofició la repetida ceremonia a la que asistió la plana mayor del Gobierno y los familiares más cercanos, entre ellos el hermano gemelo de Lech Kaczynski, Jaroslaw, líder del partido gobernante y autor de esta revolución nacionalista en la sombra: algunos lo llaman el 'Trump polaco'. Sus diatribas contra los inmigrantes -a los que ha acusado de traer enfermedades- y su resquemor hacia alemanes, rusos y liberales en general han conseguido desorientar a la oposición, dividida y desgastada por políticos sin liderazgo.
Los cadáveres del presidente y su esposa vuelven a su sitio pero bajo una lápida nueva de mármol blanco que sustituye a la anterior, dañada en los trabajos de exhumación. Como si la historia se emborronase más cada vez que intenta escribirse de nuevo. Las encuestas dicen que la mayoría de los polacos estaba en contra de sacar al presidente de la tumba. Pero como señala el analista Adam Zamoyski, los gobernantes polacos "posan como defensores de la soberanía abusando de la Historia". La joven democracia polaca está poblada por partidos con escaso contenido, a los que les cuesta hacer valer sus diferencias. La Historia, envuelta en pendencias contemporáneas, se convierte en munición electoral.
Los liberales que fueron derrotados en las pasadas elecciones no se diferencian tanto en su programa. Pero abanderaron el sueño europeo como alternativa al pasado ligado a Moscú del que tantos quieren renegar. Sin embargo, las heridas polacas son transversales: ocupados y exterminados por los nazis y por los soviéticos, en Polonia no se olvida que Occidente dio por buenas "todas las versiones de Moscú sobre la II Guerra Mundial", recuerda Zamoyski. Los intelectuales europeos abrazaron el simbolismo heroico del Ejército rojo e ignoraron los dramas que los rusos hicieron padecer a los polacos. El amargo accidente aéreo que costó la vida al presidente polaco es un perfecto escenario para representar de nuevo -y esta vez combatir- la injusticia del mundo con Polonia: una Rusia mentirosa y una Europa encubridora.
Los primeros resultados de las autopsias confirman que las lesiones que provocaron la muerte del ex presidente son las características de una colisión aérea. Pero la sospecha por la investigación previa de los rusos y la reclamación de los restos del aparato mantienen vivos unos fantasmas del pasado que son los mejores custodios de un Gobierno en tiempos de incertidumbre global.
http://www.elmundo.es/internacional/2016/11/19/582f6e7de2704ea82b8b45c7.html