Lo de los Su-24 es una opción bastante lógica si miramos la situación de Rusia y Argentina.
Considérese que Rusia no "regala" aviones de primera línea, ni siquiera a sus aliados más firmes. El caso de Siria es bastante evidente. Mientras no haya dinero de por medio, no hay entregas. Y en estos momentos Rusia no tiene recursos para dar grandes créditos. Todo cash o con créditos externos. Además, los Su-34 son aviones caros y de tecnología restringida para la exportación. De hecho, se les excluyó de los acuerdos con los chinos. Su venta y exposición internacional no parece dentro de las intenciones rusas. Más aún, éstos están en pleno proceso de producción para el mercado local.
Por otra parte, Rusia (como todas las potencias) evalúa sus ventas militares como parte de sus relaciones exteriores. Puede vender algún sistema siempre y cuando no contradiga los acuerdos con terceras partes. Los S-300 para Irán, son otro caso que ejemplifica este punto. La venta, en general de armamento de Rusia a Argentina no sólo tiene que ver con la política hacia América Latina, sino también con sus relaciones con la Otan y Gran Bretaña. La publicidad de estos acuerdos por parte Sputnik hay que tomarlos como un aviso no para Argentina, sino para los británicos.
De todas maneras, el Su-24 cumple con el perfil de una aeronave interesante pero que no genera desequilibrios dramáticos, como lo podría hacer el Su-34. Si a ello sumamos el proceso de sustitución de estos aparatos, se van a generar excedentes disponibles para su exportación. Esto mismo, podría producir un acuerdo con Argentina, que necesita aviones, pero a un precio más reducido. De paso, la Presidencia lograría un gallito político interno con la compra de material ruso, tanto en términos militares, como civiles. Saludos.