Aca hay algo que puede servir.
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LUEGO DEL HALLAZGO DE UN ARSENAL MILITAR EN OLAVARRIA
Descubren en Córdoba cohetes antiaéreos y bombas de mil kilos
Estaban en una fábrica de explosivos sin custodia ni medidas de seguridad.
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Fabián García. CORDOBA. CORRESPONSAL
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Al menos una decena de cohetes de 57 milímetros —idénticos a los hallados en la fábrica de explosivos Centro S.A., de Olavarría— y listos para ser utilizados fueron secuestrados ayer en la planta de Tala S.A, ex CITEA.
Según fuentes del Ministerio de Defensa, este hallazgo forma parte de la investigación iniciada luego de la desaparición del explosivo denominado Anfo, de la Fábrica Militar de Azul, a principios de este año, y de los cohetes de Olavarría.
No fue lo único que se confiscó: un pequeño acoplado azul de la Fuerza Aérea con gelamón, detonadores, cables y un explosor experimental (un dispositivo desde el que se genera un impulso eléctrico para iniciar una explosión) había sido ingresado al galpón principal por un vicecomodoro de apellido Caridi pocos días antes. Caridi —que fue convocado por la jueza federal Cristina Garzón al lugar— no pudo explicar la procedencia ni las razones de por qué estaba allí el transporte. Ahí también aparecieron estibajes con bombas de 500 y 1.000 kilos. Lo que había en el carro y los explosivos no pueden estar almacenados juntos, según las normas militares, porque podrían producirse accidentes.
La jueza Garzón inspeccionó el lugar, ubicado a unas tres cuadras de la pista de la Escuela de Aviación Militar y a unos 200 metros de la autopista que une Córdoba con Villa Carlos Paz, pero por el momento no ordenó detenciones. Fuentes con acceso al caso estiman que a causa de este episodio podría haber procesamientos y que debería ser investigado el rol de la Fuerza Aérea.
El procedimiento fue encabezado por el secretario de Asuntos Militares, Jaime Garreta, y el titular del RenAr, Juan Carlos Ramos, y tuvo el apoyo de la Policía Federal. Fue realizado luego que Tala S.A solicitara autorización para producir, procesar y almacenar material militar. La fabrica quedó clausurada.
—Si alguien hubiera querido ingresar y robar este material militar, ¿podría haberlo hecho?, le preguntó un periodista a Garreta.
-Sí. Lo hubieran podido obtener fácilmente porque no hay medidas de seguridad de ningún tipo.
Las irregularidades detectadas son justamente la carencia de seguridad en el predio de la fabrica (había alambrados rotos y no tenía guardias); no existían mecanismos contra incendios; y los estibajes eran incompatibles con las directivas de seguridad.
Además, desde 1996, en que Tala S.A. adquirió la quiebra de la empresa CITEA, que proveía de armamentos a la Fuerza Aérea, las instalaciones quedaron abandonadas, sin que se diera cuenta de lo que había en su interior al ReNar. Buena parte de lo que fue descubierto allí debió haber sido destruido porque se trata de componentes vencidos. Mientras que los explosivos que estaban en condiciones de ser utilizados no pueden estar almacenados en estas condiciones.
Willy