Buenas a todos! Es atrapante leer los comentarios expuestos en el hilo.
Entre lo que pude leer y quedandomé con el relato de Vazquez -del vidéo colgado unas páginas más atras-, se me vino a la mente algo que experimentaron los alemanes en la 1ª Guerra Mundial. En los primeros días del estancamiento del frente occidental, a pocos kilómetros de París, con ambos bandos clavados en las trincheras, los mandos notaron con verdadera inquietud, que inmediatamente después de los fortícimos bombardeos de preparación, oséa los que abrian los ataques, las tropas bombardeadas quedaban totalmente en shock y había que "volverlas en sí" vigorosamente; para ésto los oficiales y suboficiales debian de estar atentos a la respuesta de los hombres y actuar al instante.
Si los soldados no se reincorporaban, el ataque de infantería que sucedía al artillero, obviamente los barrería a todos. En ésta situación, la voz de mando se hacia totalmente CRUCIAL. El jéfe debe poder hacerse escuchar por sus subordinados en todo momento, es él quien debe alertar a todos por cualquier medio (el uso del silbato, por ejemplo, se hiso muy pero muy común), para que todo el mundo vuelva a su puesto, vigile su sector y recibir al enemigo. Y así como el jéfe debe hacerse del liderazgo, éste no és posible si desconoce lo que está ocurriendo, y en esto juegan los subalternos porque la novedad tiene que llegar arriba inmediatamente. La comunicación es vital.
Volviendo a Tumbledown, créo que buena parte de la gente, incluidos los cuadros, quedaron desconectados de todo en medio del caos, e inmediatamente después, cuando los ingleses/escoceses llegan a las posiciones argentinas los agarran practicamente en tarlipes. Ahora, cuando sonaron los tiros, ahi se desmadró para ambos, pero lo cierto és que me queda claro de que, al menos, lo del bombardeo les funcionó a los britanicos bastante bien.
Me paréce que a veces la frialdad con la que examinamos los hechos, nos substrae de la realidad de los combates. Una cosa és decir "debería haber hecho tal cosa" y una muy distinta es calzarse un casco, ponerse las botas y tratar de dirigir a hombres sin experiencia en una batalla, en situaciones de caos extremo. Pero bueno, para éso se estudia en la carréra militar; aunque repito, una cosa és el libro y otra és enfrentar a la muerte.
Descréo en terminos de "mala leche", o "cobardía" porque sí... Para mi la cuestión pasa por la inexperiencia que colinda con la imprevisión.
Es notable la falta de comunicación que habia entre los cuadros argentinos durante la batalla. Sin alertas, luego ya sobrepasados tratando de impartir ordenes a los gritos por sobre el tiroteo y las bombas. Lo terrible del trabajo de los estafetas en medio del fuego, que desde luego llegarían con las nuevas de situaciones ya superadas por el enemigo y que sólo le servirían al jefe para hacerse a la idea de que sus lugartenientes son historia. Es algo espantoso. No hay forma para un ejército de sobrellevar todo ésto sin pasarlo primero. El verdadero aprendizaje viene con la experiencia.
Así y todo, resistieron como pudieron durante horas el embate de la mejor infantería de la OTAN y todo el grueso de sus armas de apoyo. Eso es algo que realmente és de respetar. Ronda tras ronda y oleada tras oleada. El sólo hecho de sobrevivir a un ataque así, y luego tener que defender la propia vida, combatiendo cuerpo a cuerpo, es algo MUY fuerte. En verdad, les tengo muchísimo respeto. No és nada fácil. No puedo siquiera imaginarme lo que debe ser tener al frente sombras que significan la muerte; tratar de contenerse, levantar el fusil y defenderse de algo tan terrible. Lo que un hombre defiende és la vida, y esto és todo lo que tiene y todo lo que tendrá. Jo! Hay que estár ahí... Dominarse debe ser la prueba más grande de todas.
En fín. Humilde opinión de este cristiano jaaa. Un gusto leerlos, estimados.
Saludos!!!