El entrenamiento tuvo lugar el pasado mes de mayo con un robot cuadrúpedo de la compañía Ghost Robotics.
actualidad.rt.com
Los soldados del Ejército de Australia están probando un robot cuadrúpedo de la compañía Ghost Robotics cuyos movimientos pueden controlar mediante ondas cerebrales, según se aprecia en un video publicado por el Ministerio de Defensa del país.
En la grabación se observa parte del entrenamiento, realizado el pasado 11 de mayo en Majura (Canberra). En él, el sargento Damian Robinson, del 5.º Batallón de apoyo al servicio de combate, y el sargento Chandan Rana, del 1.°/15.° Regimiento de Lanceros Reales de Nueva Gales del Sur,
consiguieron que el robot se moviera gracias a la nueva tecnología.
Según un
comunicado difundido por el ministerio, el sistema se componía de varios cuadrados blancos correspondientes a puntos intermedios parpadeando en las gafas de realidad aumentada que lleva Robinson, mientras un biosensor colocado en la parte posterior de su cabeza estaba listo para detectar las ondas cerebrales de su corteza visual.
¿Cómo funciona?
Cuando Robinson se concentraba en uno de esos cuadrados en particular, el biosensor detectaba dichas ondas cerebrales y señalaba un circuito de amplificación. A su vez, un decodificador de inteligencia artificial traducía la señal de los comandos, que luego ejecutaba el perro robot.
"Todo el proceso no es difícil de dominar.
Es muy intuitivo. Solo tomó un par de sesiones", declaró Robinson, que junto a su compañero utilizó unas gafas HoloLens desarrolladas por investigadores de la Universidad Tecnológica de Sídney (UTS).
El comunicado explica que normalmente ese tipo de robots se controlan mediante un cuadro de mando portátil, por lo que la nueva tecnología permitiría al soldado en cuestión mantener su arma preparada o usar sus manos para otras tareas.
Avances técnicos
Los investigadores de la UTS y de la Oficina de Coordinación e Implementación Autónoma y Robótica del Ejército trabajaron juntos desde diciembre de 2020 para explorar las interfaces cerebro-computadora y sus aplicaciones tácticas.
"Tenemos
nueve tipos diferentes de comandos y el operador puede seleccionar uno de esos nueve dentro de ese período de tiempo", comentó el profesor Chin-Teng Lin, que ha participado en el proyecto, en el que el Ministerio de Defensa australiano ha invertido unos 830.000 dólares.
Entre otros avances, Lin descubrió cómo minimizar el ruido del cuerpo y del entorno para obtener una señal más clara del cerebro del usuario. Por su parte, la profesora Francesca Iacopi, de la UTS, halló el modo de hacer más resistente los biosensores.