Hola, como avise soy nuevo, y como no pude traer masitas ni pastafrola, les escribo este texto, es un relato del libro "secretos muy secretos, de gente muy famosa". Si, ya se que parece poco relacionado con el tema del foro, pero creo que les gustara leerlo.
"El heroico granadero que defendio a Illia"
25 de junio de 1966...El "golpe" que le iban a hacer a Illia estaba en boca de todos los argentinos. Ese dia, Tato Bores le pregunto a un amigo radical: "para cuando el golpe? La respuesta: "No se, Tato. Nosotros tambien lo estamos esperando..." Ese dia, se oye trepidar las baldosas de Plaza de Mayo. Aparecen un oficial y sus granaderos del cuerpo de guardia,
con sus hermosos uniformes azules con rojo y las largas y relucientes botas negras, enfilan hacia el fuego eterno de la Catedral.
Es octubre de 1825. El general jose de San Martin ya ha partido hacia su obligado exilio. Sus granaderos estan en chile. No reciben sus sueldos, no tienen dinero para alimentos, sus ropas estan mas que raidas. El coronel Jose Felix Bogado, su jefe, va a visitar a un viejo colega en el regimiento, Ramon Freyre, que en ese entonces es director supremo de Chile, en Santiago. Freyre se apiada y le da a Bogado cien pesos de su pecunio personal. Bogado los recibe con verguenza. Un dia despues se entera que un tal general Martinez es el responsable del atraso.
Le escribe: "Señor, no me queda mas remedio que hacerle notar que tenemos un codigo de honor, escrito por nuestro general don Jose de San Martin, en el que el sexto delito grave es la falta
de integridad en el manejo de intereses, como no pagar a la tropa el dinero que se haya suministrado para ella. No tenemos para comer, no tenemos nuestros sueldos y necesitamos para ropa, dado el estado de desnudez en que se encuentra la tropa". cuando el chasqui parte, Bogado vuelve a la residencia de freyre y le devuelve los cien pesos. Luego va a reunirse con sus soldados, a comer con ellos el guiso de tropa, que se hace con lo que se puede.
Es el año 1963. El radicalismo ha ganado la eleccion presidencial con solo el 25 por ciento de los votos. el peronismo habia sido proscripto una vez mas y tuvo que votar en blanco. Si le hubiera dado su caudal
a cualquiera de los dos candidatos opositores a Illia, que eran Aramburu y Allende, el radicalismo no hubiera triunfado. el radicalismo llego asi a la presidencia, con una posicion politica tan endeble como la
que tuvo Frondizi cinco años atras. La unica ventaja era que el Ejercito habia prometido no dificultar su gobierno, salvo que intentara meterse en sus filas. Ongania, su comandante en jefe, queria que el Ejercito
fuera netamente profesional, no politico; para ello habia peleado con su ejercito azul contra el ejercito colorado y contra la marina, las dos facciones que querian gobernar contra
los politicos y, especialmente, contra el peronismo. El radicalismo desecho el apoyo que le ofrecieron Aramburu, Alende y el peronismo. querian gobernar solo con los radicales.
Planeaban tambien, de a poco, reincorporar oficiales colorados retirados o dados de baja, con quienes habia contacto fluido desde la presidencia de Frondizi. Ongania fue muy claro: no admitiria la reincorporacion masiva de los
colorados, no permitiria la politica en las filas del Ejercito...Se llega a fines de 1965. Renuncia el coronel Avalos, secretario de guerra. Facundo Suarez el ministro de Defensa, le propone a Ongania la designacion del general
Castro Sanchez. Ongania responde que no acepta la designacion de un subordinado en actividad para un cargo politico desde el que recibira instrucciones. El radicalismo designa a
Castro Sanchez secretario de Guerra. Ongania renuncia. Los radicales se alegran por haberse sacado de encima al caudillo del Ejercito. El unico temor es que el nuevo comandante
en jefe, el general Pistarini, se niegue a cumplir la orden de reprimir a los obreros, contra las maniobras del peronismo. El general Julio Alsogaray, hermano de Alvaro, apenas asume Pistarini le ordena a un civil que prepare los primeros
decretos que sancionara la Junta Militar cuando se derroque al gobierno constitucional.
Comienzos de enero de 1826...Ya los ultimos granaderos han cruzado la cordillera y llegan a Mendoza. Los ultimos once años se la han pasado combatiendo en tierras extrañas y anhelan
llegar a Buenos Aires. Al igual que en chile, en Mendoza no esta el dinero prometido. don Toribio Barrionuevo, un argentino con verguenza, les da 2.954 pesos para la compra de veintitres carretas y provisiones. Los setenta y ocho granaderos
lavan sus raidas ropas y parten el 13 de enero. Diez de los soldados marchan a caballo; los otros van en las carretas...Justo un mes despues, el lunes 13 de febrero de 1826,
los porteños se estremecen ante la espectral aparicion. Llegan los granaderos de San Martin, los que han liberado toda la America del Sur, los que han combatido en 110 batallas;
los que han sufrido hambre, frio, sed, miedo y sueños. Ellos han temblado de fiebre durante la epidemia de Huaura, pero resistieron mientras cientos se morian; se crisparon de sed durante
dias mientras eran sitiados por los españoles en Puerto Intermedios, pero salieron adelante; no hay uno que no este surcado de cicatrices; algunos hasta estan sordos por el continuo tronar de los cañones.
Pero al llegar a Buenos Aires, al caminar siguen llevando la cabeza erguida, mirando una linea arriba del horizonte, como exigia el General...
Al frente van el coronel Bogado, lanchero paraguayo que cayo prisionero en San Lorenzo y fue canjeado por españoles de alto rango; el capitan Francisco Olmos; el sargento ayudante
Paulino Rojas; el sargento segundo Patricio Gomez; el sargento segundo Damasio Rosales; el sargento segundo Francisco Bargas, y el sargento Miguel Chepoya, que ha hecho sonar el clarin de batalla en seis paises distintos.
Esos siete granaderos son los unicos que han quedado vivos del regimiento que San Martin formo en 1812. Los otros setenta y un hombres se han ido agregando al paso del Ejercito Libertador...
Nadie ha ido a esperarlos. No hay una formacion especial que salude a los heroes. En medio del silencio de los porteños llegan al Parque Militar del Retiro, donde dejan sus gloriosos sables corvos. Recien a los cuatro dias, el diario La
gaceta mercantil, que leen los especuladores financieros y los comerciantes, da la noticia de ese regreso, con una notita. Bernardino Rivadavia, pese a su odio a San Martin, es mas generoso que la prensa nacional: por un decreto
les da las gracias por los servicios prestados. Tambien disuelve el regimiento, que quedara en el olvido hasta 1903.
Llega el 27 de junio de 1966, el fatidico lunes 27 de junio de 1966...En el centro porteño, en las vidrieras de una tienda donde hasta hace poco se podia leer "usted lo ve, lo prueba y se lo lleva",
ese cartel ha sido cambiado por otro que dice: "Gran Golpe - Liquida Vega".
ese dia, la television ofrece un programa comico en canal 2 ("los graciosos", con libro de Hugo y Gerardo Sofovich), un partido futbolistico de Racing por canal 7, un teleteatro famoso en canal 9
("cuatro hombres para Eva") y las peripecias de "El fugitivo" (con David Janssen) y las noticias de "el reporte Esso" por canal 11...Nada de esa programacion se podra ver a la noche.
Poco antes de las 20 horas, los comunicados militares inundanron las radios y los canales.
En la mañana de ese lunes 27 de junio de 1966, habia comenzado el "golpe" a Illia. El general Mario Fonseca le informa al jefe de la Policia Federal que esta relevado de su cargo.
los militares se apoderan de los medios de comunicacion. El proximo objetivo es la Casa Rosada...El ministro de Defensa, general Castro Sanchez, le informa al presidente de la Nacion
que no cuenta con fuerzas leales. Las tropas del Ejercito avanzan para ocupar la Casa de Gobierno.
En 1917, el gobierno nacional dispuso, a traves de la ley numero 10.087, la ereccion de un monumento a los granaderos de San Matin. Ese monumento aun no existe. Desde hace decadas
hay una cuenta abierta en el Banco de la Nacion Argentina destinada a ese fin, con unos pocos pesos que se han ido devaluando, que depositaron compatriotas no famosos, sin apoyo de gobierno alguno...
Cuando en 1903 se dispuso la nueva creacion del regimiento que habia concretado El Libertador, ordenandose que sus granaderos debian tomar la derecha en todas las formaciones del Ejercito Argentino
y ser la custodia de todos los presidentes de la Nacion, usando el uniforme original, no habia quedado en ninguna parte del pais uno solo de aquellos ropajes, los que obligo a revisar
todos los cuadros referidos al tema. Esos uniformes se habian disuelto como la sangre y los huesos de los que habian recibido desprecio e indiferencia pro haber liberado el sur de America.
El dia del "golpe" a Illia, el jefe de guardia en la Casa Rosada es el teniente granadero Aliberto Rodrigañez Ricchieri. Es un hombre de corta estatura. Tiene 24 años, no esta casado
y su pasion es la musica clasica que oye frecuentemente en el Colon. Desciende de oficiales de gran prestigio en el regimiento de San Martin. Su tatarabuelo paterno integro el Ejercito
de los Andes y murio en accion, siendo su caballo el unico que regreso vivo de los miles que salieron desde Mendoza y cruzaron la cordillera; por la rama materna, a su vez, esta
emparentado con el teniente general Pablo Ricchieri, nacido en San Lorenzo, donde tuvieron su bautismo de fuego los granaderos. Este Ricchieri fue ministro de Guerra de Julio Argentino Roca,
creador de la organizacion del Ejercito y la conscripcion y, tambien, el hombre que hizo recrear el Regimiento de Granaderos, el 25 de mayo de 1903. Rodrigañez Ricchieri recorre los
puestos de la guardia que tiene a su cargo en la Casa Rosada cuando advierte que hay tropas del Ejercito que se le vienen encima. Tiene apenas treinta granaderos armados con sable corvo,
fusiles y dos ametralladoras, pero no vacila. Hace colocar las ametralladoras en posicion y ordena cerrar las puertas de la Casa de Gobierno. Tambien le avisa al jefe de la tropa
que avanza que abrira fuego si no se detiene. Los sitiadores se miran entre si. Ese teniente de granaderos esta loco. Treinta hombres contra todo un Ejercito...
El general Julio Alsogaray telefonea al coronel Marcelo de Elia, el jefe de Granaderos, que es amigo suyo y que ha compartido 4 años de prision en el penal de Rawson. El coronel
le dice al general que tiene razon, que el teniente esta cumpliendo con su deber, con la tradicion del regimiento, y que va a defender al presidente de la Nacion hasta el ultimo cartucho y
luego con los sables. Aun mas: le aclara que, aunque la resistencia sea inutil, no solo no va a ordenarle al teniente que se rinda, sino que tambien el mismo, el propio coronel,
ya ha alistado al regimiento para marchar en auxilio del teniente apenas suene el primer disparo. la orden que tendra que dar sera "atravesar el cerco que el Primer Cuerpo del Ejercito
ha tendido alrededor de la Casa de Gobierno, y morir intentandolo..."
Ante eso, Alsogaray queda estatico. Sabe que ordenar el ataque seria iniciar una carniceria, una masacre de granaderos y civiles que seria contraproducente. Entonces ordena suspender las operaciones...
Pasara de todo en las 12 horas que el teniente Rodrigañez Ricchieri mantiene en jaque al Ejercito con sus 30 granaderos...
Adentro de la Casa Rosada, entanto el brigadier Pio Otero, jefe de la Casa Militar del presidente de la Nacion, intenta convencer al dr. Illia de que renuncie. Le señala que igual
sera tomada la sede gubernamental, pero con 30 muertos. El presidente solo admite que se vaya el personal administrativo. Otero habla con el general Alsogaray. Le pide que por nada se conteste
con fuego a un balazo que salga de la Casa Rosada, que el intentara convencer a otros grandes personajes radicales de que hagan razonar a Illia. cuando vuelve, Balbin y Perette ya no estan.
Alrededor del presidente, jovenes radicales han llenado su despacho. De pronto, Illia sale rumbo al dormitorio presidencial. Todos coinciden en un pensamiento: !!Se va a pegar un tiro!!"
Con estrema emocion comienzan a cantar el Himno Nacional...Illia le pide siu arma al edecan militar, pero este se la niega y le dice: "Señor, mi primer deber es interponerme entre el
presidente de la Nacion y la muerte".El general Alsogaray, descendiente de un heroe de la Vuelta de Obligado, siente que el Ejercito se esta salpicando con el ridiculo. Le dice al brigadier Otero que ira
personalmente a pedirle la renuncia a Illia. Otero le hace notar que eso es demasiado peligroso, que muchos jovenes radicales estan armados y que podrian atentar contra el.
Alsogaray replica que es un riesgo que debe afrontar. Y enfila hacia la Casa de Gobierno...
Antes de entrar al despacho presidencial, le ordena la rendicion al teniente Rodrigañez Ricchieri. Este le responde: "Lo siento mi general. mi obligacion es defender al presidente de la Nacion".
Los dos petisos corajudos durante varios segundos. El general obseva al granadero con furor, pero tambien con admiracion. Y es el primero en bajar la mirada. Luego Alsogaray entra
en el despacho presidencial donde Illia firma fotos para sus correligionarios. Como el presidente ni se digna mirarlo, el militar de un manotazo le arranca la pila de fotos.
Recien ahi Illia lo mira. Alsogaray le pide la renuncia. Illia no le contesta. Cuando el militar da la espalda para irse, su cuerpo espera un balazo en cualquier momento y un sudor frio lo recorre.
Pero nadie le tira y se va...
Tras mucho hablar, el brigadier Otero logra al fin convencer al presidente de que releve a los granaderos de la suicida mision de defenderlo. Illia acepta. otero se apresura a comunicarle la decision
presidencial a Rodrigañez Ricchieri. Luego informa al general Alsogaray que no habra resistencia militar.
Llega la madrugada. El coronel retirado Perlinger es elegido para dirigir la evacuacion de la Casa Rosada. Años despues lamentara su triste mision...
Los policias de la Guardia de Infanteria reciben la orden de desalojar, pero sin tocar para nada al presidente, que no ha querido renunciar.
Esos policias rodean a los jovenes radicales que, a su vez, han hecho un cerco alrededor de Illia y los van llevando hacia la salida. Desde la calle, cada vez mas fuerte, se escucha un cantico:
"Adelante radicales..." Illia desprecia el coche presidencial y tambien rechaza un auto oficial que le ofrecen sus correligionarios. A cambio detiene un taxi que pasa.
Tanto su conductor como todos los presentes se quedan estupefactos. Illia sube y se pierde en ese triste amanecer...
Muchos años despues todos los argentinos que no lo defendieron en aquel crucial momento tiraran flores y lloraran ante el paso de su cortejo.
Escribi este texto cuando habian transcurrido 25 años desde el derrocamento del presidente Illia. Muy pocos argentinos supieron en ese lapso quien era Aliberto Rodrigañez Ricchieri
"El heroico granadero que defendio a Illia"
25 de junio de 1966...El "golpe" que le iban a hacer a Illia estaba en boca de todos los argentinos. Ese dia, Tato Bores le pregunto a un amigo radical: "para cuando el golpe? La respuesta: "No se, Tato. Nosotros tambien lo estamos esperando..." Ese dia, se oye trepidar las baldosas de Plaza de Mayo. Aparecen un oficial y sus granaderos del cuerpo de guardia,
con sus hermosos uniformes azules con rojo y las largas y relucientes botas negras, enfilan hacia el fuego eterno de la Catedral.
Es octubre de 1825. El general jose de San Martin ya ha partido hacia su obligado exilio. Sus granaderos estan en chile. No reciben sus sueldos, no tienen dinero para alimentos, sus ropas estan mas que raidas. El coronel Jose Felix Bogado, su jefe, va a visitar a un viejo colega en el regimiento, Ramon Freyre, que en ese entonces es director supremo de Chile, en Santiago. Freyre se apiada y le da a Bogado cien pesos de su pecunio personal. Bogado los recibe con verguenza. Un dia despues se entera que un tal general Martinez es el responsable del atraso.
Le escribe: "Señor, no me queda mas remedio que hacerle notar que tenemos un codigo de honor, escrito por nuestro general don Jose de San Martin, en el que el sexto delito grave es la falta
de integridad en el manejo de intereses, como no pagar a la tropa el dinero que se haya suministrado para ella. No tenemos para comer, no tenemos nuestros sueldos y necesitamos para ropa, dado el estado de desnudez en que se encuentra la tropa". cuando el chasqui parte, Bogado vuelve a la residencia de freyre y le devuelve los cien pesos. Luego va a reunirse con sus soldados, a comer con ellos el guiso de tropa, que se hace con lo que se puede.
Es el año 1963. El radicalismo ha ganado la eleccion presidencial con solo el 25 por ciento de los votos. el peronismo habia sido proscripto una vez mas y tuvo que votar en blanco. Si le hubiera dado su caudal
a cualquiera de los dos candidatos opositores a Illia, que eran Aramburu y Allende, el radicalismo no hubiera triunfado. el radicalismo llego asi a la presidencia, con una posicion politica tan endeble como la
que tuvo Frondizi cinco años atras. La unica ventaja era que el Ejercito habia prometido no dificultar su gobierno, salvo que intentara meterse en sus filas. Ongania, su comandante en jefe, queria que el Ejercito
fuera netamente profesional, no politico; para ello habia peleado con su ejercito azul contra el ejercito colorado y contra la marina, las dos facciones que querian gobernar contra
los politicos y, especialmente, contra el peronismo. El radicalismo desecho el apoyo que le ofrecieron Aramburu, Alende y el peronismo. querian gobernar solo con los radicales.
Planeaban tambien, de a poco, reincorporar oficiales colorados retirados o dados de baja, con quienes habia contacto fluido desde la presidencia de Frondizi. Ongania fue muy claro: no admitiria la reincorporacion masiva de los
colorados, no permitiria la politica en las filas del Ejercito...Se llega a fines de 1965. Renuncia el coronel Avalos, secretario de guerra. Facundo Suarez el ministro de Defensa, le propone a Ongania la designacion del general
Castro Sanchez. Ongania responde que no acepta la designacion de un subordinado en actividad para un cargo politico desde el que recibira instrucciones. El radicalismo designa a
Castro Sanchez secretario de Guerra. Ongania renuncia. Los radicales se alegran por haberse sacado de encima al caudillo del Ejercito. El unico temor es que el nuevo comandante
en jefe, el general Pistarini, se niegue a cumplir la orden de reprimir a los obreros, contra las maniobras del peronismo. El general Julio Alsogaray, hermano de Alvaro, apenas asume Pistarini le ordena a un civil que prepare los primeros
decretos que sancionara la Junta Militar cuando se derroque al gobierno constitucional.
Comienzos de enero de 1826...Ya los ultimos granaderos han cruzado la cordillera y llegan a Mendoza. Los ultimos once años se la han pasado combatiendo en tierras extrañas y anhelan
llegar a Buenos Aires. Al igual que en chile, en Mendoza no esta el dinero prometido. don Toribio Barrionuevo, un argentino con verguenza, les da 2.954 pesos para la compra de veintitres carretas y provisiones. Los setenta y ocho granaderos
lavan sus raidas ropas y parten el 13 de enero. Diez de los soldados marchan a caballo; los otros van en las carretas...Justo un mes despues, el lunes 13 de febrero de 1826,
los porteños se estremecen ante la espectral aparicion. Llegan los granaderos de San Martin, los que han liberado toda la America del Sur, los que han combatido en 110 batallas;
los que han sufrido hambre, frio, sed, miedo y sueños. Ellos han temblado de fiebre durante la epidemia de Huaura, pero resistieron mientras cientos se morian; se crisparon de sed durante
dias mientras eran sitiados por los españoles en Puerto Intermedios, pero salieron adelante; no hay uno que no este surcado de cicatrices; algunos hasta estan sordos por el continuo tronar de los cañones.
Pero al llegar a Buenos Aires, al caminar siguen llevando la cabeza erguida, mirando una linea arriba del horizonte, como exigia el General...
Al frente van el coronel Bogado, lanchero paraguayo que cayo prisionero en San Lorenzo y fue canjeado por españoles de alto rango; el capitan Francisco Olmos; el sargento ayudante
Paulino Rojas; el sargento segundo Patricio Gomez; el sargento segundo Damasio Rosales; el sargento segundo Francisco Bargas, y el sargento Miguel Chepoya, que ha hecho sonar el clarin de batalla en seis paises distintos.
Esos siete granaderos son los unicos que han quedado vivos del regimiento que San Martin formo en 1812. Los otros setenta y un hombres se han ido agregando al paso del Ejercito Libertador...
Nadie ha ido a esperarlos. No hay una formacion especial que salude a los heroes. En medio del silencio de los porteños llegan al Parque Militar del Retiro, donde dejan sus gloriosos sables corvos. Recien a los cuatro dias, el diario La
gaceta mercantil, que leen los especuladores financieros y los comerciantes, da la noticia de ese regreso, con una notita. Bernardino Rivadavia, pese a su odio a San Martin, es mas generoso que la prensa nacional: por un decreto
les da las gracias por los servicios prestados. Tambien disuelve el regimiento, que quedara en el olvido hasta 1903.
Llega el 27 de junio de 1966, el fatidico lunes 27 de junio de 1966...En el centro porteño, en las vidrieras de una tienda donde hasta hace poco se podia leer "usted lo ve, lo prueba y se lo lleva",
ese cartel ha sido cambiado por otro que dice: "Gran Golpe - Liquida Vega".
ese dia, la television ofrece un programa comico en canal 2 ("los graciosos", con libro de Hugo y Gerardo Sofovich), un partido futbolistico de Racing por canal 7, un teleteatro famoso en canal 9
("cuatro hombres para Eva") y las peripecias de "El fugitivo" (con David Janssen) y las noticias de "el reporte Esso" por canal 11...Nada de esa programacion se podra ver a la noche.
Poco antes de las 20 horas, los comunicados militares inundanron las radios y los canales.
En la mañana de ese lunes 27 de junio de 1966, habia comenzado el "golpe" a Illia. El general Mario Fonseca le informa al jefe de la Policia Federal que esta relevado de su cargo.
los militares se apoderan de los medios de comunicacion. El proximo objetivo es la Casa Rosada...El ministro de Defensa, general Castro Sanchez, le informa al presidente de la Nacion
que no cuenta con fuerzas leales. Las tropas del Ejercito avanzan para ocupar la Casa de Gobierno.
En 1917, el gobierno nacional dispuso, a traves de la ley numero 10.087, la ereccion de un monumento a los granaderos de San Matin. Ese monumento aun no existe. Desde hace decadas
hay una cuenta abierta en el Banco de la Nacion Argentina destinada a ese fin, con unos pocos pesos que se han ido devaluando, que depositaron compatriotas no famosos, sin apoyo de gobierno alguno...
Cuando en 1903 se dispuso la nueva creacion del regimiento que habia concretado El Libertador, ordenandose que sus granaderos debian tomar la derecha en todas las formaciones del Ejercito Argentino
y ser la custodia de todos los presidentes de la Nacion, usando el uniforme original, no habia quedado en ninguna parte del pais uno solo de aquellos ropajes, los que obligo a revisar
todos los cuadros referidos al tema. Esos uniformes se habian disuelto como la sangre y los huesos de los que habian recibido desprecio e indiferencia pro haber liberado el sur de America.
El dia del "golpe" a Illia, el jefe de guardia en la Casa Rosada es el teniente granadero Aliberto Rodrigañez Ricchieri. Es un hombre de corta estatura. Tiene 24 años, no esta casado
y su pasion es la musica clasica que oye frecuentemente en el Colon. Desciende de oficiales de gran prestigio en el regimiento de San Martin. Su tatarabuelo paterno integro el Ejercito
de los Andes y murio en accion, siendo su caballo el unico que regreso vivo de los miles que salieron desde Mendoza y cruzaron la cordillera; por la rama materna, a su vez, esta
emparentado con el teniente general Pablo Ricchieri, nacido en San Lorenzo, donde tuvieron su bautismo de fuego los granaderos. Este Ricchieri fue ministro de Guerra de Julio Argentino Roca,
creador de la organizacion del Ejercito y la conscripcion y, tambien, el hombre que hizo recrear el Regimiento de Granaderos, el 25 de mayo de 1903. Rodrigañez Ricchieri recorre los
puestos de la guardia que tiene a su cargo en la Casa Rosada cuando advierte que hay tropas del Ejercito que se le vienen encima. Tiene apenas treinta granaderos armados con sable corvo,
fusiles y dos ametralladoras, pero no vacila. Hace colocar las ametralladoras en posicion y ordena cerrar las puertas de la Casa de Gobierno. Tambien le avisa al jefe de la tropa
que avanza que abrira fuego si no se detiene. Los sitiadores se miran entre si. Ese teniente de granaderos esta loco. Treinta hombres contra todo un Ejercito...
El general Julio Alsogaray telefonea al coronel Marcelo de Elia, el jefe de Granaderos, que es amigo suyo y que ha compartido 4 años de prision en el penal de Rawson. El coronel
le dice al general que tiene razon, que el teniente esta cumpliendo con su deber, con la tradicion del regimiento, y que va a defender al presidente de la Nacion hasta el ultimo cartucho y
luego con los sables. Aun mas: le aclara que, aunque la resistencia sea inutil, no solo no va a ordenarle al teniente que se rinda, sino que tambien el mismo, el propio coronel,
ya ha alistado al regimiento para marchar en auxilio del teniente apenas suene el primer disparo. la orden que tendra que dar sera "atravesar el cerco que el Primer Cuerpo del Ejercito
ha tendido alrededor de la Casa de Gobierno, y morir intentandolo..."
Ante eso, Alsogaray queda estatico. Sabe que ordenar el ataque seria iniciar una carniceria, una masacre de granaderos y civiles que seria contraproducente. Entonces ordena suspender las operaciones...
Pasara de todo en las 12 horas que el teniente Rodrigañez Ricchieri mantiene en jaque al Ejercito con sus 30 granaderos...
Adentro de la Casa Rosada, entanto el brigadier Pio Otero, jefe de la Casa Militar del presidente de la Nacion, intenta convencer al dr. Illia de que renuncie. Le señala que igual
sera tomada la sede gubernamental, pero con 30 muertos. El presidente solo admite que se vaya el personal administrativo. Otero habla con el general Alsogaray. Le pide que por nada se conteste
con fuego a un balazo que salga de la Casa Rosada, que el intentara convencer a otros grandes personajes radicales de que hagan razonar a Illia. cuando vuelve, Balbin y Perette ya no estan.
Alrededor del presidente, jovenes radicales han llenado su despacho. De pronto, Illia sale rumbo al dormitorio presidencial. Todos coinciden en un pensamiento: !!Se va a pegar un tiro!!"
Con estrema emocion comienzan a cantar el Himno Nacional...Illia le pide siu arma al edecan militar, pero este se la niega y le dice: "Señor, mi primer deber es interponerme entre el
presidente de la Nacion y la muerte".El general Alsogaray, descendiente de un heroe de la Vuelta de Obligado, siente que el Ejercito se esta salpicando con el ridiculo. Le dice al brigadier Otero que ira
personalmente a pedirle la renuncia a Illia. Otero le hace notar que eso es demasiado peligroso, que muchos jovenes radicales estan armados y que podrian atentar contra el.
Alsogaray replica que es un riesgo que debe afrontar. Y enfila hacia la Casa de Gobierno...
Antes de entrar al despacho presidencial, le ordena la rendicion al teniente Rodrigañez Ricchieri. Este le responde: "Lo siento mi general. mi obligacion es defender al presidente de la Nacion".
Los dos petisos corajudos durante varios segundos. El general obseva al granadero con furor, pero tambien con admiracion. Y es el primero en bajar la mirada. Luego Alsogaray entra
en el despacho presidencial donde Illia firma fotos para sus correligionarios. Como el presidente ni se digna mirarlo, el militar de un manotazo le arranca la pila de fotos.
Recien ahi Illia lo mira. Alsogaray le pide la renuncia. Illia no le contesta. Cuando el militar da la espalda para irse, su cuerpo espera un balazo en cualquier momento y un sudor frio lo recorre.
Pero nadie le tira y se va...
Tras mucho hablar, el brigadier Otero logra al fin convencer al presidente de que releve a los granaderos de la suicida mision de defenderlo. Illia acepta. otero se apresura a comunicarle la decision
presidencial a Rodrigañez Ricchieri. Luego informa al general Alsogaray que no habra resistencia militar.
Llega la madrugada. El coronel retirado Perlinger es elegido para dirigir la evacuacion de la Casa Rosada. Años despues lamentara su triste mision...
Los policias de la Guardia de Infanteria reciben la orden de desalojar, pero sin tocar para nada al presidente, que no ha querido renunciar.
Esos policias rodean a los jovenes radicales que, a su vez, han hecho un cerco alrededor de Illia y los van llevando hacia la salida. Desde la calle, cada vez mas fuerte, se escucha un cantico:
"Adelante radicales..." Illia desprecia el coche presidencial y tambien rechaza un auto oficial que le ofrecen sus correligionarios. A cambio detiene un taxi que pasa.
Tanto su conductor como todos los presentes se quedan estupefactos. Illia sube y se pierde en ese triste amanecer...
Muchos años despues todos los argentinos que no lo defendieron en aquel crucial momento tiraran flores y lloraran ante el paso de su cortejo.
Escribi este texto cuando habian transcurrido 25 años desde el derrocamento del presidente Illia. Muy pocos argentinos supieron en ese lapso quien era Aliberto Rodrigañez Ricchieri