Primera restricción:
Los Grumman EA-6B Prowler no pueden realizar maniobras superiors a 3 g
Segunda restricción:
Los CH-46 debe operar con un 25% menos del peso máximo permitido
Tercera restricción:
Los P-3C Orion deben ser revisados luego de cada vuelo ya que la cantidad detectada de grietas en las alas y célula triplica la prevista inicialmente por el diseño.
Estas restricciones imperan hoy tanto en la US Navy como en el US Marine Corps y es aplicada a una gran cantidad de las 3.800 aeronaves que componen sus flotas aéreas, flotas consideradas por muchos analistas como “geriátricas” y que es consecuencia directa del uso excesivo que se somete a determinados modelos para responder a las necesidades en Irak y Afganistán.
Hoy tanto la USN como el USMC disponen de la flota aérea más antigua de toda su historia, y en consecuencia gran parte de sus modelos tienen limitaciones operativas. Los números indican que ambas fuerzas gastan más en programas de mejoras y refuerzos que en equipamiento o nuevas unidades. Volver al servicio algunas docenas de CH-46 implicó una erogación casi 700 millones de dólares, pero los helicópteros regresaron al servicio con limitaciones de peso y duplicando la carga de mantenimiento por hora de vuelo.
Aunque el promedio de edad de las aeronaves descendió, (16 años) tal baja responde a que el material más antiguo fue dado de baja (TA-4J, F-14, T-34C, etc) pero a excepción de los Super Hornet, no hay nada nuevo desde hace bastante tiempo. La USAF tiene una tasa alta de edad promedio –unos 23.6 años- pero ello es a consecuencia de las flotas de KC-135 y B-52 que ya están por cumplir los 50 años consecutivos en servicio.
Los Sea Knight superan los 35 años y aunque se les recambia permanentemente los motores y las palas de los rotores, las células ya están pasadas de horas.
A pesar de los diversos programas de refuerzo estructural, los P-3C Orion no la están pasando bien ya que las alas muestran claros signos de fatiga, pero el Boeing P-8 no llegará hasta el 2013 y se estima que el último Orión será retirado recién en el 2023. Nadie sabe cuántos programas deberán aplicarse a los P-3 para llegar hasta ésa fecha.
Según los comandantes, ambas fuerzas deben incorporar unos 170 aviones por año, pero sólo llegan 125-130 ejemplares, lo que por ejemplo significa que en los últimos 5 años han recibido entre 200 y 225 aeronaves menos de las planificadas y requeridas. Ahora todos apuestan a que la nueva conformación del Congreso de EEUU ayude a mejorar ésta situación. Irak y Afganistán se han consumido mucho más de lo imaginado , provocando la cancelación de docenas de programas y la reducción de ejemplares a incorporar.
Por tratarse de fuerzas que operan literalmente en todo el mundo, el nivel de desatención es llamativo y es claro que las dos administraciones de Bush han hecho estragos en la USN y USMC. Que el principal y único avión de combate electrónico (EA-6B) Prowler tenga semejantes limitaciones es inaceptable y aunque la flota rusa no es ni por asomo lo que fue dos décadas atrás, que el principal patrullero presente tantos problemas de fatiga, es también increíble.
No todo es oro en el gran país del Norte…
Los Grumman EA-6B Prowler no pueden realizar maniobras superiors a 3 g
Segunda restricción:
Los CH-46 debe operar con un 25% menos del peso máximo permitido
Tercera restricción:
Los P-3C Orion deben ser revisados luego de cada vuelo ya que la cantidad detectada de grietas en las alas y célula triplica la prevista inicialmente por el diseño.
Estas restricciones imperan hoy tanto en la US Navy como en el US Marine Corps y es aplicada a una gran cantidad de las 3.800 aeronaves que componen sus flotas aéreas, flotas consideradas por muchos analistas como “geriátricas” y que es consecuencia directa del uso excesivo que se somete a determinados modelos para responder a las necesidades en Irak y Afganistán.
Hoy tanto la USN como el USMC disponen de la flota aérea más antigua de toda su historia, y en consecuencia gran parte de sus modelos tienen limitaciones operativas. Los números indican que ambas fuerzas gastan más en programas de mejoras y refuerzos que en equipamiento o nuevas unidades. Volver al servicio algunas docenas de CH-46 implicó una erogación casi 700 millones de dólares, pero los helicópteros regresaron al servicio con limitaciones de peso y duplicando la carga de mantenimiento por hora de vuelo.
Aunque el promedio de edad de las aeronaves descendió, (16 años) tal baja responde a que el material más antiguo fue dado de baja (TA-4J, F-14, T-34C, etc) pero a excepción de los Super Hornet, no hay nada nuevo desde hace bastante tiempo. La USAF tiene una tasa alta de edad promedio –unos 23.6 años- pero ello es a consecuencia de las flotas de KC-135 y B-52 que ya están por cumplir los 50 años consecutivos en servicio.
Los Sea Knight superan los 35 años y aunque se les recambia permanentemente los motores y las palas de los rotores, las células ya están pasadas de horas.
A pesar de los diversos programas de refuerzo estructural, los P-3C Orion no la están pasando bien ya que las alas muestran claros signos de fatiga, pero el Boeing P-8 no llegará hasta el 2013 y se estima que el último Orión será retirado recién en el 2023. Nadie sabe cuántos programas deberán aplicarse a los P-3 para llegar hasta ésa fecha.
Según los comandantes, ambas fuerzas deben incorporar unos 170 aviones por año, pero sólo llegan 125-130 ejemplares, lo que por ejemplo significa que en los últimos 5 años han recibido entre 200 y 225 aeronaves menos de las planificadas y requeridas. Ahora todos apuestan a que la nueva conformación del Congreso de EEUU ayude a mejorar ésta situación. Irak y Afganistán se han consumido mucho más de lo imaginado , provocando la cancelación de docenas de programas y la reducción de ejemplares a incorporar.
Por tratarse de fuerzas que operan literalmente en todo el mundo, el nivel de desatención es llamativo y es claro que las dos administraciones de Bush han hecho estragos en la USN y USMC. Que el principal y único avión de combate electrónico (EA-6B) Prowler tenga semejantes limitaciones es inaceptable y aunque la flota rusa no es ni por asomo lo que fue dos décadas atrás, que el principal patrullero presente tantos problemas de fatiga, es también increíble.
No todo es oro en el gran país del Norte…