Naval
Veterano Guerra de Malvinas
El año pasado, un compañero de trabajo me hizo esta pregunta. Esta fue mi respuesta, la comparto con todos Uds., total no son muchos:
¡Qué pregunta! Para algunos es difícil, no saben que hacer.
Es muy fácil.
Se dice y se hace lo que se siente. Nada más.
Puede ser un discurso, un gracias, un abrazo o un apretón de manos en silencio.
Hay una sola condición: lo que fuere, que sea sincero, que sea de corazón.
Ya nos quisieron vapulear, ya nos quisieron, y nos quieren, ningunear, quisieron que seamos víctimas.
Nos dicen a todos héroes. Cada uno sabe si lo es, o si lo que hizo puede ser considerado como heroico, pese a que en su fuero interno, uno bien sabe que pudo haber sido desesperación, inconciencia. resignación a morir, matando o ayudando, o rajando para el lado equivocado y... había que salir del brete, como fuere. Mucho trabajo medular, poco cerebro.
Lo que sin duda es satisfactorio, es saber si pudimos manejar el miedo atroz que uno tenía.
De ahí surge el honor que nos concedemos a nosotros mismos.
Nos gusta que nos consideren. No, que nos halaguen vacuamente, que nos reconozcan pero que no nos ensalcen.
Es así de sencillo.
Que aunque sea por un ratito, pensemos que todo, no fue tan inútil. Sabemos que, una vez muertos, formaremos parte de la historia. Queremos, mientras estamos vivos, formar parte real de la memoria de la Nación.
Gracias.
¡Qué pregunta! Para algunos es difícil, no saben que hacer.
Es muy fácil.
Se dice y se hace lo que se siente. Nada más.
Puede ser un discurso, un gracias, un abrazo o un apretón de manos en silencio.
Hay una sola condición: lo que fuere, que sea sincero, que sea de corazón.
Ya nos quisieron vapulear, ya nos quisieron, y nos quieren, ningunear, quisieron que seamos víctimas.
Nos dicen a todos héroes. Cada uno sabe si lo es, o si lo que hizo puede ser considerado como heroico, pese a que en su fuero interno, uno bien sabe que pudo haber sido desesperación, inconciencia. resignación a morir, matando o ayudando, o rajando para el lado equivocado y... había que salir del brete, como fuere. Mucho trabajo medular, poco cerebro.
Lo que sin duda es satisfactorio, es saber si pudimos manejar el miedo atroz que uno tenía.
De ahí surge el honor que nos concedemos a nosotros mismos.
Nos gusta que nos consideren. No, que nos halaguen vacuamente, que nos reconozcan pero que no nos ensalcen.
Es así de sencillo.
Que aunque sea por un ratito, pensemos que todo, no fue tan inútil. Sabemos que, una vez muertos, formaremos parte de la historia. Queremos, mientras estamos vivos, formar parte real de la memoria de la Nación.
Gracias.
Estimado Felizalde55: vengo atrasado en la lectura del foro...vengo x la página 41, pero me interesó mucho el link que me mandaba a su blog, al igual que muchísimas cosas que, x lo visto me perdí...no tuve el gusto de compartir este foro con el Sr Gabino, x ejemplo...pero vengo siguiendo sus historias, lo mismo que del Sr Thunder, CCH, Rey del Castillo, etc etc...y este artículo me gustó mucho. En pocas palabras Ud define muchas cosas que un combatiente piensa y siente "durante y después" de la guerra...el "antes de" es las cosas de un hombre común, creo...(yo en lo posible no digo: ex combatiente xq no me considero así...considero que, con nuestra edad actual, creo que si nos convocan, allá iríamos de nuevo sin dudarlo. Lo he vivido en el año 78 cuando estábamos por confrontar con Chile...convocaron a un cabo principal radio (sería un sargento del EA) que tenía 62 años, yo tenía el mismo grado y tenía 28 años...y el hombre vino igual desde su Corrientes natal, donde vivía de lo que pescaba en el Paraná...era abuelo, como yo lo soy ahora...y vino....). Lo felicito x el blog, sigo sus instrucciones y empecé a leer de atrás para adelante, pero me llevará tiempo...igual le prometo que me lo leeré completo xq es muy interesante. Y Gracias x compartir sus vivencias.
Un abrazo