El Pentágono recortará 100.000 soldados.
Por primera vez desde los atentados terroristas contra Estados Unidos de 2001, el Pentágono ha presentado este jueves un presupuesto menor al del año anterior. En total, y sin incluir los gastos de mantener la guerra de Afganistán, que pasan por el Congreso, el Departamento de Defensa norteamericano ha solicitado para 2013 un total de 525.000 millones dólares, lo que supone considerables recortes en el número de tropas, la destrucción de numerosos puestos de trabajo, la congelación de proyectos armamentísticos y un aumento del 30% en la flota de drones o aviones no tripulados, a los que Washington concederá un protagonismo todavía mayor en el campo de batalla.
El Pentágono, que ya había anunciado que recortaría 487.000 millones de dólares (371.000 millones de euros) en gastos a lo largo de una década, reveló este jueves los primeros detalles de ese plan de austeridad. El presupuesto de 2013 es 6.000 millones de dólares inferior al de este año. El resultado: el Ejército de Tierra pasará a tener 490.000 soldados, 80.000 menos que su punto máximo de 570.000. Se desprenderá inicialmente de ocho brigadas de combate, dos de ellas apostadas en Europa. Cada brigada consta de unos 4.000 soldados. Por su parte, el Marine Corps perderá 20.000 soldados, de los 202.000 que tiene ahora. La pérdida total de tropas de infantería será de 100.000.
“No hay que engañarse, los recortes presupuestarios afectarán a los 50 Estados y a muchos distritos a lo largo y ancho de todo EE UU”, dijo el Secretario de Defensa, Leon Panetta, en una conferencia de prensa en la que añadió que se verá obligado a cerrar diversas bases militares, algunas de ellas dentro de Norteamérica. “Nuestra intención es emplear esta oportunidad para seguir teniendo el ejército más fuerte del mundo, para no dejar un vacío en nuestras fuerzas armadas”, añadió, en referencia al único refuerzo claro en su nuevo plan de gasto, el de las operaciones especiales.
En su nueva estrategia fiscal, el Pentágono hace especial incidencia en el gasto en proyectos de lucha contra el terrorismo, especialmente en el programa de drones. En el informe oficial al respecto, el Departamento de Defensa asegura que seguirá “dedicando fondos a entrenar personal, infraestructura y plataformas para operar 65 USAF MQ-1/9 [dos modelos de drones, Predator y Reaper, con capacidad para lanzar misiles Hellfire] con una capacidad de incremento hasta 85”.
Diversos oficiales del Pentágono calculan que el aumento de aviones no tripulados, empleados para atacar a insurgentes en Pakistán, Afganistán, la península Arábiga y el Cuerno de África, es de un 30% respecto al arsenal actual. Otros proyectos, más convencionales, quedan congelados. La Fuerza Aérea comprará 29 cazas F-35, 13 menos de lo que tenía previsto, con un coste de 317 millones de dólares por avión. La Marina se desprenderá de siete navíos y dos buques de asalto anfibio, y renunciará a la compra de al menos otros 12 buques.
Los recortes afectarán también a la paga que reciben los soldados, que seguirá aumentando anualmente según lo previsto hasta 2015. Este año, por ejemplo, ha ascendido un 1,6%. Pero en tres años esos porcentajes se reducirán considerablemente, según anunció el Secretario Panetta. Este recomendó, además, aumentar el copago médico y las pólizas de seguro a los veteranos de guerra, que también verán disminuir sus beneficios debido a estos recortes.
Fuente: El País por David Alandete desde Washington 26/01/2012
[El subrayado es mío]
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