Colgaba el infortunado bajo el "puente de los monges negros" en Londres, 48 horas antes la secretaria se "tiró" de la ventana del 4 piso para matarse, y fué a dar a la verede de enfrente... debe haber tomado mucho impulso se ve...
Perú venía con un desarrollo para helos de am39 y habia 15 en danza, el Banco Andino gerenciaba el trámite y era subsidiario del Ambrosiano, a último momento hicieron falta 250 palos verdes y apareció un cheque del IOR firmado por PM en persona.
Herni, si esto te parece "chamuyo" te invito a leer "¿por voluntad de Dios?" escrito por un periodista inglés... y vas a encontrar una buena pila de "chamuyo" conocido y otro que va hacer que te caigas de espaldas. Trata sobre los 30 días de pontificado del Patriarca de Venezia, Don Albino Luciani (Juan Pablo 1°)
Un abrazote
norberto
Norbert, te cuento lo que llegué a saber en su momento, hace muchos años pude hablar con un cura de nuestra diócesis que estudió quince años, más de diez seguro, en el Vaticano, desde Paulo VI, creo que volvió a Argentina en los 90 y al poco tiempo falleció, un buen tipo.
A ver que me acuerdo.
Según él, lo del IOR y sus negocios eran un dolor de cabeza para todo el Vaticano, Marcinkus era un "monje negro" que se había agenciado mucho poder y lo usó para hacer negocios para y en nombre del Vaticano y para amigos, cuando salieron mal algunos negocios varios empezaron a hablar y algunas cabezas rodaron.
Yo le pregunté puntualmente sobre esos dineros y las compras de armas, Malvinas en particular, el no pudo asegurarme que cheques del banco Ambrosiano con el visto bueno del IOR no hayan ido a parar a compra de armas, de drogas, o de figuritas, lo que si me aseguraba es que el Vaticano no conocía el detalle de los "negociados" asi que poco podía saber de Exocet o cualquier arma.
Mi conclusión en ese momento fue que a lo mejor con eso de las triangulaciones, depósitos en Suiza, bonos al portador y cheques "de terceros" haya habido alguna relación entre el Banco Ambrosiano y algún intento nuestro de compra de armas pero seguro que el Vaticano no tenía nada que ver, salvo algunos titiriteros como Marcinkus.
Esto último me hace coincidir con vos sobre el checonato peruano.
Un abrazo, Hernán.