Quizás el JF-17 no sea la alternativa que pueda llenar la mayoría de las expectativas regionales, excepto por su eventual -y relativo- bajo costo, creo que ahí sí que nos quedamos cortos en todo, a menos que suplantemos calidad por cantidad, con lo cual no resultaría tan inviable un modelo medianamente superior como el J-10 en cantidades ligeramente menores, pongamos 10/7 o 10/8.
Hay que tener en cuenta otros costos que podrían reducirse mucho para todos los usuarios si, por ejemplo, existiera una estructura de adiestramiento única para el/los modelo/s; incluso países como Uruguay o Paraguay podrían pretender un número mínimo de 6/8 cazas destinados exclusivamente a su defensa al participar -incluso con rebajas/subvenciones- en tal estructura conjunta, pagando menos por calificar pilotos al carecer de escala propia, pero aportando quizás 1/2 instructores y/o mecánicos que se sumen a peruanos, colombianos, venezolanos, chilenos, etc., además de los argentinos.
Convertir a la Escuela de Caza de Mendoza en regional, abaratando costos para todos, generando confianza mutua y planteando doctrina conjunta, luego sólo le queda a cada piloto, al volver a su origen, dedicarse al entrenamiento propio de las necesidades de cada fuerza, de cada teatro en cada país.
Generar desarrollos conjuntos en aviónica y armas, atendiendo los requerimientos de los usuarios; el ABC tiene muchísimo potencial para eso pero hace falta el catalizador: sin un caza de buen nivel construído localmente, siempre quedará muy limitada la capacidad de "agregar" desarrollos propios y siempre seremos usuarios que dependan de terceros para solucionar nuestros problemas.
Es en esas cuestiones donde realmente se puede ver el nivel de liderazgo regional y el nivel de confianza que se puede generar desde un emprendimiento que, necesariamente, debe encarar quien tenga las espaldas más amplias para bancar el costo, pero que luego lo recuperará con creces, no sólo a nivel económico sino a nivel político regional y global.
Hay que tener en cuenta otros costos que podrían reducirse mucho para todos los usuarios si, por ejemplo, existiera una estructura de adiestramiento única para el/los modelo/s; incluso países como Uruguay o Paraguay podrían pretender un número mínimo de 6/8 cazas destinados exclusivamente a su defensa al participar -incluso con rebajas/subvenciones- en tal estructura conjunta, pagando menos por calificar pilotos al carecer de escala propia, pero aportando quizás 1/2 instructores y/o mecánicos que se sumen a peruanos, colombianos, venezolanos, chilenos, etc., además de los argentinos.
Convertir a la Escuela de Caza de Mendoza en regional, abaratando costos para todos, generando confianza mutua y planteando doctrina conjunta, luego sólo le queda a cada piloto, al volver a su origen, dedicarse al entrenamiento propio de las necesidades de cada fuerza, de cada teatro en cada país.
Generar desarrollos conjuntos en aviónica y armas, atendiendo los requerimientos de los usuarios; el ABC tiene muchísimo potencial para eso pero hace falta el catalizador: sin un caza de buen nivel construído localmente, siempre quedará muy limitada la capacidad de "agregar" desarrollos propios y siempre seremos usuarios que dependan de terceros para solucionar nuestros problemas.
Es en esas cuestiones donde realmente se puede ver el nivel de liderazgo regional y el nivel de confianza que se puede generar desde un emprendimiento que, necesariamente, debe encarar quien tenga las espaldas más amplias para bancar el costo, pero que luego lo recuperará con creces, no sólo a nivel económico sino a nivel político regional y global.