Brahimi busca una tregua en Damasco mientras el conflicto amenaza a Líbano
El emisario internacional Lajdar Brahimi se entrevistaba este sábado en Damasco con el ministro de Exteriores sirio, Walid Mualem, para tratar de lograr un alto el fuego, al día siguiente de un atentado en el vecino Líbano que reaviva los temores a un contagio del conflicto sirio.
Brahimi también tiene previsto reunirse con el presidente Bashar al Asad, pero la fecha no ha sido anunciada, mientras que en el terreno la violencia no cesa y el viernes dejó al menos 133 muertos, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).
El presidente Asad ha sido acusado por la oposición libanesa de estar detrás del atentado que mató el viernes al jefe de inteligencia de la policía libanesa en Beirut y que provocó condenas internacionales. Brahimi, que trata de lograr una tregua para la fiesta musulmana de Al Adha, celebrada entre el 26 y el 28 de octubre, había advertido de nuevo el jueves del peligro de contagio del conflicto sirio.
"Si la crisis siria continúa, no quedará confinada a Siria. Afectará a toda la región", dijo tras entrevistarse con responsables jordanos en Ammán, según declaraciones citadas por la agencia pública Petra. El conflicto que afecta a Siria desde hace más de 19 meses ha salpicado en varias ocasiones a la vecina Turquía.
El viernes, la artillería turca respondió de nuevo a la caída de dos obuses sirios en su territorio que no dejaron víctimas, informó el canal público TRT. El Ejército turco responde sistemática a cada disparo de obús sirio hacia su territorio desde que el 3 de octubre, uno de ellos causó la muerte, de cinco civiles turcos en Akçakale, un pueblo cercano a la frontera siria.
Damasco manifestó el pasado martes su disposición para estudiar la propuesta de tregua de Brahimi y la oposición aceptó esta tregua con la condición de que primero el régimen cese los bombardeos.
A su llegada el viernes, Brahimi indicó que las conversaciones se centrarían en "la necesidad de disminuir la violencia actual y si es posible de que cese con motivo del Aid al Adha", la fiesta del cordero o fiesta del sacrificio, una de las fiestas musulmanas más sagradas.
En un comunicado común, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, y el de la Liga Árabe, Nabil al Arabi, exhortaron "a todos las partes en guerra en Siria a tener en cuenta el pedido" de Brahimi, y subrayando que la tregua debe ser de larga duración y que puede abrir la vía a "un proceso político pacífico".
Pero en el terreno, el ejército sirio bombardeó de nuevo el sábado por la mañana los alrededores de Maaret al Numan, una ciudad clave bajo control rebelde en el noroeste de Siria, cuando se registraron combates en la carretera Damasco-Alepo, indicó el OSDH.
Esta ONG que se basa en una amplía red de médicos y militantes añade que "unos violentos combates oponen a las tropas regulares con los rebeldes, quienes atacaron un convoy militar en la carretera Damasco-Alepo, al sur de la ciudad de Maaret al Numan".
Hace unos diez días, los rebeldes cortaron la carretera que vincula a las dos principales ciudades del país, Damasco y Alepo, tras tomar el control de una tramo de casi cinco km de esta autopista estratégica, crucial para los refuerzos del ejército.
En la región de Damasco, una potente explosión sacudió el sábado la ciudad de Harasta desde donde se elevaban columnas de humo no lejos de las residencias de la policía y se oían disparos, según el OSDH. El Ejército y los rebeldes libraran violentos combates en la localidad de Erbin, a 7 km al noreste de Damasco. El viernes, los episodios de violencia dejaron 133 muertos en todo el país, entre los cuales 55 civiles, 33 rebeldes y 45 soldados.
Un atentado mortífero en Beirut, atribuido por la oposición libanesa al régimen Asad, reavivó el viernes los temores a un contagio regional del conflicto sirio. El jefe de la oposición libanesa, Saad Hariri, acusó directamente al presidente Asad del asesinato en el atentado del jefe de inteligencia de la policía, el general Wissam al Hassan, pero Damasco denunció este ataque "cobarde" y declaró que estos "atentados terroristas son injustificables".
El atentado, que hace temer que vuelvan los asesinatos de personalidades libanesas hostiles al régimen sirio, que golpearon a Líbano entre 2005 y 2008, fue condenado unánimente por la comunidad internacional, incluido por EEUU, la Unión Europea, Francia, el Vaticano, Canadá o México. Irán, que también condenó el atentado lo atribuyó a Israel.
El emisario internacional Lajdar Brahimi (izq) se entrevista con el ministro de Exteriores de Siria, Walid Mualem, para tratar de lograr un alto el fuego en ese país, este sábado en Damasco.
Síntesis de los principales enfrentamientos del jueves 18 de octubre en Siria. Desde marzo de 2011, cuando se inició el conflicto, han muerto más de 33.000 personas, principalmente civiles.
AFP