El Ejército israelí y el Mosad se negaron a preparar un ataque inmediato a Irán.
El mando militar y del espionaje rechazaron obedecer en 2010 las órdenes del primer ministro Netanyahu
Que los planes de atacar Irán de Benjamín Netanyahu, el primer ministro israelí, y su ministro de Defensa, Ehud Barak, no convencen a buena parte de la clase política y militar del país es algo bien sabido. Que Washington tampoco comparte el ímpetu guerrero de Netanyahu es algo que también ha quedado claro en las últimas semanas. Lo que no se sabía y ahora desvela el Canal Dos de la televisión israelí es que hubo planes concretos sobre la mesa y que incluso Netanyahu ordenó preparar el país para un ataque inminente en 2010. El Ejército y el Mosad, contrarios al ataque, se negaron a ejecutarlos.
Gabi Ashkenazi, jefe del Estado mayor entonces, y Meir Dagan, en aquel momento al frente de los servicios secretos, se plantaron ante los líderes políticos porque dijeron que un ataque a Irán equivaldría a una declaración de guerra, lo que consideraron un error estratégico de primer orden.
“Es posible que estés adoptando una decisión ilegal de ir a la guerra”, le advirtió Dagan, jefe del Mosad, a Netanyahu.
Uvda (Hecho) es el programa del Canal Dos de la televisión que recoge esta y otras conclusiones y que se emitirá este lunes por la noche en Israel, según publica la prensa local. El relato que reconstruye Uvda habla de una reunión que tuvo lugar en 2010 y a la que acudieron los siete ministros principales del Ejecutivo. Nada más terminar el encuentro y justo cuando Ashkenazi y Dagan estaban a punto de salir por la puerta, Netanyahu les ordenó que elevaran el nivel de alerta al llamado “P plus”, el código utilizado para los preparativos correspondientes a un ataque militar inminente. Ante el desconcierto del primer ministro, Ashkenazi y Dagan se negaron, según adelanta el diario
Yedioth Ahronoth. “Es posible que estés adoptando una decisión ilegal de ir a la guerra”, le advirtió Dagan a Netanyahu.
El jefe del Mosad se refería a las implicaciones políticas de aquella supuesta declaración de guerra. Que Netanyahu ordenara al Ejército y al Mosad que prepararan al país para un ataque significa que el primer ministro ninguneó al Gabinete de ministros, que debe aprobar este tipo de decisiones, y que se arrogó la facultad de ir a la guerra sin consultar con nadie.
Confirma a Uvda esta versión de los hechos el propio Barak. El ministro de Defensa se habría distanciado de Netanyahu en las últimas semanas respecto a la cuestión iraní y a la necesidad acuciante de frenar su programa nuclear. Mientras
Teherán defiende que sus instalaciones nucleares tienen como único objetivo el uso civil de la energía atómica, Occidente desconfía de los planes iraníes y el primer ministro israelí los considera incluso una amenaza existencial para su país.
En su reciente
discurso ante la Asamblea General de Naciones Unidas a finales del pasado septiembre, Netanyahu dejó entrever que un ataque a Irán podría esperar hasta la primavera o el incluso el verano que viene. A partir de ese momento, según los cálculos del primer ministro, el programa nuclear alcanzaría un punto de no retorno en el que el régimen de Teherán podría fabricar la bomba atómica en cuestión de semanas. Washington se ha mostrado hasta el momento reacio a participar en aventuras bélicas como la que supuestamente planea Netanyahu.
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