Reseña sobre las bombas usadas en la Primera Guerra.
La primera bomba diseñada específicamente para ser lanzadas de un avión fue diseñada por Alemania en 1912, se denominaba APK, consistía en una esfera de hierro de fundición cargada de explosivos, su peso variaba de 5 a 10 Kg, pro por su concepción ligera no lograba conseguir un efecto devastador motivo por lo cual no fue usada en la guerra, no obstante condujo a la construcción de una serie nueva de bombas compuesta principalmente de carbonita explosiva que fueron empleadas en los años 1914 y 1915.
Estas armas alcanzaron un peso de hasta 50 Kg y comenzaron a adquirir la forma de perfil aerodinámico.
En Gran Bretaña la equivalente a la bomba alemana fue la Hale de 9 Kg y era transportada por el Avro 504, después aparecieron nueva versiones de 45 Kg.
Francia adopto una serie de proyectiles de artillería modificados de 70, 90 y 155 mm y previstos de planos de deriva de cola y espoletas Canton-Unne, luego cuando desarrollaron una bomba específicamente diseñada para tal motivo el proyectil de 75 mm fue la más utilizada en el conflicto.
A partir de 1918 las bombas británicas Cooper de 9 Kg sustituyeron a las Hale, las bombas de 23 y 51 Kg del laboratorio Real Woolwich y las del Real Cuerpo Aéreo de 109 Kg.
Fueron diseñadas bombas de 816 Kg fueron utilizadas por los bombarderos HP 0/100 y 0/400, luego se desarrollo una de 1.500 Kg que fue construida para ser lanzada por el V/1500 aunque nunca fue utilizada.
Las bombas alemanas PuW de 300 Kg era enormemente avanzada, contaba con una funda de acero y no de hierro, sus aletas inclinadas proporcionaba una velocidad de rotación muy elevada, lo que permitía fuese una arma centrifuga, la aerodinámica reducía la resistencia del aire y transportada horizontalmente en soportes.
Los alemanes también desarrollaron bombas de 1.000 Kg usadas sobre Londres por los bombarderos Zeppelin staaken.