Rusia exhibe su presencia militar en el mar Negro
- Moscú despliega por sorpresa 7.000 soldados, 36 buques, 250 blindados y 20 aviones
Pilar Bonet Moscú
28 MAR 2013 - 20:07 CET
Rusia ha iniciado este jueves "por sorpresa" unas
maniobras militares en el mar Negro como parte de una inspección para comprobar la preparación bélica de sus Fuerzas Armadas en el distrito militar del sur, según informó la agencia oficial Itar-Tass. En el despliegue participan alrededor de 7.000 personas, entre soldados y oficiales, 36 buques (parte de los cuales procedentes de la base rusa de Sebastópol, en Crimea, Ucrania), 250 vehículos blindados, y 20 aviones y helicópteros de combate.
Según Itar-Tass, el presidente
Vladímir Putin ordenó al ministro de Defensa, Serguéi Shaigú, iniciar las operaciones "a las cuatro de la mañana" cuando se encontraba volando desde Durban, en Sudáfrica. El secretario de prensa del jefe del Estado ruso, Dmitri Peskov, subrayó que, a Shaigú, le llevaron un "sobre cerrado" con la orden "a las cuatro de la mañana". A juzgar por sus actividades matutinas, Putin amaneció en Sochi, la localidad de veraneo de la costa del mar Negro donde tiene una de sus residencias oficiales.
Las maniobras "no requieren que se informe previamente a los socios, incluidos los de la
OTAN", porque el número de participantes no rebasa las 7.000 personas, dijo Peskov. "Según la practica internacional cualquier país tiene el derecho soberano de realizar unos ejercicios planeados o por sorpresa", señaló. El viceministro de Defensa, Anatoli Antónov, confirmó que las maniobras no requerían de la presencia de inspectores y afirmó que no sólo Rusia sino todos los países ribereños necesitan que la flota esté preparada. Las maniobras, puntualizó, permitirán detectar “qué se puede hacer” para mejorar esta preparación.
Desde el lugar de operaciones, el corresponsal de la cadena de televisión Rusia-24 manifestó que los periodistas que habían sido convocados previamente para volar esta madrugada por el Ministerio de Defensa solo supieron adonde iban cuando aterrizaron en Anapa, una localidad rusa de la costa del mar Negro cercana al estrecho de Kerch, que separa el territorio ruso del ucraniano.
La principal sede de la flota del mar Negro rusa está en Sebastópol y allí tiene previsto permanecer hasta el año 2042 por lo menos, según un acuerdo firmado en abril de 2010 por el entonces presidente de Rusia,
Dmitri Medvédev, y el de Ucrania,
Víctor Yanukóvich. El acuerdo prolongó por 25 años, con otros cinco opcionales, el anterior plazo de estacionamiento de la flota rusa en Ucrania, que concluía en 2017. A cambio,
Ucrania recibió ciertos descuentos sobre los suministros de gas de Rusia.
Aunque necesitada de una profunda y costosa modernización, la flota del mar Negro tiene gran peso simbólico para Rusia. En agosto de 2008, con motivo del
conflicto con Georgia, buques de la flota se movilizaron desde su base de Sebastópol, ignorando las limitaciones impuestas por entonces presidente ucraniano
Víctor Yúshenko, quien estaba en contra de la prolongación del estacionamiento ruso. En la actualidad, la Flota rusa se responsabiliza de la seguridad de las costas de Abjazia, territorio autoproclamado independiente que Moscú ha reconocido como Estado. Una de las grandes preocupaciones del Kremlin en la zona del mar Negro es la seguridad durante los juegos Olímpicos de invierno que se celebran en 2014 en Sochi.
Además de la Flota, las maniobras militares anunciadas hoy movilizan a la aviación, la Infantería de Marina y las fuerzas de intervención especial de Rusia.