Cada día se producen 70 agresiones sexuales en el Ejército de EE UU
“Puede que se consideren patriotas, pero este comportamiento no es patriótico, es un crimen
En 2012 se produjeron 26.000 agresiones sexuales a miembros del Ejército estadounidense, con un aumento del 35% desde 2010, según un estudio presentado este martes por el Pentágono. Las estimaciones apuntan a que cada día hay 70 asaltos en los que está involucrado el personal militar, aunque la mayoría de ellos ni siquiera son denunciados.
El presidente Obama condenó este martes el número de agresiones y afirmó que sus responsables “traicionan al uniforme que visten” y merecen ser juzgados, condenados y expulsados "sin honores" del Ejército. “Es inaceptable”, afirmó en una rueda de prensa en la Casa Blanca. “Necesitamos un cambio en toda la cadena de mando”.
“Puede que se consideren patriotas, pero este comportamiento no es patriótico, es un crimen”, aseguró. El mandatario estadounidense, preguntado por las cifras durante una comparecencia junto a la presidenta de Corea del Sur, reconoció que no se trata de un fenómeno nuevo y que el secretario de Defensa deberá acelerar las medidas implementadas por su predecesor para responder a la gravedad de la situación.
El secretario de Defensa, Chuck Hagel, declaró este martes que las agresiones sexuales son “uno de los mayores desafíos a los que se enfrenta el Ejército” estadounidense. Hagel anunció además que ha encargado una serie de cambios para luchar contra la epidemia de acoso sexual, entre los que se incluyen iniciativas para procesar legalmente a los comandantes que no creen un ambiente de protección para las víctimas y reducir el estigma de aquellos que denuncien las agresiones.
Para aquellos miembros del Ejército que hayan sufrido abusos, quiero que escuchen estas palabras directamente de su Comandante en Jefe: tienen todo mi apoyo"
La publicación del informe anual del Pentágono llega en un momento en el que cada vez más autoridades piden la erradicación de los abusos y apenas dos días después la detención del responsable de un oficial de la Fuerza Aérea, encargado de la Unidad de Respuesta y Prevención de Acoso Sexual, por agredir a una mujer en un aparcamiento.
“Aunque nuestro sistema legal establece que toda persona es inocente hasta que se demuestre que es culpable, esta detención dice mucho del estado y la efectividad de los esfuerzos del Departamento [de Defensa] para detectar la plaga de agresiones sexuales en el Ejército”, declaró este martes el senador Carl Levin, durante la audiencia en la que se ha presentado el informe.
“Para aquellos miembros del Ejército que hayan sufrido abusos, quiero que escuchen estas palabras directamente de su Comandante en Jefe: tienen todo mi apoyo y quienes adopten este tipo de comportamiento serán perseguidos”, declaró el presidente. “Nosotros no somos así, esto no es lo que define Estados Unidos y es un insulto para la mayoría de hombres y mujeres que cumplen honradamente con sus responsabilidades todos los días”.
El informe del Pentágono reconoce que “el acoso sexual es un problema persistente” entre los miembros del Ejército y que “todavía queda mucho trabajo por hacer”. Según el estudio, adelantado este martes por el diario USA Today, solo una de cada 10 víctimas presentan una queja formal tras ser asaltadas. A pesar de que los mandos del Ejército abrieron 3.374 casos por agresión sexual en 2012, el Pentágono estima que el número de asaltos pudo superar los 26.000.
“Apenas una minoría de las víctimas informa de que han sido asaltadas, en comparación con las que creemos que lo sufren cada año”, reconoce el informe. Los datos revelan además que, mientras que el porcentaje de víctimas masculinas de estos asaltos se ha mantenido estable desde 2010, el porcentaje de mujeres sí ha aumentado. Hace tres años, una de cada 23 víctimas era una mujer. En 2012, ascendieron a una de cada 16.
El portavoz del Departamento de Defensa, George Little, condenó también las agresiones, afirmando que “no tienen cabida en el Ejército estadounidense”. “Los ciudadanos, incluído nuestros soldados, deberían tener garantizada una cultura de tolerancia cero hacia este comportamiento deplorable”.
El Departamento de Defensa, liderado por el secretario Chuck Hagel, ha solicitado al Congreso una nueva normativa para responder al número de agresiones y a la falta de denuncias por parte de las víctimas. En 2011, las Fuerzas Aéreas protagonizaron varios casos que dejaron al descubierto la impunidad de las agresiones.
Una investigación en una base de San Antonio, Texas, desenmascaró 59 agresiones por parte de especialistas en el reclutamiento de nuevos soldados. Poco después se sabría que el responsable de otra base en Italia había devuelto a su cargo y suspendido la pena de prisión de un año a un teniente condenado por asalto.
Hechos como éstos han llevado a Hagel a solicitar a los legisladores que limiten las competencias de los responsables de las bases militares, así como dejar que letrados militares lleven este tipo de casos, y no los mismos comandantes. Según las autoridades, esta es una de las causas por las que las víctimas rechazan denunciar cualquier agresión.
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