En una situación de combate la realidad es otra. Por mencionar un ejemplo:
A partir del minuto veinte se puede apreciar como un C-160 aterriza en un aeródromo en Mali -Gao?- dejando en tierra 2 vehículos tácticos pertenecientes a FFEEs francesas.
En una guerra la operación normal es la que se ha mencionado.
El ejemplo que usted menciona son operaciones extraordinariamente especiales. No constituyen en absoluto la norma.
Creo que los primeros que hicieron eso fueron los israelíes en una operación de rescate en la década de 1980. Utilizaron unos jeeps.
Evidentemente se trata de una situación excepcional antes que la regla. Como tal, se planifican y preparan teniendo en cuenta el caso particular. Son tan excepcionales que creo que sólo se hicieron dos veces en la historia (el caso israelí y este caso francés) y, como salieron bien, reciben mucha propaganda.
Que puedo decir, si la misión lo requiere y se reúnen todas las condiciones necesarias, se puede intentar hacer y es bueno que el ejercito realice simulacros previendo una situación así.
Pero aquí poco y nada tiene que ver el vehículo que se utilizará. Puede ser un Gaucho, un jeep, un MB-230, un Hummer, etc.
Se trata de tomar un lugar mediante este tipo de asalto y el factor sorpresa es vital aquí. Si el enemigo previera un asalto de este tipo le resultaría muy fácil tener armamento preparado y frustrar el asalto, destruyendo el Hercules antes de que pueda detenerse totalmente.
Tanto en el ejemplo israelí como en este ejemplo francés, la acción de combate la iniciaron los israelíes y los franceses respectivamente. Los vehículos no se bajaron bajo fuego, sino que, una vez abajo, son los que iniciaron el fuego.
Es una operación evidentemente muy peligrosa y potencialmente costosa. Para que valga la pena es porque el objetivo justifica el costo (siempre existe el riesgo de que algo salga mal y se termine perdiendo un Hercules de millones de dólares, más los tripulantes, las fuerzas especiales, etc.).