abril 5, 2014
By María Delicia Rearte de Giachino
¿Cuántos de los que hoy estamos aquí, en esta misma plaza, lo hacemos desde hace 32 años?
Creo que muchos, increíblemente muchos y eso me produce una enorme emoción, sobre todo porque de esos muchos, tenemos la descendencia Y esa descendencia apreciando, como lo hicieran sus padres y abuelos, aquel 2 de Abril de 1982 que no vivieron pero que viven… Pero ahora, con su criterio actual, super informado, tecnificado, desprovisto de sentimentalismo y al mismo tiempo lleno de motivaciones.
Y es muy bueno que así sea, como lo es el que los que por primera vez nos acompañan, en este Acto, quieran penetrar la grandeza de aquel día, único en la historia del siglo XX argentina y americana y descubrir su misterio.
Porque el 2 de abril, es un hito en la vida de la Patria con su grandeza y su misterio. Hoy la tecnología nos deslumbra y nos acerca al cosmos y sus entrañas. No existen ya secretos sean del orden que sean, que no podamos descubrir accionando una tecla…
Pero hay grandezas y misterios del alma que ninguna máquina reconoce como son el DEBER y el HEROÍSMO.
Y en Malvinas hubo deber y heroísmo y hubo santos y héroes. ¿Cómo entenderlo en el 2014? ¿Cómo entender que muchachos de 20 años, ofrendaran sus vidas preciosas con un ¡VIVA LA PATRIA! besando la cruz? ¿Cómo entender que sin experiencias bélicas y medios precarios, valientes pilotos rompieran las nubes en estallidos de victoria? ¿Cómo entender que en el fondo del mar reposen en su Gloria, víctimas de la codicia del poderoso? ¿Cómo entender que jóvenes mujeres con un hijo en su vientre lloraran sin lágrimas su honor? ¿Cómo entender que madres con sus brazos vacíos cantaran himnos de amor? ¿Cómo entender que muchos hayan preferido el Cielo a una Argentina que los desconoció?
Hoy, que un falso pacifismo disimula el DEBER Y EL HEROÍSMO, esas son incógnitas que la máquina no descifra y solo pueden entenderse a la luz de la JUSTICIA y la LIBERTAD…
A 32 años de Malvinas ¿qué tenemos en nuestras manos para descifrar sus grandezas y sus misterios?
Solo esporádicas y oportunistas manifestaciones dentro y fuera de la Patria en cadena nacional o en foros internacionales. Nunca una política intensiva y sostenida para destrabar la Causa Malvinas. Se va maniobrando sobre la marcha y aferrándose al último “twits”. Hace unos pocos días, la Sra. Presidente comparó el caso de los referéndums de Crimea con el del año pasado de los kelpers, apelando a un “doble standard”,que nadie entiende y que solo acarrea confusión.
Se busca el diálogo y de respuesta se obtienen nuevas medidas de posesión por el usurpador, como el hecho de nombrar como nuevo gobernador de las Islas a un político de la categoría de Colin Roberts, Director de Ultramar en el Foreing Office, acérrimo detractor de la, por él llamada “invasión argentina a las Malvinas el 2 de abril de 1982″.
Se militarizan las Islas, se explotan todos sus valiosísimos recursos, se depreda la pesca, se cobran enormes permisos al mejor postor y encima, tácitamente se les reconoce su insólita autodeterminación, cobrando a quienes viajen de Río Gallegos a Puerto Argentino un recargo del 35%, vigente para los viajes al exterior desconociendo la Res. 3550 de la AFIP aplicable a los países extranjeros.¿No son las Malvinas parte de nuestro territorio? ¿ Acaso se acepta el status de “territorio de ultramar, país ribereño” que le ha otorgado a las Islas el Reino Unido?
No somos un país creíble ni en lo económico, ni en lo político, ni en materia internacional, ni cultural ni social. Ni para inversiones, ni para créditos. Un país que no se enorgullece de sus héroes, un país que denuesta sus realidades, que envilece a los pobres y exalta a los corruptos, un país que perdió el rumbo encandilado por un mesianismo mentiroso… un país que no supo penetrar la grandeza y los misterios de Malvinas.
Por lo tanto, esos dóciles pedidos de diálogo en el cual confluyen cortésmente banderas a las cuales no les importamos ni un comino, quedan ahí, en los papeles, en los oropeles de los foros internacionales, hasta la próxima reunión en algún otro bello lugar del planeta, donde entre glamour y traducciones inentilegibles, Malvinas languidece, porque es demasiado grande y misteriosa para ser comprendida.
Inglaterra si conoce de esa grandeza y ese misterio y los respeta, con enormes erogaciones a la Corona, porque sabe que contra ellos, que yacen escondidos en las Cruces de Darwin, en el fondo del mar, en el cielo brumoso, en la nostalgia de los VGM, en el dolor de sus mujeres, solamente tiene el arma del poder, que nunca podrá arrasar con las de la Justicia y la Libertad cuando Argentina despierte de este letargo de impudicia y vanidad.
Solo han pasado 32 años, mucho y nada. La historia todavía no se ha escrito. El enemigo se tomará 99 años. Argentina despilfarra sus secretos en homenaje a un acomodamiento estéril y burocrático deshonroso, buscando errores y agregando venganza.
Inglaterra tapa su derrota cubriendo, como en la Biblia la desnudez de Noé, con un manto de pudor y caridad. Argentina abre sus heridas y muestra sus entrañas escarnecidas, rociadas con ácido, para buscar compasivas y efímeras condolencias…
Para encarar un diálogo, por cierto hacen falta dos y cuando uno tiene la Verdad y el otro la Fuerza, como en el caso de nuestra “disputa de Soberanía”, la Verdad debe imponerse a la Fuerza y la Fuerza sucumbir ante la Verdad. Pero para ello quién lo entable debe antes haber descubierto la grandeza de la Causa que defiende y su profundo misterio.
Esa grandeza y ese misterio de la Guerra de Malvinas del 82, están despojados de política, de odios, de revanchas, de mentiras, de calumnias, de intereses mezquinos, de complacencias inútiles, de palabras altisonantes o estribillos de multitudes circunstanciales. Malvinas no es un “ayuda memoria” en discurso presidencial, ni es un subsidio, ni es el cierre obligado de las arengas electorales, ni cabe en los 140 caracteres del “twits”.
Malvinas, en su grandeza y su misterio, no es para todos y todas… Es para los argentinos “sanos y humildes de corazón” que la descubren en el mástil de la escuelita rural, en el relato confidencial de un VGM, en el apretón de manos de un verdadero compatriota, en los “eternos laureles” que nos darán esa GLORIA, que todavía no pudimos conseguir, en deuda permanente con aquellos que supieron dárnosla tan generosamente…
Deber y Heroísmo, unidos en Justicia y Libertad. Grandeza y Misterio, como en el Ave Maria musitado en la tierra, en el cielo y en el mar en los 74 días honrosos de la guerra…
Estamos en Cuaresma, tiempo de perdón, reconciliación y esperanza. Mañana el Santo Padre Francisco, recibirá a la Reina de Inglaterra. La grandeza y el misterio de Malvinas presidirán el encuentro silenciosamente. Lo demás correrá por cuenta del Espíritu Santo…
María Delicia Rearte de Giachino
Mendoza, 2 de abril de 2014
QUE MAS SE PUEDE AGREGAR????.....