Defensa antimisiles y la amenaza nuclear de Corea del Norte
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La actual belicosidad de Pyongyang, sumada a múltiples ensayos de motores de cohetes y la creciente actividad en el sitio de pruebas nucleares del régimen el Pungyung-ri, ha llevado a muchos en Washington y Seúl a creer que la RDPC está planeando su cuarto ensayo nuclear y/u otro ensayo de misiles de larga distancia para mejorar la credibilidad de su disuasión nuclear. Pero mientras el público se centra en la idea de que ICBMs con cabezas nucleares podría amenazas los Estado Unidos continentales, el terreno estratégico está cambiando.
Durante los últimos nueve a ocho meses el equilibrio militar en la península se ha inclinado de manera espectacular a favor de la alianza entre Estados Unidos y Corea del Sur en cuanto a la capacidad de proyectar superioridad terrestre, naval y aérea. A principios de 2013, por ejemplo, la alianza introdujo el concepto de medida de disuasión “tit-for-tat”, mejorando de forma significativa la postura de defensa activa de Seúl y, según el Ministro de Defensa surcoreano, Kim Kwan-jin, aumentando el nivel de interoperabilidad de la alianza para “detectar, defender, disuadir y destruir” cualquier futura amenaza norcoreana.
Mientras tanto, la proliferación sin cesar de sistemas de defensa antimisiles de Estados Unidos en toda la región de Asia-Pacífico ha degradado progresivamente la capacidad estratégica de Pyongyang para disuadir a Washington con un programa de ICBM nucleares. Además de estos acontecimientos, Corea del Sur probó con éxito su misil de crucero Hyunmoo-2 en abril de este año que bajo las directrices de misiles renegociadas por Seúl en 2012 es capaz de alcanzar cualquier objetivo dentro de Corea del Norte.
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La actual belicosidad de Pyongyang, sumada a múltiples ensayos de motores de cohetes y la creciente actividad en el sitio de pruebas nucleares del régimen el Pungyung-ri, ha llevado a muchos en Washington y Seúl a creer que la RDPC está planeando su cuarto ensayo nuclear y/u otro ensayo de misiles de larga distancia para mejorar la credibilidad de su disuasión nuclear. Pero mientras el público se centra en la idea de que ICBMs con cabezas nucleares podría amenazas los Estado Unidos continentales, el terreno estratégico está cambiando.
Durante los últimos nueve a ocho meses el equilibrio militar en la península se ha inclinado de manera espectacular a favor de la alianza entre Estados Unidos y Corea del Sur en cuanto a la capacidad de proyectar superioridad terrestre, naval y aérea. A principios de 2013, por ejemplo, la alianza introdujo el concepto de medida de disuasión “tit-for-tat”, mejorando de forma significativa la postura de defensa activa de Seúl y, según el Ministro de Defensa surcoreano, Kim Kwan-jin, aumentando el nivel de interoperabilidad de la alianza para “detectar, defender, disuadir y destruir” cualquier futura amenaza norcoreana.
Mientras tanto, la proliferación sin cesar de sistemas de defensa antimisiles de Estados Unidos en toda la región de Asia-Pacífico ha degradado progresivamente la capacidad estratégica de Pyongyang para disuadir a Washington con un programa de ICBM nucleares. Además de estos acontecimientos, Corea del Sur probó con éxito su misil de crucero Hyunmoo-2 en abril de este año que bajo las directrices de misiles renegociadas por Seúl en 2012 es capaz de alcanzar cualquier objetivo dentro de Corea del Norte.