Israel intensifica su ofensiva y destruye la única central eléctrica de Gaza
Un centenar de palestinos han muerto durante los bombardeos de este martes
Juan Gómez Gaza
29 JUL 2014 - 21:28 CEST2405
El incendio en la planta de electricidad / Foto y vídeo de Reuters
Más de 100 palestinos han muerto entre la medianoche del lunes y las seis de la tarde de ayer martes tras la intensificación de
ataques israelíes contra la franja de Gaza, anunciada por el primer ministro de Israel,
Benjamín Netanyahu, el lunes por la tarde. La cuenta de muertes, facilitada por las autoridades palestinas, se disparó, así, en torno a un 10% en solo 18 horas. Israel había anunciado el lunes por la tarde la “intensificación” de sus ataques sobre el territorio “para neutralizar los túneles de
Hamás”.
Con una nueva oleada de advertencias por teléfono y mediante octavillas, las Fuerzas Armadas israelíes ordenaron la “evacuación” de diversos barrios y municipios del este y del norte de la Franja, donde ya han muerto más de 1.150 palestinos desde que Israel comenzó su operación militar contra el grupo islamista Hamás el pasado 8 de julio. Más de tres cuartas partes de las bajas son civiles, según cálculos de la
ONU. Más de 215, niños.
Ayer, a mediodía, un ataque aéreo en el campo de refugiados de Yabalia mató a una chica de 14 años llamada Tahrir Yaber. Su padre resultó herido. Por la tarde, diversos bombardeos acabaron con la vida de 13 palestinos en la misma zona.
Israel confirmó que el número de soldados fallecidos desde que comenzó la ofensiva había subido a 53. Además, han muerto tres civiles, dos israelíes y un trabajador tailandés. La orden de evacuación del lunes afectó a más de 400.000 palestinos de la Franja. Más de 200.000 gazatíes de los que han abandonado sus casas se refugian en decenas de colegios de la ONU. Un número elevado de palestinos han encontrado refugio de la incursión israelí en casas de familiares. La noche entre el lunes y el martes fue una de las más violentas desde que Israel emprendió esta nueva operación terrestre de Gaza, en la noche del pasado día 17.
Además de endurecer sus bombardeos por aire y tierra, las tropas israelíes atacaron la única planta eléctrica del minúsculo territorio palestino, que ardió por el impacto de dos granadas de tanques israelíes contra uno de sus depósitos de combustible. Según el subdirector de la compañía eléctrica, Fathi el Sheij Jalil, la central “no podrá generar energía eléctrica durante al menos un año”. La explosión agravará los problemas de suministro eléctrico que padecen los 1,8 millones de habitantes de Gaza. La central, que suministraba dos tercios de la energía ya había sufrido ataques la semana pasada así como en anteriores ofensivas y estaba funcionando a un 20% de su capacidad. Racionaba la electricidad a apenas unas horas al día. Las tremendas llamas impedían acercarse a las inmediaciones del lugar.
La destrucción de la planta eléctrica acarreará también dificultades al suministro de agua potable, según advirtió el Ayuntamiento de la Ciudad de Gaza, que pidió a los residentes que racionaran el consumo del líquido.
Las Fuerzas Armadas de Israel bombardearon en la madrugada del martes la casa del dirigente de Hamás y ex primer ministro, Ismail Haniya
Entre otros nuevos objetivos, las Fuerzas Armadas de Israel bombardearon en la madrugada del martes la casa del dirigente de Hamás y ex primer ministro,
Ismail Haniya, en el campo de refugiados de Shati. Según un guarda de seguridad que se identificó como Abu Fatti, Israel “avisó con tres cohetes de dron”, esperó 45 minutos y reventó la casa “con un solo misil”. El ataque hundió un edificio de tres pisos pero dejó las inmediaciones casi intactas.
Fracaso diplomático
Tras fracasar los intentos del secretario de Estado estadounidense, John Kerry, de lograr, en su viaje a Oriente Próximo, un alto el fuego permanente entre Israel y Hamás, el presidente
Barack Obama le manifestó este domingo por teléfono al primer ministro israelí,
Benjamín Netanyahu, el “imperativo estratégico” de establecer una tregua humanitaria “inmediata e incondicional” que acabe con las hostilidades cruzadas y que conduzca a un alto el fuego permanente basado en el acuerdo de noviembre de 2012, informa
Joan Faus desde Washington.
Al considerar a Hamás un grupo terrorista, EE UU ha rechazado negociar directamente con la organización que controla la franja de Gaza y busca una salida a esta crisis a partir de la mediación de terceros países, como Egipto.
Según un comunicado de la Casa Blanca, Obama volvió a apoyar el derecho de Israel a defenderse y a criticar los ataques de Hamás, pero le comunicó a Netanyahu la “seria y creciente preocupación” de EE UU por el aumento de las muertes de palestinos civiles y de israelíes, y por el “empeoramiento” de la situación humanitaria en Gaza.
En anteriores llamadas y declaraciones públicas, el mandatario se había expresado en términos similares.
Obama también insistió en la importancia de garantizar la seguridad de Israel, pero al mismo tiempo que la población palestina en Gaza pueda tener “vidas normales” y de que se solucionen las “necesidades de desarrollo” de la franja. Finalmente, le dijo a Netanyahu que cualquier “solución duradera” al largo conflicto israelí-palestino “debe garantizar el desarmamento de grupos terroristas y la desmilitarización de Gaza”.
http://internacional.elpais.com/internacional/2014/07/28/actualidad/1406524145_728418.html