No dije que fuera fácil. Dije que es posible y que no depende de los deseos de un arma en particular.
En lo que a mi memoria reciente refiere. Durante la década de 1990 se recibieron 27 Huey estadounidenses a repartirse en tercios iguales entre las tres fuerzas: 8 para la Armada, 8 para la Fuerza Aérea y 8 para el Ejército. Finalmente, durante el nuevo siglo la totalidad de los Huey sobrevivientes se transfirieron al Ejército. Desconozco que recibió la FAA por ello y, menos aún, que recibió la Armada por ello. Pero no necesariamente les corresponden compensaciones.
Fue un caso especial porque cuando llegaron durante el gobierno de Menem se afirmo que la condición impuesta por Estados Unidos para la transferencia de dichos helicópteros es que se repartieran de la forma mencionada. Algo de dudosa legalidad. Pero finalmente se transfirieron todos al Ejército sin que hubiera que solicitar permiso a Estados Unidos, denunciar un acuerdo y/o alguna otra gestión diplomática.
Un segundo ejemplo, durante la última década se decidió que la administración de la aviación civil dejará de depender de la FAA para pasar a depender del Ministerio de Planificación.
Alguno puede decirme que esa iniciativa da dos pasos para atrás por cada uno que da para adelante, pero el punto es que la decisión en su momento no dependió de la opinión de la FAA ni necesariamente incluía una compensación por ello (que, según recuerdo, representaba 1/5 del presupuesto de dicha fuerza).
Un tercer ejemplo, durante la última década también observamos un proceso de centralización. Cosas que estaban bajo las jurisdicción de cada fuerza ahora dependen del Estado Mayor Conjunto y/o del Ministerio de Defensa directamente. Vienen a mi mente la inteligencia estratégica, el servicio metereologico nacional, el instituto geográfico militar, el sistema de compras, antiguos edificios que habían funcionarios como centros de detención forzosa de personas y se transformaron en museos de la memoria, etc.
Esto implico la transferencia de bienes inmuebles con todo su bienes muebles (computadoras, instrumentos, bibliotecas, archivos, etc., etc., etc.) y parte del personal.
Nuevamente, la centralización se llevo a cabo independientemente de la opinión de cada fuerza y sin que por ello tuviera que recibir una compensación.
Se pueden aducir normas que establecen ciertos límites. Pero se pueden modificar si se considera necesario. Además de los ejemplos anteriores, la reglamentación de la ley de defensa nacional puede ser considerada otro ejemplo de ello.
Un quinto ejemplo, se afirma por estos lares que la compra de los helicópteros Mi-17 fueron decididos a nivel del Ministerio sin consulta a la FAA. Así como las compras de nuevo equipamiento no necesita necesariamente opinión, tampoco puede requerirlo la baja de ciertos sistemas y/o la transferencias desde un lugar a otro.