Fadea ya gastó casi $ 2.500 millones en 4 años y el Pampa aún no despega
Desde 2010 el Estado pone entre US$ 60 y 70 millones en la fábrica de aviones. El principal proyecto -el
Pampa III, está paralizado y los otros planes de producción corren la misma suerte. Además, los nuevos directivos realizan una exhaustiva auditoría por el presunto desvío de millones de dólares.
La estatización de la
Fábrica Argentina de Aviones (
Fadea), hace ya cuatro años, había generado grandes expectativas en la industria local. Máxime, tras la nefasta gestión de
Lockhedd Martin, la concesionaria desde 1995 a 2010.
Sin embargo, las esperanzas se fueron diluyendo tras las sucesivas presentaciones del “inminente” arranque de producción. Hoy, por el contrario, en los grandes galpones no hay señales de que los diferentes proyectos anunciados logren levantar vuelo.
Desde su estatización, el Estado puso en Fadea entre US$ 60.000.000 y 70.000.000, a valor actual, en sueldos y capital de trabajo. Es decir, más de US$ 250.000.000 en cuatro años a lo que hay que sumarle casi US$ 50 en deudas (ver debajo), lo que totaliza unos US$ 300.000.000.
Para 2014, en tanto, el presupuesto sigue siendo abultado. Los gastos de la cartera de
Defensa para mantenimiento y producción serán de casi $ 950.000.000 de los cuales $ 530.281.533 se destinan al funcionamiento de las actividades de Fadea .
Según cuentan experimentados operarios de la empresa, que piden mantener el anonimato, los principales proyectos están paralizados y los más de 1.000 empleados que trabajan allí poco tienen para hacer por estos días.
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Construcción 40 aviones IA-63 Pampa III para la Fuerza Aérea Argentina:
En octubre pasado la empresa estatal presentó el primer prototipo y anunció que estaría volando en marzo de este año. “La devaluación y las deudas impagas (ver debajo) paralizaron el plan. No hay nada”, cuenta uno de los informantes internos.
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Helicópetro chino CZ-11:
Desde Fadea
anunciaron en julio que este año arrancaría la producción en serie tras el acuerdo con la asiática
Catic. “Se cayó el acuerdo. Los chinos quieren plata, no son tontos”, sentenció una fuente bien informada.
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Producción de piezas para el KC-390 de Embraer:
Las 62 aeropartes de material compuesto y otras tantas de aluminio que la empresa iba a enviar a Brasil están con demoras. Según cuentan, se debe a una decisión de la empresa brasilera.
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Aviones de entrenamiento Grob:
El plan de Fadea era empezar a utilizar las 10 aeronaves que adquirió a la firma alemana pero nada de eso ocurrió. Sólo cuatro aviones llegaron (los otros no se pagaron aún) y en los primeros vuelos de prueba hubo accidentes que hicieron reformular el proyecto.
Mientras tanto, la devaluación trajo incertidumbre en los pagos que la compañía tiene que realizar a proveedores extranjeros; gastos contraídas durante la gestión del expresidente de la firma estatal,
Raúl Argañaraz, quien fue remplazado el año pasado por
Martín Savoca.
Según detallan, el joven Savoca inició una exhaustiva auditoría por fondos desviados durante la anterior gestión. Se desconoce el monto total, pero los rumores dentro de la empresa hablan de unos $300 millones, cifra que días atrás también publico el diario
Perfil.
Un excolaborador de Argañaráz negó que se trate de deudas. “Son obligaciones contingentes”, dijo escueto.
Según publicó el diario Perfil, una auditoría interna realizada a pedido del Ministerio de Defensa a cargo de
Agustín Rossi habría detectado un presunto desvío de fondos de poco más de $ 300 millones.
US$ 50 millones en deudas
EmpresaMontoTrabajo
Honeywell (EEUU)US$ 4 millones de dólares(turbinas para los Pampa III)
IAI (Israel)US$ 11 millones(contrato de modificación del Pucará)
Elbit Systems (Israel)US$ 15 millones(aviónica del Pampa III)
Derco (EEUU)US$ 500.000 (Aviónica Hércules)
Turbomeca (Francia)US$ 12 millones(motores del Pucará)
Grob (Alemania)US$ 13 millones(aviones entrenamiento)
Fuente: datos propios; diarios Perfil y Ámbito Financiero
El proyecto del Pampa
El desarrollo y producción en serie de 40 máquinas del sistema de armas
IA 63 Pampa III se concibió como el producto insignia de la compañía. Es un avión evolucionado del
Pampa II, monomotor, subsónico, biplaza en tándem, de ala alta, destinado al entrenamiento avanzado de pilotos de combate con capacidad de ataque ligero. El sistema ofrece -según la web oficial- una integración con simulador de vuelo, soporte logístico integrado, armamento y sensores asociados. Su costo en el mercado ronda los US$ 10 millones. Una cifra insignificante si se compara con los US$ 300 millones que ya se gastaron en Fadea desde 2010.
http://www.infonegocios.info/Nota.asp?nrc=46174&nprt=1