Barbanegra
Colaborador
Rebeldes chiíes avanzan hacia el sur de Yemen
Rebeldes chiíes avanzaron el martes hacia el sur de Yemen, provocando fuertes enfrentamientos con milicias rivales que apoyan al actual presidente. Los rebeldes, respaldados por fuerzas leales al derrocado presidente Ali Abdulá Saleh, tomaron la oficina del gobernador en la ciudad de al-Dhalea, capital de la provincia sureña homónima, según testigos.En una segunda ciudad al sur del país, los rebeldes —conocidos como hutíes— cargaron contra miles de manifestantes, matando a uno. Rebeldes y comandos policiales leales a Saleh emplearon munición real, gases lacrimógenos y bastones antimotines contra los manifestantes en la recién capturada ciudad de Taiz, según testigos. Un manifestante murió de sus heridas, según una fuente sanitaria, y docenas resultaron heridos, cuatro de ellos de gravedad.
En al-Dhalea, las fuerzas rebeldes se enfrentaron con artillería, armas antiaéreas y ametralladoras a milicias que defienden al actual mandatario, Abed Rabbo Mansur Hadi, apuntó una fuente yemení. Todas las fuentes hablaron bajo condición de anonimato porque no estaban autorizadas a hablar con la prensa.
Hadi huyó de la capital, Saná, en manos de los rebeldes desde septiembre, y se ha refugiado en la ciudad de Aden, en el sur de Yemen. Ha declarado la ciudad como capital provisional y pedido a los estados del golfo Pérsico una intervención militar que detenga la ofensiva hutí. Hadi también pidió a Naciones Unidas que declare una zona de exclusión aérea para que los rebeldes no puedan utilizar los aeropuertos y aviones de combate capturados.
Hadi y otros detractores de los hutíes acusan a los insurgentes de ser una herramienta de la potencia regional chií Irán, una acusación que ellos rechazan.
Por su parte, el ministro de Exteriores de Arabia Saudí, al-Faisal, advirtió de que "si el golpe hutí no termina de forma pacífica, tomaremos las medidas necesarias para esta crisis para proteger la región".
El Consejo de Cooperación del Golfo, formado por Arabia Saudí, Kuwait, Catar, Emiratos Árabes Unidos, Omán y Bahréin, advirtió este año de que actuaría para proteger la seguridad en la península Arábiga y describió el golpe hutí de acto "terrorista".
AP