Cundom y Dorrego (el mismo) listos para ascenso en Senado
Manuel Dorrego
Se había adelantado que el Senado sólo funcionaría en estos tiempos para convalidar nombramientos de jueces y ascensos varios. Entre ellos está el caso de
Ricardo Cundom, nuevo jefe del Ejército que pasará a ocupar el rango de teniente general, y algunos casos curiosos, como el de
Manuel Dorrego a quien
Cristina de Kirchner decidió otorgarle el ascenso a general post mórtem. Ambos,
Cundom y
Dorrego, transitaron ayer el mismo camino y lograron que la Comisión de Acuerdos emita los dictámenes para convalidar sus ascensos.
Es la función que tiene el Congreso por estas horas en las que el Gobierno, en medio de las pujas con la Justicia por la ley de subrogancias, decidió, además, avanzar y cubrir todos los cargos posibles en juzgados y fiscalías. De ahí la velocidad para procesar ternas, enviarlas al Senado y allí despachar los pliegos para que el recinto les dé el acuerdo.
El resto de la actividad, salvo una sesión hoy en Diputados para convertir en ley el mecanismo de ajuste de la Asignación Universal por Hijo, está casi en hibernación por la campaña.
Junto con
Cundom pasaron por la comisión los pliegos de acuerdos de
Patricio Sztyrle, Luis Molina y
José Castiglione, todos ellos con rango de teniente coronel y ascenso pedido para coronel.
Sólo un pequeño nubarrón complicó ayer la reunión. Los radicales habían pedido la presencia de
Cundom y el kirchnerismo no la concedió; eso era sabido. Pero se puso también sobre la mesa un informe del CELS donde el organismo recuerda que, si bien el jefe del Ejército no tiene antecedente alguno que lo complique en materia de derechos humanos (a diferencia de lo que le sucedió a
César Milani con la desaparición del conscripto
Alberto Ledo), en su legajo aparece una desobediencia a la orden de un superior de reprimir el levantamiento de La Tablada en 1988, tema sobre el que los radicales querían obviamente preguntarle.
Para completar esos trámites de ascensos y ratificaciones, los senadores convocaron a una sesión el 29 de este mes, no prevista hasta ahora y en medio de la marea de campañas en las provincias, para votar esos acuerdos y al mismo tiempo darles ingreso por el recinto, como obliga el reglamento, a pliegos de otros jueces por ratificar y los nombramientos en la AFI.
El ascenso de
Cundom viene a cubrir una costumbre castrense histórica en la Argentina: el jefe del Ejército obtiene ese cargo por decisión presidencial y luego el Senado, por pedido del Poder Ejecutivo, lo asciende al grado máximo de la fuerza; en este caso teniente general, de manera que ningún otro uniformado tenga un rango superior al del jefe.
El caso del ascenso de
Dorrego a general, según explicó la Presidente hace poco en un acto antes de enviar el pliego con ese objetivo al Senado, se trata de una deuda
"histórica", pero que generará efectos en el presente. No será quizás por la avenida que corre en la Capital Federal desde Lugones hasta Warnes, que lleva por nombre simplemente
"Dorrego", pero provocará sin dudas una crisis de identidad en el partido y en la ciudad de
Coronel Dorrego, en la provincia de Buenos Aires. Anoche ya se debatía si el Concejo Deliberante local debería votar un cambio de nombre a esa localidad y ascenderla a general.
Miguel Pichetto ya acordó la sesión del 29 próximo en el Senado para acomodar todos esos temas pendientes que, de otra forma, hubieran quedado relegados en medio del poco
"animus legislandi" que se observa por esta temporada de campaña en el Congreso.
Ese día apurarán los ascensos de
Cundom y
Dorrego, como si en eso se fuera la vida de la patria, y se dará ingreso al pedido de acuerdo a una nueva lista de jueces y al nombramiento de
Oscar Parrilli y
Juan Martín Mena como director y subdirector de la AFI.
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