Irán excarcela a un periodista de EEUU ante el fin de las sanciones
La televisión iraní acaba de anunciar la liberación de cuatro ciudadanos con doble nacionalidad en un intercambio por iraníes. Aunque el portavoz judicial no ha facilitado más detalles sobre los liberados, la agencia Fars dice que se trata del periodista del Washington Post Jason Rezaian, el pastor evangélico Saeed Abedine, el ex marine Amir Hekmat y un cuarto irano-estadounidense que no identifica. Ese ese canje podría haber sido el motivo del retraso en la presentación del informe del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) en Viena que debe permitir el levantamiento de las sanciones a Irán.
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Los principales artífices del acuerdo nuclear del pasado verano con Irán, su ministro de Exteriores, Mohammad Javad Zarif, y el secretario de Estado norteamericano, John Kerry, han llegado este sábado a Viena a la espera del informe del OIEA que debe permitir al levantamiento de las sanciones contra el país asiático. Todo hace indicar que el OIEA atestiguará que Teherán ha cumplido su compromiso de reducir su programa nuclear, tal como consensuó con las seis grandes potencias.
A raíz de ese pacto, se ha especulado con la posibilidad de organizar algún tipo de intercambio de presos entre Irán y EEUU (donde hay varios detenidos acusados de haber violado el régimen de sanciones), pero los signos han sido contradictorios. Mientras el presidente Hasan Rohani dio a entender que eso era posible, los duros que controlan el poder judicial han obstaculizado hasta ahora esa posibilidad.
El caso más conocido es el del periodista Jason Rezaian, que trabajaba para The Washington Post, cuando fue detenido en julio de 2014. El pasado noviembre un portavoz judicial iraní reconoció que había sido sentenciado a prisión, aunque no reveló la duración de la condena, que se le impuso dos meses antes por “espionaje y propaganda contra la República Islámica de Irán” en un juicio secreto y de cuyo resultado Rezaian se enteró por la televisión.
Por las mismas fechas se conoció la detención se Siamak Namazi, un hombre de negocios con doble nacionalidad iraní y estadounidense, y sobre cuyo caso no ha habido información oficial. El caso de Namazi reforzó la sospecha de que los ultras del régimen están intentando boicotear cualquier posibilidad de acercamiento a Estados Unidos tras el acuerdo nuclear. Además, también se encuentran detenidos en Irán Saeed Abedini, un pastor evangélico, y Amir Hekmati, un marine retirado. Además, un ciudadano exclusivamente estadounidense, el ex agente del FBI Robert Levinson desapareció en 2007 en la isla iraní de Kish cuando investigaba el tráfico de cigarrillos para una empresa tabaquera.
Los principales artífices del acuerdo nuclear del pasado verano con Irán --su ministro de Exteriores, Mohammad Javad Zarif, y el secretario de Estado norteamericano, John Kerry-- han llegado este sábado a Viena a la espera del informe del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) que debe permitir al levantamiento de las sanciones contra el país asiático. Todo hace indicar que el OIEA atestiguará que Teherán ha cumplido su compromiso de reducir su programa nuclear, tal como consensuó con las seis grandes potencias.
“Hoy es un día que prueba al mundo que las amenazas, las sanciones y la intimidación no funcionan; que lo que funciona es el respeto”, ha declarado Zarif a su llegada a la sede del OIEA.
El ministro iraní ha asegurado que las sanciones iban a levantarse este sábado en cuanto el OIEA emitiera su informe. Casi de inmediato, y visiblemente satisfecho por la inminencia del anuncio, se ha reunido con la Alta Representante de Política Exterior europea, Federica Mogherini, tal como ha informado ésta en su cuenta de Twitter. A continuación, tenía cita con Kerry, quien iba a trasladarse directamente a su encuentro desde el aeropuerto.
Dos años de negociaciones desde el anuncio del plan de acción en noviembre de 2013 han dado lugar a una evidente familiaridad entre ambos hombres a pesar de que sus países siguen sin restablecer relaciones diplomáticas. Prueba de ello fue la rápida liberación esta semana de 10 infantes de marina estadounidenses detenidos por los Guardianes de la Revolución iraníes tras adentrarse por error en aguas territoriales de la República Islámica.
Expectantes ante el inminente levantamiento de sanciones, las petroleras Total y Shell han enviado ejecutivos a Teherán, informa la agencia Mehr. De acuerdo con esta fuente, los representantes van a reunirse con directivos de la Compañía Nacional de Petróleo (NIOC, en sus siglas inglesas) y de la Compañía Nacional de Petroleros (NITC), que estos días celebra su 60º aniversario.
Tras la firma del acuerdo en julio y su posterior ratificación por ambos países en septiembre-octubre, se estableció el Día de Implementación cuando, tras la verificación de que Irán había cumplido sus compromisos, se levantarían efectivamente las sanciones internacionales. Las principales medidas incluían la reducción del número de centrifugadoras (las máquinas que enriquecen el uranio, que según el grado sirve para fabricar combustible nuclear como material fisible para una bomba) y del uranio enriquecido almacenado, así como el desmantelamiento del reactor de agua pesada de Arak.
Teherán ha informado en los últimos días de que había retirado el centro de su reactor de Arak y que esperaba la visita de los inspectores de OIEA para verificarlo. Con esta medida se elimina la posibilidad de obtener plutonio que pueda servir para fabricar una bomba. Fue uno de los puntos más difíciles de consensuar en el pacto alcanzado el pasado verano entre Irán y los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad (EEUU, China, Rusia, Reino Unido y Francia) más Alemania, con la mediación de la UE.
Con anterioridad Teherán había reducido de 19.000 a 6.100 las centrifugadoras en sus instalaciones de Natanz y Fordo. También durante los últimos meses ha enviado toneladas de uranio poco enriquecido a Rusia, para mantener sus reservas dentro de los límites permitidos por el acuerdo (por debajo de 300 kilos).
El esperado informe del OIEA, el organismo de la ONU que se encarga de la No Proliferación, es la precondición clave para pasar a lo que se ha llamado el Día de la Implementación (del acuerdo), a partir del cual todos los países podrán proceder al levantamiento de las sanciones que castigaban el programa atómico de Irán y que han acogotado su economía en los últimos años. No obstante, los inspectores continuarán vigilando e informando regularmente sobre sus actividades nucleares.
http://internacional.elpais.com/internacional/2016/01/16/actualidad/1452952496_345339.html