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“Mapa argentino que proyecta su territorio antártico en área chilena no tendría implicancias para Chile”
Roberto Martínez Arriaza
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Una nueva controversia comenzó a gestarse el reciente fin de semana luego de que una comisión de las Naciones Unidas haya aprobado en marzo recién pasado un mapa denominado “Límite Exterior de la Plataforma Continental Argentina”, presentado por la Cancillería de ese país, demarcación en que el territorio trasandino se adjudicaría 1.700.000 km², proyectando su espacio antártico al área correspondiente a Chile, e incluso añadiendo a las islas Malvinas (Malvinas), Georgias del Sur y Sandwich del Sur.
No obstante, y según precisa el Tratado Antártico, firmado el 1 de diciembre de 1959, nadie tiene el derecho de establecer un reclamo de soberanía ni puede ampliar la superficie del terreno reclamado, y la única forma de ser modificado es mediante la unanimidad de los miembros consultivos.
Por su parte, el canciller Heraldo Muñoz estipuló que este mapa no tiene ninguna implicancia, mientras que el ministro del Interior, Jorge Burgos, instó a que la situación se debe resolver de forma “muy amistosa, como siempre se ha hecho”.
“No tiene efectos ni implicancias prácticas”
“La plataforma continental extendida, que es lo que ha hecho la República Argentina, es algo que han hecho varios otros países como Reino Unido, Noruega y Australia, los cuales en algunos casos han incluido también a la Antártica. De hecho, Chile también está haciendo los estudios necesarios para declarar su plataforma continental extendida, que es aquella que va más allá de las 200 millas marítimas”,
determinó el director nacional del Instituto Antártico Chileno (Inach), José Retamales Espinoza, desestimando que las acciones que está llevando a cabo la Cancillería trasandina tuviesen implicancias a futuro.
“Lo que importa es que esto no tiene efectos ni implicancias prácticas a futuro, no es más que una declaración de un país que dice: esto es lo que yo creo; pero la comunidad internacional no lo acepta y que lo haya recibido las Naciones Unidas es algo que, aunque desconozco los detalles, está obligada a aceptarlo como una opinión del país que lo envía”, acotó.
Del mismo modo, Retamales recalcó que esta situación no afecta en lo absoluto en las actividades y estudios que realiza el Inach, y además explicó que las pretensiones sobre este territorio siempre han existido.
“No tiene ninguna aplicación porque no hay reclamaciones territoriales en la Antártica. Todas ellas, las que existen y las que se plantearon antes de 1959, que es cuando se firma el Tratado Antártico están congeladas. De hecho hay reclamaciones superpuestas en la Antártica, entre el Reino Unido, Argentina y Chile.
Si uno observa este mapa se da cuenta de que lo que están diciendo es que existen 200 millas desde el borde costero e incluye además a las islas Malvinas, que obviamente es territorio británico. En parte, ese bloque del continente blanco no es ni chilena, ni argentino ni del Reino Unido, ni ningún país reconoce que alguna de esas tres naciones, que tienen reclamaciones en esta área, sean dueños de ese espacio”, especifica.
Asimismo, estableció que ningún país miembro consultivo del Tratado Antártico entregaría a algún Estado una parte de este continente, afirmando que “en el tema antártico, lo que tiene que ver con la superposición de las pretensiones territoriales existe, y tenemos que aceptar que no solamente Argentina está pretendiendo lo mismo”.
“Yo no creo que alguna vez a futuro esto vaya a traer algún problema porque en el Tratado Antártico ya hay 53 países adherentes que lo han firmado, no me parece posible que estas naciones se vayan a poner de acuerdo alguna vez en entregarle a otro país una parte de ese continente”, sentenció.