Si es un FOKKER F-27 Grulla....
El accidente del TC-76.
Tragedia aérea en Mendoza: 5 muertos
Se trataba de un vuelo militar que tenía como destino la II Brigada Aérea, con asiento en Paraná; no hubo sobrevivientes
VIERNES 18 DE MAYO DE 2001
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Una máquina muy versátil
Resignación y dolor por las víctimas en Paraná
Las autoridades informaron que los cuerpos fueron enviados en un avión de la Fuerza Aérea a la ciudad de Paraná, en Entre Ríos.
Eran las 12.20 cuando el Fokker inició el carreteo para el decolaje desde la IV Brigada Aérea, con asiento en el aeropuerto El Plumerillo, y segundos después de despegar en dirección a la cabecera norte comenzó a fallar uno de los motores turbohélice, según confiaron a
La Nación fuentes militares.
Con la avería declarada, se agregó, no alcanzó a elevarse más de 20 metros, realizó un brusco viraje hacia el Este y cayó de trompa en un descampado, que está situado a unos 300 metros de la cabecera de pista y a unos 500 metros de la ruta nacional 40.
Las grandes llamaradas y el humo negro provenientes de dos explosiones sucesivas del bimotor se vieron claramente desde la ruta 40, que comunica esta provincia con la de San Juan, lo que llamó la atención de muchos automovilistas que circulaban ocasionalmente por el lugar.
Testigos del accidente aéreo relataron que fue apreciable la desviación hacia el Este del Fokker F-27 respecto del curso de despegue, pese a la baja altura que había adquirido en los primeros segundos del decolaje.
El avión, que participó del puente aéreo durante la Guerra de Malvinas, cayó cerca de un basural clandestino, que es frecuentado por linyeras que buscan elementos de valor entre los residuos.
El lugar de la colisión está a pocos kilómetros de dos distritos muy poblados de Las Heras, como Algarrobal y El Borbollón.
El jefe del aeropuerto internacional de El Plumerillo, comodoro Raúl Federici, informó a la prensa que en la torre de control no se recibió aviso alguno sobre la situación de emergencia que vivió la tripulación.
Varias dotaciones de bomberos del aeropuerto internacional de Mendoza y efectivos de la policía provincial debieron trabajar en el lugar para extinguir las llamas. Cuando apagaron el fuego solamente se alcanzaba a distinguir parte del fuselaje y la cola del viejo avión turbohélice, que quedó casi intacta.
Entre las 12.30 y las 14.55 de ayer, el aeropuerto de El Plumerillo canceló todas sus operaciones de líneas comerciales debido a las tareas de extinción del fuego, retiro de los cuerpos y peritajes aeronáuticos que se realizaron en el lugar del accidente, en El Borbollón.
Los cinco ocupantes del Fokker F-27,
matrícula militar TC-76, se encontraban en la ciudad de Mendoza para cumplir con un "vuelo ordenado por la superioridad", según indicó el jefe de prensa de la Fuerza Aérea Argentina, comodoro Jorge Reta, en un comunicado distribuido ayer.
Durante varias horas, miembros de la Junta de Investigaciones de Accidentes de Aviación Civil (Jiaac) buscaron todas las pruebas posibles entre los restos de fuselaje, que servirán para elaborar el informe final sobre las causas de la tragedia, pues este modelo de Fokker no tiene caja negra.
En tanto, el juez federal de Mendoza, Luis Alberto Leiva, realizó ayer diversas diligencias probatorias para abrir una amplia investigación penal sobre este accidente aéreo.
Este Fokker F-27, según se informó, es un avión de transporte medio para 50 plazas, de origen holandés, que tiene una reconocida confiabilidad entre los pilotos militares y civiles, aunque al promediar los años 70 la compañía Fokker dejó fabricarlo en serie.
