El hospital argentino de Haití, clave en la asistencia a los damnificados por el huracán
Desde Puerto Príncipe, el teniente primero Pablo Martínez, director de Logística del establecimiento, explicó a Infobae cómo trabajan para paliar la situación
El martes 4 de octubre el huracán Matthew tocó tierra en Haití y generó una catástrofe que a nivel local solo es comparable con el terremoto que se produjo en 2010. En un contexto como este, cobra especial relevancia la actuación del Hospital Militar Reubicable Argentino -instalado en Puerto Príncipe desde 2004- en la asistencia a los damnificados por el desastre.
El establecimiento está integrado por personal de las tres fuerzas armadas, a cargo del Estado Mayor Conjunto Argentino que hoy comanda el teniente general Bari del Valle Sosa. Si bien su función principal es asistir civiles y militares de las Naciones Unidas -opera por mandato de la ONU-, ante este tipo de tragedias extienden la ayuda a quienes la necesiten. Desde ya, hacerlo representa un importante desafío porque, en estos casos, la demanda tiende a superar la capacidad de atención.
La base carga con la responsabilidad de cumplir esta misión principalmente porque en todo el territorio no hay otro nosocomio que comparta sus características. "Estamos bajo la mirada de todo el pueblo haitiano y de todo el mundo. Somos la figura principal en esta actuación y tenemos que brindar ese apoyo", expresó desde la capital haitiana el teniente primero Pablo Martínez, director de Logística del Hospital, en comunicación con Infobae.
"En los últimos cinco meses estábamos teniendo 14 o 15 cirugías. En los últimos tres días, más de cuatro", graficó el director. "Esto se incrementa cada vez que hay accidentes: se hacen muchas derivaciones y tenemos gente internada", añadió.
Esta tarde, 23 de los 67 hombres que desempeñan funciones en el hospital se trasladaban hacia a la ciudad de Jeremy, una de las más castigadas, a unos 300 kilómetros a la capital. Mientras que en condiciones normales completar el trayecto tomaría unas tres horas de viaje, hoy el viaje podría superar las 48 horas de duración. "El viaje no es lineal. Las únicas dos rutas de acceso han sido devastadas por el huracán y se hace más complicado que lo que sería un traslado normal", explicó.
"Llevó mucho trabajo armar lo que es material para llevar. Tenemos contenedores desplegables, como los del hospital. Los contenedores se despliegan y forman a su vez tres habitáculos para atender al personal damnificado. También hay vehículos que pueden andar en esos terrenos: dos ambulancias, tres jeeps y un minibus que puede llevar mucha carga", detalló Martínez.
Si bien la información oficial escasea, hoy se habla de más 1 millón de afectados por el fenómeno, 1.000 muertos y se sabe que 60.000 personas de la zona peninsular fueron evacuadas en dirección al centro de la república. El panorama no es el más alentador y, en estas circunstancias, se especula con que podría producirse un rebrote de cólera, entre otras enfermedades.
"La expectativa es poder minimizar al máximo los daños médicos del personal y poder ayudar con un granito de arena en lo que es alimentos y elementos para esas personas. Queremos que sea un impulso para el resto de las naciones y se pueda dar ayuda, más que nada en lo que es medicamentos y alimentos, que es lo que más hace falta hoy", comentó.
"Esperamos poder cumplir con nuestra misión: cerrar un proceso en el cual venimos trabajando hace un buen tiempo y para el cual nos hemos capacitado", finalizó.
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