Relaciones China - EE.UU

Barbanegra

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El jefe de la Armada de EEUU visita la base de la flota naval del norte de China
El almirante John Richardson, jefe de operaciones navales de la Armada de EEUU, visitó hoy la base de la flota naval del norte de China en el puerto nororiental de Qingdao, y se reunió con su comandante, Yuan Yubai, para mejorar relaciones en pleno auge de tensiones marítimas en aguas del Pacífico.

El objetivo de la visita de Richardson, de cinco días, es "mejorar el entendimiento mutuo y animar a la interacción profesional entre las dos Marinas", se indica en un comunicado de la la Embajada de Estados Unidos en Pekín.

"Es un momento muy importante en unas relaciones muy importantes. Como naciones en crecimiento y potencias globales, nuestras dos Marinas jugarán un rol clave en la dirección que tomen nuestras relaciones", subrayó Richardson en la nota.

Éste ya se reunió el lunes con el comandante chino Wu Shengli, el primer encuentro que ambas partes mantienen después de que la semana pasada la Corte Permanente de Arbitraje de La Haya se pronunciara a favor de las reivindicaciones de Filipinas, aliado de EEUU, en su contencioso contra China por territorios del mar de China Meridional (océano Pacífico).

"Deberíamos aprovechar nuestra cultura marítima común para abogar por las costumbres y leyes que han servido a los marineros y a sus naciones durante miles de años, y en particular en los últimos 70 años", agregó el almirante estadounidense en su encuentro con Yuan.

Richardson destacó la importancia de que las operaciones en aguas del Mar de China Meridional, que Pekín reclama prácticamente en su totalidad, se desarrollen de forma "legítima y segura".

"La Marina de EEUU continuará llevando a cabo operaciones rutinarias y legítimas por el mundo, incluyendo el Mar de China Meridional, para proteger los derechos, libertades y usos legítimos del mar y el espacio aéreo garantizados por todos. Esto no cambiará", agregó.

La visita de Richardson es la primera que lleva a cabo a China en calidad de jefe de las operaciones navales de la Armada estadounidense, y está previsto que en Qingdao visite el portaaviones "Liaoning" y una academia de operadores de submarinos.

China y EEUU se acusan mutuamente de militarizar el mar de China Meridional, por donde pasa el 30 por ciento del comercio mundial y cuyas aguas albergan importantes recursos naturales.

Washington acusa a Pekín de expandir sus operaciones y la construcción de territorios artificiales e infraestructura, para uso tanto civil como militar, en zonas y archipiélagos disputados con países vecinos.

Por su parte, China afirma estar en su derecho de defender su soberanía en la zona ante los planes de EEUU de trasladar al 60 por ciento de su flota naval al Pacífico en 2020.

http://www.eldiario.es/politica/Armada-EEUU-visita-naval-China_0_539296257.html
 
EE.UU. envía bombarderos al Pacífico para contener a China y Corea del Norte
Publicado: 4 ago 2016 05:14 GMT

Esta actividad militar de EE.UU. está destinada a garantizar la libertad de vuelo en el territorio en disputa en el mar de la China Meridional y defender a sus aliados en la región de Corea del Norte.



El Departamento de Defensa de EE.UU. por primera vez en 10 años ha enviado una escuadrilla de bombarderos estratégicos súper maniobrables B-1B Lancer al océano Pacífico, informa el canal de televisión KHON, citando al comando regional de EE.UU. (PACOM, por sus siglas en inglés).

Los aviones llegarán a la base aérea de Andersen en la isla de Guam (en el archipiélago de las islas Marianas, EE.UU.) el sábado 6 de agosto, donde sustituirán a los bombarderos B-52. Para el mantenimiento de las aeronaves a la base también serán enviados alrededor de 300 miembros de la Fuerza Aérea de EE.UU.

Los B-1B Lancer se transferirán a Guam desde la 34ª escuadrilla expedicionaria de bombardeos que en la primera mitad del 2015 participó en operaciones en Siria, Irak y Afganistán, según informa KHON. Las tripulaciones de los cazas volaron un total de 7.000 horas, completando 630 misiones.

"Garantizar la libertad y defender"
Los aviones de la base de Guam patrullarán el mar de la China Meridional y la península de Corea. En el primer caso, esta actividad militar de EE.UU. está destinada a mostrar a los chinos que tienen la intención de garantizar la libertad de vuelo y la navegación en aguas internacionales y el espacio aéreo, a pesar de las reivindicaciones territoriales de Pekín en la región.

En el segundo caso, Washington envía un mensaje claro a las autoridades de Corea del Norte de que tienen la intención de defender a sus aliados en la región: Corea del Sur y Japón. La transferencia de los cazas B-1B Lancer, se lleva a cabo en el contexto de las últimas pruebas de misiles de Pionyang que Washington ha condenado enérgicamente una vez más.

El B-1B Lancer es un bombardero estratégico supersónico con ala de geometría variable. Puede transportar hasta 56 toneladas de misiles y bombas. Fue diseñado en un esfuerzo de romper la defensa antiaérea al realizar vuelos sobre el terreno a una altitud ultrabaja, que lo distingue de los bombarderos B-52, que pueden transportar armas nucleares.

Escudo antimisiles estadounidense en Corea del Sur
Mientras tanto, no es la única actividad militar de EE.UU. en la región. El pasado 8 de julio, Washington, en una decisión conjunta con Seúl, anunció que desplegará el sistema de misiles THAAD (Defensa Terminal de Área a Gran Altitud) en Corea del Sur, que deberá entrar en funcionamiento a finales del año 2017.

El escudo de defensa aérea avanzado deberá reforzar el arsenal de Seúl en medio de la crecientes amenazas nucleares por parte de Corea del Norte. "Corea del Sur y EE.UU. han tomado la decisión conjunta de implementar el sistema THAAD como parte de una acción defensiva para garantizar la seguridad de la República de Corea y a nuestra población de las armas nucleares de Corea del Norte, las armas de destrucción masiva y amenazas de misiles balísticas", se dice en el comunicado del Ministerio de Defensa Nacional de Corea del Sur.

Moscú y Pekín, por su parte, coinciden en señalar que esta iniciativa supone un grave daño para la seguridad estratégica de los países vecinos de la región asiática, aseguraron fuentes del Ministerio ruso de Exteriores.

Asimismo, el Ministerio ruso de Exteriores aseguró que, en el marco del acuerdo de cooperación entre Rusia y China para la estabilidad estratégica global, ambos países "han acordado desarrollar la coordinación de sus esfuerzos con el objetivo de alcanzar una mayor efectividad y fiabilidad en la protección de sus intereses nacionales".

https://actualidad.rt.com/actualidad/215078-eeuu-bombarderos-pacifico-contener-china-corea
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"Pensando lo impensable" La RAND Corporation planifica escenarios de guerra entre EEUU y China.



Un nuevo estudio de la Corporación RAND titulado "La guerra con China: Pensando lo impensable" es el último documento de reflexión dedicado a la evaluación de una guerra de Estados Unidos con China. El estudio, encargado por el Ejército de Estados Unidos, es una prueba más de que una guerra con China está siendo planificada y preparada en los escalones superiores del aparato militar y de inteligencia de Estados Unidos.

Que el papel salga de la RAND Corporation tiene un significado particular y siniestro. A lo largo de la Guerra Fría, la RAND fue donde primero se pensó "lo impensable", una frase que hizo famosa por el estratega y jefe de la RAND en la década de 1950, Herman Kahn. Kahn dedicó su libro sobre la guerra termonuclear, a la elaboración de una estrategia para lograr una guerra nuclear "ganable" contra la Unión Soviética.



De acuerdo con el prefacio del nuevo estudio, publicado la semana pasada, "Esta investigación fue patrocinada por la Oficina del Subsecretario del Ejército y llevada a cabo dentro de la Estrategia, Doctrina y Programa de Recursos del Centro RAND. RAND Arroyo Center, parte de la RAND Corporation, es un centro de investigación y desarrollo financiado y patrocinado por el Ejército de los Estados Unidos ".

El estudio es un ejercicio de juegos de guerra al estilo Kahn, es decir: sopesar los posibles resultados de una guerra entre dos potencias nucleares con total indiferencia a las consecuencias catastróficas para las personas en los Estados Unidos, China y el resto del mundo.

El estudio se basa en una serie de supuestos altamente cuestionables: que en una guerra entre Estados Unidos y China no implicaría otras potencias; que quedaría confinada a la región de Asia oriental; y que no se utilizarían armas nucleares. En realidad, una guerra en China desde el principio involucrar a aliados de Estados Unidos y que por lo tanto, con toda probabilidad, rápidamente escalaría fuera de control, se extendería más allá de Asia Oriental y aumentaría el peligro de que se utilizarían armas nucleares.

Como parte de la administración de Obama "giro a Asia," los EE.UU. han venido fortaleciendo alianzas en toda la región, estableciendo un nuevo régimen y consolidación militar basado en "interoperabilidad". El ejército de Estados Unidos no podía hacer la guerra contra China sin la inteligencia y militar y los recursos que basan de, al menos, Japón, Australia, Corea del Sur, Filipinas, Singapur y Tailandia.

El estudio de RAND Corporation considera cuatro escenarios simplistas para un conflicto definida por dos variables: intensidad (ya sea leve o grave) y duración (desde unos pocos días hasta un año o más). También toma nota de que, dado el ritmo de los avances en la tecnología militar-en lo que ya es una carrera de armas no declarada-los resultados cambian con el tiempo. De este modo, se estudia las pérdidas y los costos de ambos lados de una guerra librada en 2015 y una en 2025.

El resumen de los resultados presta mucha más atención a los resultados de los conflictos graves que para las leves. En ambos casos, una breve, la guerra severa y una larga, la guerra la severa estudio estima que el impacto económico y militar de China sería mucho mayor que en los Estados Unidos. Al mismo tiempo, se llega a la conclusión de que los EE.UU. sufrir mayores pérdidas y gastos en 2025 que en 2015.

Los estados del trabajo:

"A medida que disminuye su ventaja militar, los Estados Unidos tendrá menos confianza en que una guerra con China se ajustará a sus planes. la mejora de las capacidades militares de China, en particular para anti-acceso y la negación de área (A2AD), significan que Estados Unidos no puede contar con obtener el control operacional, la destrucción de las defensas de China, y el logro de la victoria decisiva al poco de producida la guerra ".


La conclusión sin que se sustenta toda la planificación y los preparativos del Pentágono, es que una guerra con China debe ser librada más pronto que tarde. La acumulación de fuerzas militares de Estados Unidos prevé un 60 por ciento de todo el aire y medios navales en la región del Indo-Pacífico para 2020, en poco más de tres años. Por otra parte, Washington deliberadamente y de manera peligrosa incrementa la tensión en Asia, especialmente en el Mar del Sur de China, tiene por objetivo retratar a Beijing como "agresivo" y "expansionista" e inventar el casus belli necesario.

Fuente Informe Rand



Las premisas del estudio, sin embargo, ponen de relieve el carácter agresivo, neo-colonial de una guerra confinada a una región a miles de kilómetros de Estados Unidos. El objetivo de Washington es nada menos que la total subyugación de China para los intereses estratégicos y económicos del imperialismo estadounidense.

En el asesoramiento al Pentágono y la Casa Blanca, el papel de la Corporación RAND llama a "preparaciones prudentes para poder librar una larga e intensa guerra con China." Continúa: "No menos importante es la capacidad de Estados Unidos para limitar el alcance, la intensidad y la duración de una guerra con china a través de su planificación, su sistema de control civil y su capacidad para comunicarse con china. "

La referencia a la necesidad de un "sistema de control civil" en los Estados Unidos es particularmente siniestra. A espaldas de la población estadounidense, los planes están siendo elaborados por los grupos de reflexión como la Corporación RAND, por las fuerzas militares / policiales y por el aparato estatal más amplio de medidas de estado policial para suprimir la oposición contra la guerra que van mucho más allá de las empleadas en Segunda Guerra Mundial.

El documento de la RAND Corporation es una confirmación de la refrigeración de las advertencias formuladas por el Comité Internacional de la Cuarta Internacional (CICI) en su declaración del 18 de febrero el año 2016 titulado "Socialismo y la Lucha contra la Guerra." La declaración señala que en un momento dado , el fatalismo militar se convierte en un factor importante que contribuye al estallido de la guerra. Se cita a un especialista en relaciones internacionales que escribió: "Una vez que la guerra se supone que es inevitable, los cálculos de los líderes militares cambian. La pregunta ya no es si habrá o no una guerra, sino cuando la guerra se puede hacer más ventajosa ".

El nuevo estudio indica que este cambio en el pensamiento está en marcha en Washington. Y aunque el estudio de la RAND Corporation descarta la posibilidad de una guerra nuclear, otros estrategas imperialistas están planeando tal eventualidad.

Hace apenas dos semanas, el Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS), que ha desempeñado un papel central en la planificación del "giro a Asia," emitió un informe de evaluación del arsenal nuclear chino. El documento se titula "Las fuerzas y las armas de destrucción masiva nucleares de China."

El CSIS también restó importancia a la posibilidad de una guerra nuclear, pero no lo rechazó de plano. "La historia es una advertencia sombría", declaró, "que la disuasión a veces falla, y la escalada se produce de una manera que nunca más se planean o están controladas adecuadamente.

Impulsado por el empeoramiento de desintegración económica y política del capitalismo, otra guerra catastrófica a escala global no sólo es posible, sino inevitable sin la intervención de la clase trabajadora internacional. Sin embargo, la misma crisis capitalista que está conduciendo hacia la locura de la guerra mundial también está creando el impulso de la revolución social. Esto pone de relieve la urgente necesidad de la lucha política que se libra por el CICI para construir un movimiento anti-guerra internacional de la clase obrera para poner fin al capitalismo y su sistema de Estado-nación fuera de moda y reconstruir la sociedad sobre bases socialistas.

Hace apenas dos semanas, el Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS), que ha desempeñado un papel central en la planificación del "giro a Asia," emitió un informe de evaluación del arsenal nuclear chino. El documento se titula "Las fuerzas y las armas de destrucción masiva nucleares de China."

El CSIS también restó importancia a la posibilidad de una guerra nuclear, pero no lo rechazó de plano. "La historia es una advertencia sombría", declaró, "que la disuasión a veces falla, y la escalada se produce de una manera que no se planeaba o se planeaba.

Impulsado por el empeoramiento de la desintegración económica y política del capitalismo, otra guerra catastrófica a escala global no sólo es posible, sino inevitable sin la intervención de la clase trabajadora internacional. Sin embargo, la misma crisis capitalista que está conduciendo hacia la locura de la guerra mundial también está creando el impulso de la revolución social. Esto pone de relieve la urgente necesidad de la lucha política que se libra por el CICI para construir un movimiento anti-guerra internacional de la clase obrera para poner fin al capitalismo y su sistema de Estado-nación fuera de tiempo y reconstruir la sociedad sobre bases socialistas.

La fuente original de este artículo es World Socialist Web Site
Copyright © Peter Symonds , World Socialist Web Site , 2016



http://www.globalresearch.ca/thinki...s-out-scenarios-for-us-war-with-china/5539758
 

Barbanegra

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Un destructor estadounidense atraca en un puerto chino para relajar las tensiones bilaterales
El destructor lanzamisiles estadounidense USS Benfold ha atracado en el puerto chino de Qingdao (noreste del país) en un intento de aumentar la cooperación marítima entre las dos potencias en plena tensión por la soberanía de algunas islas del mar de China Meridional.

Según un comunicado de la Embajada de Estados Unidos en China, el USS Benfold ha llegado este lunes a Qingdao en el marco de una visita programada desde hace tiempo para instar a una "relación positiva" de la Marina estadounidense con la flota del norte del Ejército de Liberación Popular (ELP) de China.

"Los marineros son marineros al final del día, ya sea en Oriente o en Occidente. Todos nos enfrentamos a los mismos retos en el mar. Estas similitudes nos unen", ha dicho Justin Harts, comandante del USS Benfold al llegar a Qingdao.

"Esta visita portuaria supone una gran oportunidad para construir relaciones entre todos los marineros basadas en nuestros intereses comunes y en nuestras perspectivas", ha añadido el oficial.

Harts vaticina que al final de la semana, cuando concluya la estancia "veremos que marineros chinos y americanos son tan similares como cualquier otro en alta mar".

Durante esta semana, ambos países han acordado una agenda para fomentar los intercambios entre ambas Marinas en una ambiente tanto formal como relajado, que incluye que integrantes del Benfold exploren Qingdao o que las dos partes disfruten de eventos culturales.

El Benfold USS partirá después hacia Yokosuka, Japón, ya que forma parte de la patrulla de la séptima flota de la Marina de EEUU para contribuir a la seguridad y estabilidad de la zona.

Su llegada a Qingdao se produce en medio de tensiones entre China y Estados Unidos, después de que hace casi un mes la Corte Permanente de Arbitraje de La Haya fallara a favor de Filipinas, aliado de EEUU, en su contencioso con China por territorios del mar de China Meridional.

China se negó a aceptar la resolución, calificó el proceso de "nulo" e "ilegal" y ha invitado a Filipinas a resolver las tensiones mediante un diálogo bilateral.

Estados Unidos, por su parte, ha reconocido el fallo de la corte y acusa a China de militarizar el mar de China Meridional, que la segunda economía mundial reclama prácticamente en su totalidad, mientras Pekín lanza acusaciones similares a Washington.

En el marco de su llamado "giro hacia Asia", EEUU planea trasladar el 60% de su flota al Pacífico hacia 2020.

http://www.elmundo.es/internacional/2016/08/08/57a8688446163f695f8b45e1.html
 

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China insta a EEUU a levantar el embargo a Cuba en su totalidad
China espera que EEUU levante por completo el bloqueo económico de Cuba, declaró este miércoles el vicecanciller chino, Wang Chao.

“Confiamos en que EEUU levante en su totalidad y lo más rápido posible el bloqueo (económico) de Cuba accediendo a las esperanzas de la comunidad internacional”, dijo el vicecanciller reunido con los periodistas en vísperas de la próxima visita a Cuba del premier del Consejo de Estado de la República Popular China (RPCh), Li Keqiang.

Anteriormente, la Cancillería de la RPCh comunicó que Li Keqiang participará del 18 al 28 de septiembre en las labores de la Asamblea General de la ONU, después de lo cual hará visitas a Canadá y Cuba, pero no concretó sus fechas.

Wang Chao agregó que el viaje a Cuba es una parte importante de los contactos bilaterales a nivel de cumbre.

“Esperamos que gracias a esta visita podamos profundizar la coordinación de nuestras acciones y buscar juntos las vías de desarrollo de nuestras relaciones bilaterales”, dijo.

Las partes planean firmar varios acuerdos económicos y comerciales durante la visita de Li Keqiang a Cuba.

EEUU extendió por un año más, hasta el 14 de septiembre de 2017, el embargo comercial contra Cuba de acuerdo con la llamada Ley de Comercio con el Enemigo de 1917.

http://www.elpais.cr/2016/09/14/china-insta-a-eeuu-a-levantar-el-embargo-a-cuba-en-su-totalidad/
 

Barbanegra

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El juego de sillas entre el EE.UU. de Trump y la China imperial
En la foto apenas se ve el rostro del chico, pero lo que interesa es la gorra inmensa que lleva puesta con la leyenda make China great again. Es un hallazgo de la web de la BBC. Ese texto pero con EE.UU. en lugar del gigante asiático fue el lema de campaña de Donald Trump. El magnate ahora presidente electo lo combinaba con la evocación América First que para muchos de sus más duros críticos emulaba el Deutschland über alles, (Alemania por encima de todo) del himno de ese país en los treinta que fue luego olvidado tras la experiencia nazi.

La referencia es interesante porque editorializa sobre un dato extraordinario de esta etapa. La victoria de Trump, pero esencialmente su mensaje proteccionista y ensimismado, adelanta el lugar histórico de potencia global de China. Es decir, su existencia no ya como contraparte sino en la disputa concreta con EE.UU. por los mismos espacios de acumulación, desafiando la forma en que se han venido haciendo las cosas según la perspectiva norteamericana. Este giro que la gorra define con nitidez, permite a la potencia comunista proyectar su influencia hoy de un modo que estaba destinado a otras épocas en el calendario de los equilibrios mundiales.

Trump dinamiza ese proceso a partir de sus propias contradicciones. Si las resuelve es probable que aparezcan límites que reordenen este mapa, pero no hay nada que indique que esos pasos estén siendo andados. El nacionalismo esquemático que profesa, al menos desde la campaña y lo que ha adelantado ya como presidente electo de su pauta de política internacional, le restan capacidad estratégica y abre vacíos que no son complejos para ser cubiertos.


Símbolos. Trump se recorta en la bandera sin un plan económico determinado, aunque ya tiene consecuencias

Se nota este comportamiento con la decisión de tumbar el Tratado Transpacífico de Cooperación Económica que venía tejiendo Barack Obama a lo largo de sus dos administraciones. Esa iniciativa, que unía a una docena de países del Asia Pacífico pero no incluía a China, no existe sin el voto de Washington. El TPP, según sus siglas en ingles (Trans-Pacific Partnership) , tenía un propósito que desbordaba el mérito comercial. Debía sustentar la doctrina geopolítica del pivot asiático que tiene raíces más allá del saliente gobierno demócrata, incluso entre los republicanos. Es el ”rebalancing” de la agenda internacional de la primera potencia hacia ese foco regional que concentra el 50 por ciento del comercio mundial y 40% del PBI global. Es claro que quien impone los acuerdos fija las reglas y ese era el plano de Washington. Beijing con acierto asumía a esa ofensiva como una obsesión agresiva de Occidente sobre su espacio de influencia.

Ahora esa arquitectura desaparece y China queda como el campeón de la globalización, un lugar que el presidente Xi Jinping prácticamente reclamó sin objetores en la reciente cumbre del Asia Pacific Economic Cooperation (APEC) en Lima. Y reiteró luego en Ecuador y Santiago de Chille como parte de la avanzada de gestos y señales vertiginosas, también por esta región, que el poderoso líder chino ha venido exponiendo desde el instante que Norteamérica decidía su cambio de rumbo. Es una etapa de paradojas impactantes. La potencia comunista narra los beneficios del libre mercado (con los filtros políticos previsibles) al tiempo que EE.UU. se alambra en un proteccionismo de otro siglo. Mientras en Nueva York Trump agredía a la prensa de su país, Xi se reunía en la capital chilena con un millar de editores periodísticos para comentar sonriente el ritmo de los nuevos tiempos.

Todo eso, que tiene la belleza de lo anecdótico, se combina con el hecho concreto de que el Imperio del Centro hace años ha activado su propio acuerdo transpacífico de apertura comercial y reducción arancelaria el RCEP, o Asociación Económica Integral Regional, que ahora se beneficiará del bonus que le brinda la victoria de Trump. Esa iniciativa abarca, por ahora, solo a países asiáticos más Australia y Nueva Zelanda y es en términos económicos ligeramente menor que el difunto TPP. Esos países asociados a China reúnen el 30% del PBI global y aproximadamente el 25% del comercio internacional.

No hay naciones americanas en esa estructura, pero hay observadores de la Alianza del Pacífico, (Chile, México, El Salvador y Perú), un universo que se multiplicará, es previsible, entre los socios que habían firmado la propuesta de Washington y ahora han quedado huérfanos. China también creó su propio Banco Mundial, el AIIB, Asian Infraestructure Investment Bank entre cuyos socios no figura EE.UU. pero si la Gran Bretaña del Brexit y Alemania entre otros 57 miembros. Puede ser esta otra paradoja, pero los intereses económicos no se detienen en peculiaridades literarias.


El presidente de China, Xi Jinping, junto a su par de Chile, Michelle Bachelet, en Santiago de Chile el 22/11/2016. DPA
Como pretendía el TPP contra China, esas estructuras, el RCEP y el Banco, que puso en marcha Beijing buscaban a su vez limitar la influencia de EE.UU. en Asia, estrategia que ahora encuentra el camino más pavimentado.

El vigor de la potencia comunista por ocupar espacios tiene otro hito en la nueva ruta de la seda hacia Paquistán que construye con una inversión de US$51 mil millones. Esa obra mayúscula apunta a crear una de la zonas económicas mas importantes del mundo dentro de la doctrina de “one belt, one road” (un cinturón una ruta). La intención es abrir un acceso por tierra para los productos chinos hacia el Océano Indico que mejore la alternativa naval actual por el angosto estrecho de Malaca. Según un informe de la BBC la nueva ruta daría a China acceso hacia la región del Golfo Pérsico (observar los vínculos fluidos con Irán) y Medio Oriente y una posición ventajosa para expandir su influencia comercial y política a África, y el sur y centro de Asia.

Para Trump y un puñado clave de sus colaboradores, la forma de contener a este impetuoso adversario es con un arancelamiento extraordinario de 45% a sus productos, y la presión, bajo amenazas, para que retornen las empresas norteamericanas radicadas en la potencia comunista. Pero es inconsistente. EE.UU. recibe de Asia una parte mayoritaria de sus insumos. Y la relocalización que ha habido se explica, entre otros aspectos, por el reducido costo salarial que ofrece China, una de las herramientas básicas de seducción de Beijing y que Trump, a nivel doméstico, ha prometido escalar. De modo que el regreso de las empresas es dudoso. Luego, si aplica los aranceles sancionatorios prometidos, lo que el locuaz magnate cosecharía además de una tensión interna imprevisible con esas corporaciones, seria inflación, y consecuentemente aumentos de tasas enfriando la economía y de nuevo golpeando el consumo. Todo a la inversa de su entusiasta programa populista.

Un dato final. Aquella ruta de la seda repotenciada recibe ese nombre porque evoca la que en el siglo I AC era la vía comercial que permitía exportar seda china hacia el otro lado del mundo. La fecha tiene un aire provocador. Por esas épocas, hacia el 63 AC en Roma en pleno auge, un aristócrata descontento llamado Lucio Sergio Catilina planeaba una conjura terminal contra el imperio por medio de la cual buscaba beneficiarse económicamente y licuar parte de sus deudas. No le fue bien, Cicerón lo enfrentó en la tribuna con sus celebres Catilinarias (“Hasta cuando abusaras de nuestra paciencia, Catilina”, frase que retumba hasta nuestros días) y luego en el terreno donde lo neutralizó con los modos de la época. Simplemente historia.

http://www.clarin.com/mundo/sillas-EEUU-Trump-China-imperial_0_1693630820.html
 

Barbanegra

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China devolverá a EEUU el dron submarino capturado por la Armada asiática tras llegar a un acuerdo
El Pentágono llegó a un "entendimiento" con Pekín para que procedan a la devolución de un dron submarino estadounidense capturado por la Armada del país asiático el pasado jueves en aguas del Mar de China Meridional.

"A través de contacto directo con las autoridades chinas, hemos llegado al acuerdo para devuelvan el vehículo submarino no tripulado a Estados Unidos", indicó en un comunicado el portavoz del Departamento de Defensa, Peter Cook.

El pasado 15 de diciembre, un buque chino capturó una sonda submarina no tripulada en aguas del Mar de China Meridional, que según Washington realizaba labores de investigación oceanográfica a cargo de la Armada estadounidense.

Cook reiteró que han trasmitido su queja a las autoridades de Pekín por lo que consideran una "captura ilegal" un dron submarino que operaba en aguas internacionales.

El aparato se encontraba a unas 50 millas náuticas al noroeste de la base naval estadounidense de la Bahía de Subic, en Filipinas, en aguas en disputa con China, que está construyendo instalaciones supuestamente militares en islas artificiales.

El presidente electo estadounidense, Donald Trump, volvió a utilizar la red social Twitter para opinar sobre el incidente.

"China ha robado un dron de investigación de la Armada estadounidense en aguas internacionales. Lo saca del agua y se lo lleva a China en un acto sin precedentes", declaró Trump.

Las aguas del Mar de China Meridional han sido escenario de varios desencuentros entre patrullas aéreas o navales estadounidenses y chinas.

El más serio ocurrió en 2001 cuando un avión espía estadounidense se vio forzado a aterrizar en la isla de Hainán tras colisionar con un caza de ese país, mientras que la tripulación fue custodiada por las autoridades de Pekín durante varios días.

http://www.elmundo.es/internacional/2016/12/17/58558ebf268e3e85628b45c5.html
 
13/01/2017
Relaciones Washington-Beijing

El sorprendente error de no buscar urgentemente puntos de entendimiento
El presidente electo se acerca a Rusia pero provoca a Beijing, con quien busca competir en los límites del abismo.


Donald Trump asumirá la presidencia norteamericana el viernes 20, pero de antemano abrió el fuego de la confrontación con China, al que considera el peor peligro para los EE.UU. A diferencia de su proclamada voluntad de inaugurar una era de colaboración con la Rusia de Vladimir Putin, con China el ultraconservador inquilino de la Casa Blanca mostró desconfianza y agresividad. Y una actitud competitiva en las orillas de un abismo imprevisible.

Trump, es cierto, no se equivoca acerca de cual es la superpotencia con la que deberá disputar el predominio en el mundo. Sin embargo, llama la atención de que no haya abierto espacios para buscar terrenos de entendimiento con el régimen del presidente Xi Jinping, el más duro pero más cosmopolita de los líderes comunistas desde la década 1977-87, en que el sabio aperturista Den Xiao Ping creó y consolidó la nueva China tras los desastres que causó la revolución cultural inspirada por el camarada Mao.

Mientras Occidente ha entrado en la etapa de la desglobalización, con China sucede lo contrario: el fantástico desarrollo de la nueva Ruta de la Seda y el cinturón euroasiático, que ya en los proyectos concretos tiene un costo superior al billón de dólares, representa un esfuerzo parecido a la Gran Muralla por sus gigantescas ambiciones. Busca asegurar una globalización que a través de redes de interconexión, ferrocarriles, carreteras, puentes, puertos y un desarrollo paralelo de instrumentos cibernéticos y financieros, crearán un sistema paralelo terrestre a los intercambios marítimos imprescindibles para Beijing, pero que tienen fragilidades peligrosas que en caso de una grave crisis aislarían al Imperio del Centro de sus fuentes de aprovisionamiento y exportaciones.

Los primeros trenes han llegado a Alemania, a Roterdam, a Londres, con viajes de 15 a 20 días desde China, con tiempos reducidos a la mitad respecto a los transportes por barco. El cinturón de interconexiones en Europa y Asia de la moderna Ruta de la Seda abarcará 65 países habitados por 4.400 millones de habitantes, 63% de la población mundial. Sus economías representan 29% de la producción mundial, pero estamos en el comienzo de un reequilibrio mundial del espacio euroasiático, que los chinos esperan que para 2030 supere los US$ 2,5 billones de intercambio comercial.

Cincuenta y dos países participan de la nueva Banca Asiática de Inversiones para las Infraestructuras, promovida naturalmente como su Banco Mundial por Beijing. Están presentes las nueve mayores economías europeas en una aventura para financiar los proyectos, que ha reunido un capital de cien mil millones de dólares. En niveles regionales se agregan otras instituciones parecidas.

Hace años ya que los analistas geopolíticos consideran que un área casi ideal para la explosión de una guerra que pase rápidamente de los tiros y cañonazos a la fase nuclear definitiva es el Mar Meridional de China, donde el imponente movimiento de naves de carga agrava viejos conflictos de soberanía entre China y los países aledaños, como Vietnam, Malasia, Filipinas y otros.

China reivindica 90% de la soberanía sobre las aguas, que bullen en particular en las islas Spratly y en torno al atolón de Scarborough Shoal, donde hasta hace poco era fuerte el cruce de Beijing con Filipinas. Los chinos han mostrado los dientes y usado las maneras fuertes hasta conseguir que EE.UU. consolidara su vasta red de alianzas bilaterales en el área. Para los países del mar meridional no hay otro remedio: China es demasiado grande y fuerte militarmente, como para eludir una alianza con el único país capaz de contenerlo.

Para consolidar su presencia, los chinos tuvieron la ocurrencia peligrosa de convertir los atolones de Spratly en verdaderas islas artificiales dotadas, en primer lugar, de aeropuertos sobre los que van y vienen aviones militares de Beijing.

El jueves pasado, ante el Senado de Washington, el nuevo secretario de Estado Rex Tillerson, dijo hablando en la sesión para obtener su confirmación para el cargo, que la construcción de esas islas artificiales militarizadas por China son comparables con la ocupación de Crimea por Rusia en el conflicto con Ucrania de 2014. Era inevitable que un portavoz de la cancillería china declarara enseguida que la amenaza era inaudita y que se violaba así la soberanía de Beijing sobre las islas.

En la zona ya pululan naves norteamericanas, chinas y de los otros países en conflicto, en un escenario que no promete nada bueno a menos que se logre bajar la exasperación inyectada por el futuro secretario de Estado de Trump y el propio presidente electo. Fuentes diplomáticas europeas sostienen que el “Estado profundo”, como llaman a las instituciones de Washington que conforman la estructura permanente de la burocracia norteamericana, incluidos el Pentágono, los servicios de inteligencia, el Departamento de Estado, el Congreso y los grandes organismos económicos financieros, están en movimiento para enfriar el perfil de esta seria crisis en incubación.

En la campaña electoral Donald Trump amenazó a China con imponer tasas del 46 por ciento a las importaciones para reequilibrar el balance comercial, netamente favorable a Beijing, y acuso a los chinos de “manipuladores de divisas”, devaluando su moneda para impulsar las exportaciones con estas maniobras que justifican las represalias norteamericanas.

http://www.clarin.com/mundo/sorpren...temente-puntos-entendimiento_0_r1Wv-CUUx.html
 
14/01/2017
ANALISIS

Peligros de guerra ¿Ante una crisis por error de cálculo?
Mientras el gobierno de Obama se enfrenta a Rusia, Trump colisiona con China aún antes de asumir.




Barack Obama, Ji Xinping y Vladimir Putin.

ROSENDO FRAGA.*
La historia dirá si el 11 de enero de 2017 es una fecha irrelevante en la historia mundial, o el inicio de una escalada militar entre las tres potencias globales: EE.UU, China y Rusia.

En la mañana de ese día, una Brigada del Ejército de EEUU entró en Polonia proveniente de Alemania, hacia la ciudad de Zigañ, donde tienen ahora su emplazamiento permanente. Los 3.500 hombres, 80 tanques y centenares de vehículos blindados y de transporte, que la integran, al día siguiente habían completado su despliegue, hacia su nuevo emplazamiento, próximo a la frontera entre Polonia y Rusia.

El vocero del Kremlin, dijo que este despliegue militar constituía una “amenaza para los intereses y la seguridad de Rusia” y cuestionó que fuerzas militares ajenas a Europa, se estuvieran desplazando por el continente en forma amenazante para la seguridad y la paz.

Este hecho no sólo se dio en el contexto de las denuncias de la Administración Obama sobre el “hackeo” de los servicios de inteligencia de Rusia para influir en la campaña electoral estadounidense, sino después que a lo largo de 2016 la OTAN dispusiera establecer bases permanentes para desplegar tropas en territorio de tres de sus integrantes que estuvieron en la órbita soviética y que Rusia desplegara misiles diseccionados a Europa y anunciara para 2017 el lanzamiento de una decenas de misiles experimentales intercontinentales.

En la percepción rusa, no es lo mismo una base de la OTAN con algunos cementares de hombres en Polonia, Rumania o Estonia, a la cual en caso de conflicto se envían tropas, que el establecimiento permanente de una Brigada de combate estadounidense sobre su frontera.

Ese mismo día, el futuro Secretario de Estado de los EEUU, Rex Tillerson, comparecía ante el Senado, del cual requiere la aprobación para su designación.

Sus definiciones respecto a China fueron contundentes en lo militar. Concretamente, dijo que su país impedirá el acceso de la potencia asiática a las islas artificiales que ha construido en el Mar del Sur de China,- donde tiene conflictos de soberanía marítima con Taiwán, Filipinas, Vietnam, Indonesia, Malasia y Brunei,- en los que en semanas atrás desplegó misiles tierra aire, tras la comunicación telefónica de Donald Trump con la Presidenta de Taiwán y afirmar que podía abandonar la política de “una sola China”.

Cuando el futuro Secretario de Estado declaraba ante los senadores, el único portaaviones chino,- tiene otro en construcción,- venía navegando el estrecho que separa China continental de Taiwán,- que ha declarado el estado de “alerta”,- en dirección al Mar del Sur de China donde están las islas artificiales construidas en base a su poder industrial y desde las que reclama la soberanía marítima sobre el entorno.

Pero también Tillerson sostuvo que las acciones de China mediante estas islas, eran similares a la anexión de Crimea por parte de Rusia; acusó al gobierno chino de ser un aliado de Corea del Norte al no presionarla los suficiente para que abandone sus armas nucleares y que la decisión china de crear una “zona de defensa” entorno a las islas Sensaku en el Mar Oriental de China, donde tiene disputas con Japón y Corea del Sur, es “ilegal”.

Estas afirmaciones van mucho más allá del riesgo de una guerra comercial y cambiaria. Ya la diplomacia china en las últimas semanas, comenzó diciendo que Trump era una amenaza para la “estabilidad” mundial para después considerarlo riegos para la “paz” del mundo.

Pero ahora, mediante la editorial de un diario estatal, ha dicho que si EEUU quiere impedirle el acceso a las islas artificiales que considera su territorio, tendrá que “librar una guerra a gran escala”.

Es así como a pocos días antes de la asunción de Trump, Obama el Presidente saliente se encuentra en una escalada de tensión militar con Rusia y el Presidente entrante, en otra con China, ambas al mismo tiempo. Se trata de un ejercicio de poder “bipolar” sin precedentes en la primera potencia del mundo.

Simultáneamente, occidente está ensimismado en las crisis políticas que viven a la par EEUU y Europa y parecen no entender las percepciones y señales que se están generando en el resto del mundo.

Si tras la asunción del nuevo Presidente estadounidense, esta escalada militar se contiene o reduce, lo que sucedió el 11 de enero habrá sido un episodio más en la transición política más compleja y conflictiva que ha vivido la primera potencia del mundo.

Pero si no es así, el segundo miércoles de enero de 2017, será una evidencia más en la historia, de cómo la dirigencia occidental no supo advertir a tiempo las señales que pueden evitar las “crisis por error de cálculo”.

* Director del Centro de Estudios Unión para la Nueva Mayoría
http://www.clarin.com/mundo/peligros-guerra-crisis-error-calculo_0_ryHnaz_Lg.html
 
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