Estados Unidos convoca al Consejo de Seguridad por un test militar iraní
El Consejo de Seguridad de la ONU ha programado una reunión de urgencia después de que Washington haya acusado a Irán de probar un misil balístico. Estados Unidos sugiere que el ejercicio podría violar el acuerdo nuclear o la resolución que refrenda el pacto. Teherán, el país más beligerante contra el controvertido veto fronterizo firmado por Donald Trump, niega haber violado sus epígrafes.
De acuerdo con la agencia Reuters, que cita a un funcionario estadounidense a título anónimo, Irán probó el domingo pasado un misil balístico de alcance medio en Semnán, al este de Teherán. El proyectil, añade, estalló tras recorrer 1.010 kilómetros. Personal de Defensa ha detallado a Associated Press que el test "falló" en la reentrada a la atmósfera del aparato.
Esta prueba es similar a otra realizada hace seis meses, con el acuerdo nuclear en funcionamiento, pero sirve para testear al nuevo inquilino de la Casa Blanca. En contraposición a su predecesor, defensor de un pacto que según expertos ha imposibilitado "con éxito" hasta este lunes el desarrollo de un programa nuclear con fin militar, Trump ha tildado la entente de "el peor acuerdo de la Historia" y ha abogado por tumbarlo.
La primera reacción de Washington ha sido convocar este martes una cita de urgencia del Consejo de Seguridad de la ONU. Mientras tanto, sus técnicos tratan de averiguar si es cierto que el lanzamiento del misil contradice los compromisos firmados. Por un lado, el pacto nuclear; por el otro, la resolución 2231 del Consejo, que prohíbe hasta 2023 lanzar misiles capaces de transportar cabezas nucleares.
"Somos conscientes de que Irán ha disparado ese misil, pero estamos investigando su naturaleza exacta", ha declarado el secretario de prensa de la Casa Blanca Sean Spicer. El senador Bob Corker, presidente del Comité de Relaciones Externas del Senado de EEUU, ha condenado la prueba iraní y ha asegurado que se pondrá a trabajar junto a sus colegas para que Irán rinda cuentas al respecto.
Israel, que tras la victoria de Trump aguarda un reacercamiento a su patrocinador después de las críticas moderadas de la administración Obama, también ha alzado la voz. El primer ministro Netanyahu ha dicho este lunes que trasladará la cuestión de las pruebas militares de Irán al presidente estadounidense durante su encuentro del próximo 15 de febrero. Ha defendido que no haya "agresión" iraní sin respuesta. En contra de estas críticas, el ministro de Exteriores iraní, Muhammad Yavad Zarif, ha subrayado que el programa de Defensa de su país está fuera del alcance de la resolución 2231 y del pacto nuclear. Sin confirmar ni desmentir la ejecución del test balístico, Zarif ha insistido en que "los misiles no son parte de los acuerdos nucleares". Ha matizado que sólo los usarían en defensa propia.
El canciller iraní se ha expresado así durante una rueda de prensa conjunta con su homólogo francés, Jean-Marc Ayrault, en la capital de Irán. El galo ha dicho a los periodistas que Francia ha dejado claras sus preocupaciones sobre el test militar añadiendo que éste dañaba la confianza de la comunidad internacional en Irán y contravenía la mencionada resolución del Consejo de Seguridad. El Gobierno reformista iraní está presionado porque, en este año electoral, las amenazas de Trump de deshacer el pacto nuclear y el veto a que sus ciudadanos pisen EEUU cargan de razones a la oposición, crítica con abrirse a Occidente. Por eso acaba de anunciar medidas de respuesta, como un principio de reciprocidad para cerrar sus fronteras a los estadounidenses y advierte de que podría haber más.
"La nueva administración de EEUU, que se enfrenta ahora a una situación internacional desafortunada tras la imposición de su veto a los visados, podría capitalizar la cuestión provocando una nueva tensión", ha advertido Zarif según la agencia nacional iraní IRNA. Y ha incidido: "El puebo de Irán no va a esperar a que otras partes les permitan defenderse a sí mismos". Donald Trump insistió en campaña con romper el pacto nuclear, algo que tras las veloces y agresivas órdenes ejecutivas emitidas nada más tomar el cargo se ve como una posibilidad más que real. No obstante, entre los firmantes están el resto de miembros del Consejo de Seguridad y Alemania, que hasta la fecha no han expresado voluntad de romperlo.
http://www.elmundo.es/internacional/2017/01/31/58908519468aebe4408b4609.html