Barbanegra
Colaborador
China expulsa a una reportera francesa por su cobertura del terrorismo
En palabras del portavoz del Ministerio de Exteriores chino, Lu Kang, la reportera ya no era "apta" para seguir desarrollando su trabajo en China porque ha apoyado "actos crueles" y "el terrorismo que ha matado a civiles", por lo que su acreditación de prensa, que caduca este 31 de diciembre, no va a ser renovada para 2016.
En su artículo publicado el 18 de noviembre en el semanario francés LObs, Gauthier hacía referencia al atentado terrorista que días antes había dejado 130 muertos en París y criticaba los intentos del Gobierno chino de relacionar este ataque con los episodios de violencia que se suelen registrar en la provincia de Xinjiang.
Según la reportera, estos ataques -generalmente ejecutados por miembros de la minoría musulmana uigur- no tienen "nada en común" con los asesinatos de la capital francesa, y su origen habría que buscarlo en la política de mano dura que Pekín mantiene en la zona hacia los uigures. Además, aseguraba que la solidaridad de Pekín con París no era desinteresada, y que con ello buscaba recabar apoyos internacionales que respaldaran su afirmación de que la violencia étnica en Xinjiang forma parte del terrorismo global.
Desde que se publicó el reportaje, la veterana periodista residente en Pekín desde 2009 ha tenido que hacer frente a una furibunda campaña en contra suya en los medios estatales acusada de usar "un doble rasero" sobre el terrorismo, y las redes sociales se llenaron de comentarios injuriosos y amenazantes contra su persona. Según dijo, el viernes las autoridades le exigieron que pidiera disculpas públicas y se retractara, y ella se negó.
"Quieren una disculpa por cosas que no he escrito" dijo Gauthier. A su juicio, las acusaciones vertidas sobre ella son "absurdas", y aseguró que fomentar el terrorismo está mal desde el punto de vista legal y moral. "Si ese fuera el caso, deberían procesarme legalmente" añadió.
Una vez abandone el país en los próximos días, la francesa se convertirá en la primera periodista extranjera forzada a marcharse de China desde que en 2012 fuera expulsada la reportera estadounidense Melissa Chan por una serie de reportajes sobre los centros de detención ilegal y la tortura para el servicio en inglés del canal Al Jazeera.
Ante esta situación, muchos compañeros de profesión y organizaciones han acusado a China de intentar amordazar a la prensa foránea presente en el país. Como señaló la propia afectada en referencia a las acusaciones, "todo esto es retórica. Sólo pretenden intimidar a los corresponsales extranjeros en Pekín, en especial en lo relacionado con los temas de las minorías en Tíbet y Xinjiang".
Reporteros Sin Fronteras ya advirtió hace unos días que Gauthier estaba siendo objeto de "una campaña de difamación e intimidación" por parte de los medios de comunicación chinos que ha dado pie a "un linchamiento mediático". Al conocerse la noticia, el responsable de la organización para Asia y el Pacífico, Benjamin Ismail, instó a China a que "deje de usar el carnet de prensa como un arma para intimidar a los periodistas extranjeros y obstruir su labor informativa".
Por su parte, el Ministerio francés de Exteriores difundió un comunicado en el que lamentaba que no renovaran el visado a la periodista y reiteraba "la importancia del papel que juegan los periodistas en el mundo", mientras que el Club de Corresponsales Extranjeros en China dijo que "es una grave amenaza a la capacidad de los periodistas foráneos para trabajar en China".
El caso de Gauthier ilustra la aguda sensibilidad del Gobierno chino hacia cualquier información que se publique sobre Xinjiang. No en vano, cualquier nacional que ose criticar las políticas de las autoridades en la región corre un alto riesgo de ser encarcelado.
http://www.elmundo.es/television/2015/12/26/567eb965268e3e07318b45d6.html