En un año, la Nuclear de Embalse vuelve a la marcha
6 de mayo de 2017
Ayer, dentro del reactor. Los trabajos se concentran ahora en el “corazón” de la Central, para el recambio de los equipos críticos. (Gentileza CNE).
Por Fernando Colautti
LO MÁS IMPORTANTE
- No genera energía desde diciembre de 2015, cuando salió de servicio para las obras de extensión de su vida útil por otros 30 años.
- En la planta, funcionarios nacionales confirmaron ayer la construcción de otras dos centrales atómicas, que no estarán ubicadas en Córdoba.
En el primer semestre de 2018: ese fue el plazo que se anunció ayer para la puesta en marcha de la Central Nuclear de Embalse, luego de una parada iniciada en diciembre de 2015 y que demandará dos años y medio para ejecutar las obras de recambio de equipos que permitirán extender su vida útil por otros 30 años.
En alrededor de un año, la planta sería puesta en marcha. Para que entre en régimen pleno de generación, necesitará unos seis meses más (hacia fines de 2018).
Con su reincorporación al sistema, Argentina generaría a fines del año próximo con energía nuclear el 6,5 por ciento de la demanda nacional. Hacia 2025, el propósito es llegar al nueve por ciento, con la suma de dos usinas más para cuya construcción el Gobierno nacional firmará, en apenas 10 días, los contratos con su par de China.
Alta inversión
Ayer, la firma Nucleoeléctrica SA, empresa estatal que opera las tres centrales nucleares argentinas, abrió las puertas de la usina de Embalse a un grupo de medios, para recorrer las obras de reconversión en marcha.
Cuando la administración nacional anterior inició el proyecto, se informó una inversión total estimada de 1.700 millones de dólares. Ahora, Rubén Semoloni, presidente de Nucleoeléctrica, actualizó esa cifra a algo más de 2.100 millones de dólares.
Julián Gadano, subsecretario de Energía Nuclear del Ministerio de Energía y Minería de la Nación, justificó que el “reciclado” de Embalse representa un costo tres veces menor y un plazo tres veces más corto que el de construir una usina nueva de similar potencia. Semoloni lo tradujo en cifras: la reconversión de Embalse costará 2.100 millones de dólares y demandará unos tres años, frente a los seis años y seis mil millones de dólares que implicará Atucha 3, la cuarta usina atómica que el Gobierno nacional estima empezar a construir entre fines de 2017 y comienzos de 2018.
Más allá de diferencias metodológicas y operativas, el plan nuclear planteado por la administración de Macri sostiene los objetivos fijados en este rubro por el anterior gobierno nacional.
Segunda vida
La central instalada en Calamuchita, que aprovecha las aguas del mayor embalse cordobés, comenzó a construirse en 1974 y fue culminada 10 años después. En 2015 se inició el diseño para extender su vida útil, ante la inminencia de su salida de servicio por envejecimiento de sus componentes críticos. Las obras para ese proceso se iniciaron hacia 2011, mientras la parada, primero programada para 2013, se fue postergando hasta el fin de 2015.
La audiencia ambiental que debatió el proyecto se realizó recién en julio de 2016, cuando las obras ya estaban en marcha, aunque sin incursionar hasta entonces dentro del reactor.
Semoloni explicó que actualmente se trabaja en el recambio de los elementos críticos: los cuatro generadores de vapor y los 380 tubos de combustible, que se alimentan a uranio. También –indicó– habrá cambios de turbinas, de equipamientos de seguridad y otros componentes.
La remoción de los 380 viejos tubos fue el trabajo más complejo, en cuanto a riesgo radiológico, admitió Semoloni. “Esa tarea ya fue culminada y el material quedó confinado en un silo especialmente construido con ese fin”, marcó. Ese silo comparte espacios con muchos otros, menores en tamaño, que dentro del mismo predio contienen los residuos que acumuló la usina durante 31 años de generación.
Impacto en la zona
Desde hace meses, el frente de la Central –sobre la ruta entre Embalse y La Cruz– luce “inundado” de automóviles y colectivos. La playa de estacionamiento no da abasto para el movimiento de personal que requiere la obra de extensión de vida útil. Ahora, en su pico, ocupa a casi cuatro mil personas (la mayoría de empresas contratistas), incluidas varias decenas de técnicos extranjeros.
Directivos de la planta estiman que una vez que culminen las actuales obras, el personal estable rondará los 800, algo más de los casi 600 que contaba antes del proceso de reconversión.
Dos más, vía China
Gadano confirmó en Embalse los planes del Gobierno nacional en materia de energía nuclear: señaló que este mes se firmarán los contratos por los que China financiará gran parte de la construcción de dos nuevas centrales. “La cuarta estará también en Atucha y la quinta es casi seguro que no, pero no está definido el lugar hasta ahora”, dijo. Entre ambas, la inversión rondaría los 14 mil millones de dólares.
Esos contratos habían sido gestionados por el anterior gobierno nacional y, tras una renegociación, sostenidos por el actual.
Según Gadano, otros objetivos están vinculados a la fabricación de pequeños reactores para exportación y a sumar productos de utilidad para la medicina nuclear.
“Con lo nuclear, se trata de administrar riesgos”
Lo dijo Julián Gadano, secretario de Energía Nuclear de la Nación.
Marcó que toda generación de energía implica riesgos y que en el caso de la nuclear se centra en la confinación segura de los residuos radioactivos y en evitar accidentes.
A la vez, contrapuso que, salvadas esas dos cuestiones, esta energía es de bajo impacto ambiental y de nula afectación para el cambio climático. También insistió en que el país debe “diversificar su matriz energética, variando fuentes”.
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