Argentina: Noticias del Ministerio de Defensa

Tronador II

Colaborador
Ayer leí un artículo de Fernando Iglesias ( diputado electo de cambiemos por CC) en el diario de Los Andes sus conceptos de las FFAA, sus objetivos, preocupaciones y como deberían estar equipadas son preocupantes.
Le reconozco sin embargo que el tipo es claro de lo que quiere (y para que las quiere) de las FFAA, no se anda con eufemismos.
 

Armisael

Forista Borgeano
Colaborador
Ayer leí un artículo de Fernando Iglesias ( diputado electo de cambiemos por CC) en el diario de Los Andes sus conceptos de las FFAA, sus objetivos, preocupaciones y como deberían estar equipadas son preocupantes.
Le reconozco sin embargo que el tipo es claro de lo que quiere (y para que las quiere) de las FFAA, no se anda con eufemismos.

Sensación térmica Cambiemos:

50% (incluyendo a Macri y Peña) quiere FFAA fuertes y con buen Presupuesto.

20% ni les va ni les viene.

30% (área económica, Dietrich, Aranguren) quieren desguazarlas y quedarse con su Presupuesto.

La oposición, quiere reforzar a las FFAA.

Es cuestión de tiempo y una discusión política, pero está todo para ganar.
 
Domingo, 3 de diciembre de 2017 | Edición impresa



Unas Fuerzas Armadas para el siglo XXI - Por Fernando Iglesias




La conmovedora tragedia del ARA San Juan ha puesto sobre la mesa la cuestión de las Fuerzas Armadas y sus objetivos. Y, como suele suceder en el debate público argentino, las emociones han suplantado a la razón y hemos corrido de un extremo al contrario.

De considerar a los militares como una casta que merecía el repudio eterno por un genocidio cometido cuando la mayoría de sus actuales integrantes iba a jardín de infantes, buena parte de la sociedad nacional pasó a exigir que se destinen fortunas al rearme.

Ahora bien, lo sucedido en los mares del sur interpela a una política de desguace y a las responsabilidades de quienes han tomado decisiones al respecto, desde la reparación de media vida del ARA San Juan, terminada en 2014, hasta la fecha.

Solo la mayor transparencia sobre lo sucedido puede borrar la tremenda sospecha de que cuarenta y cuatro argentinos murieron de manera espantosa debido a actos de corrupción en la reparación del submarino -celebrados además con un idiota "¡Al agua, pato!"- y por falta de controles apropiados y decisiones erradas de las actuales autoridades. La Justicia tiene la palabra.

De lo que no queda duda es de que el país debe determinar, y con urgencia, qué Fuerzas Armadas necesita. Pero de allí a pensar que la cuestión se reduce a la simple compra de armamentos modernos hay un paso sobre el que es necesario reflexionar. En primer lugar: ¿es razonable volver a un esquema de defensa en el que los conflictos con Chile y Brasil y la recuperación bélica de Malvinas eran las principales hipótesis de conflicto? Ya sea por su imposibilidad como por la decisión tomada de no apelar nuevamente a la estrategia ruinosa del conflicto militar descartemos esta última opción. ¿Es razonable, entonces, intentar equilibrar el poderío militar de Chile y de Brasil? Y si es así, ¿cuánto tiempo nos llevaría, cuántos recursos insumiría, y a qué costo?

Hay una contradicción notable en quienes dicen "Estuvimos prácticamente desarmados un cuarto de siglo, es necesario rearmarnos para evitar que nos invadan". Que nos invadan… ¿quiénes? ¿Nuestros vecinos, ante los cuales estuvimos desarmados un cuarto de siglo sin que nos invadieran? Y si tuvieran esa intención, ¿qué les impediría hacerlo inmediatamente, antes de que nos rearmemos, a la primera señal de que pensamos hacerlo?

Un mínimo vistazo a la situación internacional debería calmar estas ansiedades ancestrales: terminada la etapa fundacional de fijación de fronteras, hace más de un siglo, han sido mínimos los conflictos internacionales entre países sudamericanos. Y la globalización económica y la construcción de un incipiente estado de derecho internacional han disminuido enormemente la racionalidad y la factibilidad de guerras e invasiones.

Diga lo que se diga, las estadísticas demuestran que nunca han sido tan pocas las víctimas de conflictos internacionales respecto a la población total (menos de 1/20 respecto a un siglo atrás), ni menor el número de soldados respecto a la población (-50% respecto a 1994), ni tan bajo el gasto militar en relación al PBI (menos de la mitad que en 1960).

Las estadísticas también muestran que las guerras civiles y las muertes relacionadas con el crimen organizado, y no los conflictos bélicos, son las verdaderas amenazas a la seguridad ciudadana. Y esto vale doblemente en una región, América Latina, históricamente caracterizada por una baja conflictividad internacional y por los índices de criminalidad más altos del planeta.

Por encima del reflejo básico de armarse por-las-dudas que inevitablemente lleva a la carrera armamentista, la Unión Europea muestra hoy un nuevo camino: acuerdos de control mutuo entre sus países, construcción conjunta de una fuerza defensiva para enfrentar unidos los desafíos externos, y disminución radical, coordinada y generalizada, de la inversión en armamentos y tropas destinados al conflicto con los vecinos. Aceptada la diferencia en los niveles de integración política alcanzados por Europa y Sudamérica, no se ve por qué no se pueda avanzar junto con Chile y Brasil en ese sentido.

¿Implica esto el desarme unilateral y la clausura de nuestras Fuerzas Armadas? De ninguna manera. Implica repensarlas en el marco existente, el de los peligros y amenazas que plantea la sociedad global del siglo XXI y no en el de los fantasmas del pasado; en especial: de un siglo XX que ha visto justificar las peores tragedias de la Historia en la defensa de los intereses nacionales.

No hablo solo de la Alemania del "Deutschland, über alles" (Alemania, por encima de todo) sino de la Argentina de la decadencia que parieron dos fuerzas fuertemente nacionalistas: el Partido Populista y el Partido Militar, y sus tragedias concomitantes: actos terroristas, genocidios y guerras suicidas acometidos al grito de Patria o Muerte.

Una discusión abierta en el marco del Mercosur que incluya al siempre despreciado Parlasur podría ser el punto de partida de mecanismos de seguridad regional capaces de mejorar la cooperación y la confianza mutuas, sumar esfuerzos, disminuir costos y aumentar la efectividad operativa en países como los nuestros, cuyos recursos estatales son suficientemente exiguos como para merecer mejor destino que una nueva carrera armamentista.

Así, sin caer en la utopía del desarme unilateral, las Fuerzas Armadas argentinas podrían direccionarse hacia dos desafíos que afectan hoy, concretamente, el desarrollo del país y las condiciones de vida de sus ciudadanos: la lucha contra el terrorismo internacional y el control del espacio terrestre, aéreo y marítimo; especialmente importantes en lo que se relaciona con la depredación de recursos ictícolas y el crimen organizado.

Una estrategia de lucha contra el terrorismo internacional es urgente dado el preocupante resurgir de esta amenaza a nivel global, la existencia de núcleos incipientes en la Patagonia (RAM) y la Triple Frontera, y el impacto de atentados (Embajada de Israel y AMIA, aún irresueltos) que acabaron con la vida de más de cien argentinos.

Pero esa lucha no se gana con aviones ni submarinos, como han demostrado los atentados que en 2001 destruyeron las Torres Gemelas y parte del Pentágono en un país cuyas Fuerzas Armadas son capaces de destruir la vida humana en el planeta. Esa lucha se gana con inteligencia militar orientada hacia el extranjero -y no hacia el periodismo y la oposición internos, como sucedió durante doce años- y aplicada a proveer de datos a las fuerzas de seguridad y no a la asunción de acciones que no corresponden a fuerzas militares sino policiales.

Además, el control del espacio terrestre es vital en las fronteras, lugar al cual la Gendarmería debe volver reequipada y reentrenada. No para crear un ya imposible espacio aislado sino para mantener la tradición constitucional de este país de inmigrantes al mismo tiempo que se bloquea el ingreso de armas y drogas y se impide el acceso a criminales prontuariados.

Lo mismo en lo que respecta al espacio aéreo, que debe ser radarizado y controlado por una Fuerza Aérea capaz de evitar incursiones de aéreos narcos. Y nuestros recursos ictícolas deben ser preservados de la depredación mediante un control efectivo del espacio marítimo. En todos los casos, resta la decisión de las relaciones entre las Fuerzas Armadas argentinas y Prefectura Naval, Gendarmería Nacional y demás fuerzas de seguridad afectadas a estas tareas.

Se trata de un tema en el que no me siento en condiciones de opinar, pero sí de fijar dos puntos: 1) el empleo de las Fuerzas Armadas en la lucha directa contra el crimen organizado es un error que países como México están pagando caro. No hay motivos para repetirlo. 2) Vista la Historia argentina y las legítimas susceptibilidades que despierta, es necesaria la mayor separación posible de las Fuerzas Armadas respecto de tareas internas, y esta división debe ser garantizada mediante el escrutinio permanente del Poder Ejecutivo Nacional y el Congreso.

Finalmente: una adecuada política de defensa y seguridad que preserve los intereses nacionales no es contradictoria con la participación de Argentina en iniciativas multilaterales de desarme que acaben paulatinamente con el militarismo y la guerra, esos anacronismos. Por el contrario, está en la mejor línea de la tradición de un país que ganó su primer Premio Nobel defendiendo la paz, en 1936, con Saavedra Lamas.

Como era previsible después de décadas de proliferación nuclear el mundo ha logrado su primer demente atómico: Kim Jong-Un. Creer que vamos a sobrevivir en un planeta empequeñecido por los medios tecnológicos, hiperconectado por las redes de transporte y las comunicaciones digitales, sometido a migraciones globales, invadido por armas de destrucción masiva y con un terrorismo internacional en alza es suicida para todos los seres humanos, incluidos los argentinos, y es responsabilidad del Estado nacional el evitarlo.

Por el contrario, seguir razonando en términos de "Deutschland, über alles" al mismo tiempo que se construye una sociedad global es un seguro certificado de defunción, en menos de lo que se termina un siglo. Ojalá que el recuerdo de las víctimas de la tragedia del ARA San Juan nos ayude a construir unas Fuerzas Armadas para el siglo XXI sin olvidarlo.


https://losandes.com.ar/article/vie...madas-para-el-siglo-xxi-por-fernando-iglesias
 
Sensación térmica Cambiemos:

50% (incluyendo a Macri y Peña) quiere FFAA fuertes y con buen Presupuesto.

20% ni les va ni les viene.

30% (área económica, Dietrich, Aranguren) quieren desguazarlas y quedarse con su Presupuesto.

La oposición, quiere reforzar a las FFAA.

Es cuestión de tiempo y una discusión política, pero está todo para ganar.

Yo no tengo ninguna fuente interna, pero por su comportamiento y dichos de los ultimos 30 años para aca, no concuerdo para nada con tus porcentajes .

Y menos el de Macri ( "para que queremos un submarino ?" ) , Peña ( "es una discusion que tiene que dar la sociedad para el largo plazo" ) , etc, etc y la oposicion, bueno, salvo Pichetto que en los ultimos 24 meses no se que pildora esta tomando ya dio claras muestras en los hechos que es lo que piensan y sobre todo que DESEAN para las FFAA

Iglesias, re ultra antiperonista, asocia unforme a Peron y ya fue, pero bueno, como el tema se puso ahora en la tapa de los diarios esta moderando un poco su discurso pero no nos engañemos , otro que no "necesita" a las FFAA
 

Armisael

Forista Borgeano
Colaborador
Ok, como gustes, pero te recuerdo que hasta ahora tus predicciones no se vienen dando.

Y con respecto a Peña, no me preocupa lo que dijo (que es lo que hay que hacer), sino que me preocuparía si no lo hubiera dicho.

Iglesias, representa a un grupo minoritario que ya indique.

No sé puede hablar de reconstrucción del Sistema de Defensa, sin una amplia discusión parlamentaria, donde los que van a joder son los de siempre (FPV, Donda, Stolbizer, Del Caño y otros de su laya).
 

Armisael

Forista Borgeano
Colaborador

Estuve revisando tus posteos, y no puedo levantarlos más allá de octubre de 2017.

En ese período, salvo hacerte eco de la campaña mediática armada desde América TV (grupo Eurnekian, enemigo a muerte de Aguad), realmente no afirmaste nada.

Por ese lado me corrijo.
 
Estuve revisando tus posteos, y no puedo levantarlos más allá de octubre de 2017.

En ese período, salvo hacerte eco de la campaña mediática armada desde América TV (grupo Eurnekian, enemigo a muerte de Aguad), realmente no afirmaste nada.

Por ese lado me corrijo.

No te entiendo que decis aca

Aguad siempre dije que en Comunicaciones fue un inutil y solo sirvio al Grupo Clarin
y en Defensa no tiene ninguna experiencia ademas de nombrar a gente subalterna suyo que tiene menos de experiencia que el,

no se de que camapaña de America hablas si a Aguad le pegaron desde Clarin hasta el impresentable de Solano
 

Derruido

Colaborador
Sensación térmica Cambiemos:

50% (incluyendo a Macri y Peña) quiere FFAA fuertes y con buen Presupuesto.

20% ni les va ni les viene.

30% (área económica, Dietrich, Aranguren) quieren desguazarlas y quedarse con su Presupuesto.

La oposición, quiere reforzar a las FFAA.

Es cuestión de tiempo y una discusión política, pero está todo para ganar.
Le faltó un monje negro de los que están dentro de ese 30%.

Besos
 
LUNES 04 DE DICIEMBRE DE 2017
Fuerzas Armadas: creció la cantidad de oficiales a pesar de la falta de recursos
En los últimos años se buscó compensar con ascensos el deterioro salarial; ahora se prepara una reestructuración
Mariano De Vedia

Uno de los datos ocultos que sacó a la luz la tragedia del submarino ARA San Juan son las distorsiones en las cuentas de la Armada, que destina apenas el 4,5% del presupuesto a la preservación del mantenimiento y de la reparación de buques y aeronaves. Es un problema de asignación de recursos que se extiende a todas las Fuerzas Armadas.

Según datos oficiales, desde 2003 casi se duplicó la cantidad de coroneles, capitanes de navío y comodoros en el Ejército, la Armada y la Fuerza Aérea, lo que incrementó el gasto de personal, en una etapa en la que las fuerzas -principalmente durante el período kirchnerista- enfrentaron restricciones de recursos y un avanzado deterioro de su equipamiento.




Cuando asumió Néstor Kirchner, en mayo de 2003, había en el Ejército 43 generales y 420 coroneles. A fines de 2015, las cifras habían crecido a 55 generales y 810 coroneles, según lo registra el Libro Blanco de la Defensa, que presenta las cifras de las dimensiones de las Fuerzas Armadas y fue actualizado sucesivamente durante las gestiones de Nilda Garré y Agustín Rossi en el Ministerio de Defensa. En la actualidad, tras dos años de gestión de Mauricio Macri, los generales son 44 y el número de coroneles se mantiene.

En la Armada, el fenómeno es similar. Si bien entre 2003 y 2015 se redujo la cantidad de almirantes, vicealmirantes y contraalmirantes -de 32 a 26-, el número de capitanes de navío pasó de 238 a 409. Y en la Fuerza Aérea los comodoros subieron de 239 a 525 durante la gestión kirchnerista. Son números que no sufrieron variantes en los últimos dos años. En todos los casos, hay más que en 1983, al terminar la dictadura militar.

Incluso el Ministerio de Defensa incrementó notoriamente su personal. Contaba con 600 empleados en 2003 y hoy se estima que llegan a 2300. La gestión del radical Julio Martínez, antecesor de Oscar Aguad, no redujo esencialmente la estructura.

Este crecimiento de oficiales, en fuerzas militares que cada vez tienen menos medios para la movilización efectiva, se conoce en momentos en que el presidente Macri y Aguad analizan una reestructuración de las Fuerzas Armadas y un recambio en las cúpulas, para concentrar más poder en el jefe del Estado Mayor Conjunto.

El crecimiento se dio especialmente en los grados militares que están en condiciones de ascender al máximo escalafón de la vida militar. La explicación, según admiten en las propias fuerzas, es que muchos de los coroneles, capitanes y comodoros que quedaban en los últimos años en las puertas de un ascenso -no todos pueden ser promovidos- fueron en compensación mantenidos en actividad por encima de los años que históricamente les correspondía.

La ley 19.101, que regula la actividad del personal militar, establece que los oficiales deben permanecer un tiempo mínimo en el grado recibido, antes de aspirar a un ascenso. Así, los coroneles, tenientes de navío y comodoros que cumplen funciones de comando desarrollan por lo menos cuatro años de servicio en esa categoría. A partir del quinto año pasan a ser considerados para un eventual ascenso.

La postergación de los haberes del personal retirado hizo en los últimos años que muchos jefes militares mantuvieran en actividad a oficiales que estarían en condiciones de pasar a retiro, lo que en la práctica resultaba pasar a cobrar la mitad de la remuneración del personal en actividad. Incluso, fuentes castrenses admitieron que durante la gestión del teniente general César Milani, hoy detenido en el penal de Ezeiza, se aplicó generosamente una política de ascensos y promociones para ganarse la lealtad de sus oficiales. Eso no quita que en la gestión de Garré se aplicara el criterio del pase a retiro "por portación de apellido", lo que truncó la carrera de oficiales que tenían parentescos con militares que actuaron en la dictadura.

Fuentes castrenses advirtieron, además, que otra distorsión militar es el achicamiento de la pirámide salarial. "Un jefe militar cobra seis veces lo que percibe un voluntario. En la Comisión de Energía Atómica esa diferencia es de 11 veces y llega a 15 en el Ministerio de Economía", graficó un experto.

http://www.lanacion.com.ar/2088244-...-de-oficiales-a-pesar-de-la-falta-de-recursos
 

Derruido

Colaborador
Algunas ampliaciones son lógicas, la población se duplico del 80 a la fecha
Ahí Mauro Viale, grita que 5000 millones de verdes es una enormidad, para Defensa. Y cuando le dijeron la cantidad de miembros de la Armada y los de las FFAA. Repetía el número de miembros de la Fuerza como si fueran todos parte de la Armada. Es un tipo que no tiene ni la más pálida idea de lo que dice. Y hay un error grave cuando se dicen 5000 millones de verdes. Porque el poder adquisitivo acá, de un dolar, no es lo mismo que en Chile, Perú o Bolivia.

Besos
PD. Encima el 85% del presupuesto se va en sueldos, si no más. Y hay que ver las reasignaciones o ejecuciones presupuestarias. No sea cosa que del 15% restante, solo un pequeño % se utiliza finalmente en operatividad y mantenimiento.
 
Lanata dandole consejo al gobierno


es hora -a 19 días de la desaparición del submarino- que el Gobierno se ponga los pantalones largos. No pueden estar cuatro días debajo de una baldosa discutiendo que carajo hacen“. Por tanto, resaltó que como Gobierno “tenés que hablar, tenés que recibir a los familares. Te guste o no. Esto no es una campaña electoral en que tenés que medir según como te vaya, acá se murieron 44 tipos“.


https://radiomitre.cienradios.com/f...-segun-como-te-vaya-aca-se-murieron-44-tipos/
 

fanatikorn

Colaborador
tenia adversion hacia las FFEE, y los que estaban alrededor obsecuentes y lambebotas., le hacian el juego.
Tal cual, al punto de llegar a "incentivar" a los cuadros para que estudien carreras de escritorio, las cuales les daban más puntaje para el ascenso que un curso operacional (comando, paracaidista, cazador de monte o montaña, etc.).
Eso hizo que llegado un momento terminara el curso Comando (por ej.) gente que nuca lo debería ni siquiera haber empezado, pero la falta de cuadros hizo que la necesidad tuviera cara de hereje.
 
Lanata dandole consejo al gobierno


es hora -a 19 días de la desaparición del submarino- que el Gobierno se ponga los pantalones largos. No pueden estar cuatro días debajo de una baldosa discutiendo que carajo hacen“. Por tanto, resaltó que como Gobierno “tenés que hablar, tenés que recibir a los familares. Te guste o no. Esto no es una campaña electoral en que tenés que medir según como te vaya, acá se murieron 44 tipos“.


https://radiomitre.cienradios.com/f...-segun-como-te-vaya-aca-se-murieron-44-tipos/

La primera vez que estoy de acuerdo con Lanata en años.
 

TurcoRufa

Colaborador
Colaborador
Ahí Mauro Viale, grita que 5000 millones de verdes es una enormidad, para Defensa. Y cuando le dijeron la cantidad de miembros de la Armada y los de las FFAA. Repetía el número de miembros de la Fuerza como si fueran todos parte de la Armada. Es un tipo que no tiene ni la más pálida idea de lo que dice. Y hay un error grave cuando se dicen 5000 millones de verdes. Porque el poder adquisitivo acá, de un dolar, no es lo mismo que en Chile, Perú o Bolivia.

Besos
PD. Encima el 85% del presupuesto se va en sueldos, si no más. Y hay que ver las reasignaciones o ejecuciones presupuestarias. No sea cosa que del 15% restante, solo un pequeño % se utiliza finalmente en operatividad y mantenimiento.

El problema a mi modo de ver, es que el Ministro de Defensa, o incluso el Comandante en Jefe de las FFAA, o ambos, deben salir a hablar más seguido de las condiciones en que se encuentra el país y sus FFAA, hacer comparaciones con los vecinos (no para medir el largo del instrumento, pero sí para que la gente comprenda quién esta con los pantalones bajos), hablar claramente y explicar que la no inversión durante tantos años y la subsistencia fue gracias a inversiones anteriores, es decir, se debe SI o SI invertir.

El tema es que acá, se piensa más en las elecciones que en el largo plazo. De estadistas, por ahora, poco y nada.

Saludos.-
 
Arriba