Argentina: Noticias del Ministerio de Defensa

Pero esto no siempre fue así. Mi viejo esta en suministros de la ARA, eran 600 personas en LAS ÉPOCAS. Hoy son 20 como mucho, no se bien el numero exacto. Porque a el le contó la gente que labura hace 30 años ahí como era la cosa. Ni hablar durante el proceso, un ritmo frenético de laburo, insoportable.

Hacían todo lo que te puedas imaginar. Todo. Mi vieja el otro día le recordaba a mi viejo cuando les daban los remedios hechos por la Armada. Te tomabas uno y era equivalente a tomarte 10 de los que compras en la farmacia, porque no estaban rebajados. Todo el piso de suministros donde se hacían esta completamente vacío hace ya más de 10 años.

Las FFAA fueron desmanteladas y no fue para modernizarlas o adaptarlas al siglo que corre. Minimamente la munición más basica, raciones, botas, uniformes, etc. deberían ser provistos por SM o alguna empresa argentina. El tanque se lo podes comprar a KMW, los kits de guiado a Raytheon, pero las botas las tenes que hacer acá!!
Cuando me referí a LAS ÉPOCAS es hasta fines del 90. Aunque críticas sobran, hasta que se fue Menem teníamos Fuerzas Armadas, con un problema salarial importante pero eran cosas solucionables.

Lo loco es que cuando se va la administración Menem el gasto público era la mitad de lo que es ahora, y lo más grave era un problema salarial. Y al menos se fue con una medalla, convirtió a la IMARA en un cuerpo de primera en equipamiento y a nivel operativo siempre nuestros infantes fueron unos grosos. Poquito, si....pero al menos algo.
 

Jorge II

Serpiente Negra.
Siempre terminamos en lo mismo; hablar del pasado y de lo que fue. Creo que debemos hablar del hoy y de la realidad actual y aceptar como son las cosas. No vamos a volver a ser lo que fue, de tener fabricas de todo tipo. Lo que hay que pensar es que hacer para mejorar la situación actual. Hay que ser realistas y pensar en prioridades.
 

BIGUA82

VETERANO DE GUERRA DE MALVINAS
Colaborador
La decadencia militar argentina
Por
Mariano Gonzalez Lacroix
-
16 abril, 201

No hay plata. No hay interés. Son frases que se suelen escuchar de parte de altos oficiales de las fuerzas armadas encargados de administrar los cada vez mas magros presupuestos para sus instituciones. Si bien estas frases no son novedad dentro del mundo de la defensa, las cuales se vienen repitiendo una y otra vez desde hace décadas y son rechazadas por el infranqueable mutismo de la política, la situación hoy de las cuestiones presupuestarias y de interés publico rondan una cierta pauperización que nos lleva a catalogar el contexto militar actual como decadente.

Si bien estamos dentro de un año electoral, donde tradicionalmente el poder político tiende a sacarle el blindaje a su billetera, el contexto financiero actual no parece facilitarle las cosas al Ejecutivo, el cual se encuentra en una seria pugna para dividir la torta entre carteras que conviven con apremiantes necesidades dentro de un contexto social complejo. Dentro de esta dinámica entre Ministerios con mayor visibilidad publica, Defensa aguarda la eterna espera de mejores tiempos, mientras su personal vive y opera con un progresivo deterioro de sus capacidades.

En una contundente nota en Infobae, Rosendo Fraga mencionaba que el gobierno ha perdido el voto militar. Si bien las gestiones tanto de Martinez como de Aguad se han basado en recomponer las relaciones civiles-militares malogradas durante el periodo K, las promesas de reinversión en el sector han quedado practicamente en la nada, descartando algunas compras parche, la finalización de contratos firmados durante el gobierno anterior o las adquisiciones de favor político. La administración de la cartera es presa fácil de los saltos abruptos del dolar, el cual atenta directamente contra los días de navegación, las horas de vuelo y los días de campaña (todo en su punto mas bajo en décadas).

Para intentar poner un coto al malhumor militar, desde Jefatura de Gabinete se ha avanzado con el posicionamiento de Paola Di Chiaro (la cual ejerce desde febrero) quien tiene la titánica misión de aplicar el foco fiscalista en su nuevo destino a la par de controlar la “política militar” dentro del Edificio Libertador, en tiempos en donde los militares comienzan a rumorear sobre el calendario electoral.

Pese a haber grandes (y malos) ejemplos de la decadencia con la que convive el sector, el pequeñísimo y derruido complejo industrial argentino muestra los resultados de la desinversión y el desinterés. Las lanchas LICA, tema abordado extensamente por Zona Militar, pueden ser una muestra cabal de un cierto patetismo a la hora de avanzar sobre cuestiones de Defensa Nacional. La construcción de las mismas se encuentra pronta a finalizar, restando el envío de fondos finales para que ambas lanchas puedan ser botadas. Pese a que solamente resta la instalación de una parte del motor, el poder político solicitó la botadura para poder ser inaugurados. El proselitismo choco contra la negativa de la Armada Argentina, quien continua a la espera de los fondos para finalizar sus buques ligeros.


La Armada, una fuerza comunicacionalmente recluida por su férrea disposición marítima antes que terrestre, ha quedado abatida (al igual que el país) con la tragedia del ARA San Juan. Sin embargo no ha cosechado impulso del poder político para revertir su situación. Existe una crisis importante dentro de sus filas por mantener especialidades muy necesarias para mantener y operar los distintos sistemas de armas que el mercado privado termina copando.

“No podemos volar” mencionan en Fuerza Aérea, acaso la institución que mas sufre los recortes y por sobre todas las cosas, las estampidas del dolar. Las horas de vuelo, cotizadas en dolares, son una muestra fiel de los recortes año a año que se vienen haciendo. Los Texan de instrucción básica parecen querer tapar un bosque de capacidades perdidas y que difícilmente se puedan recuperar en el corto-mediano plazo. Esta merma se potencia aun mas con la migracion de sus pilotos a destinos económicamente mas rentables, mientras el país archiva su estatus de pionero aeroespacial.

El Ejercito Argentino se prepara para rascar la cacerola mientras palpa un futuro presupuestario complicado que congelará los pocos proyectos en pie que actualmente se mantienen (aunque con avances sumamente lentos). “Equipamiento individual” se sostiene a la hora de analizar las necesidades mas apremiantes. Al nivel infante las compras se hacen bajo la modalidad parche” y hacia arriba las incorporaciones o modernizaciones están prácticamente paradas. No hubo interés en hacer el pago de los 2 tercios restantes para el proyecto TAM 2C, tampoco hay intenciones manifiestas para desembolsos que transformen el equipamiento vetusto del sector en uno acorde a los tiempos que corren.

El panorama es complicado. Actualmente abundan los manuales, los proyectos y las palabras. Como no hay defensa que se construya solamente a través de las palabras, sino sobre los hechos, nuestro instrumento militar mantiene su rumbo a una decadencia palpable que relativiza aun mas su importancia dentro de la vida de nuestro país. Las expectativas están puestas en la política (actual y futura) que definitivamente altere el presente rumbo de colisión, le otorgue impulso al sector y la saque de este estado de decadencia.
 
El ministerio aclaro que las lanchas lica continua, y se piensa en terminarlas osea no es un proyecto ni muerto ni congelado, veo muchas exageraciones en la nota avida cuenta del contexto economico, se están trayendo algunas cosas con los escasos recursos que se tienen.
 

Derruido

Colaborador
La decadencia militar argentina
Por
Mariano Gonzalez Lacroix
-
16 abril, 201

No hay plata. No hay interés. Son frases que se suelen escuchar de parte de altos oficiales de las fuerzas armadas encargados de administrar los cada vez mas magros presupuestos para sus instituciones. Si bien estas frases no son novedad dentro del mundo de la defensa, las cuales se vienen repitiendo una y otra vez desde hace décadas y son rechazadas por el infranqueable mutismo de la política, la situación hoy de las cuestiones presupuestarias y de interés publico rondan una cierta pauperización que nos lleva a catalogar el contexto militar actual como decadente.

Si bien estamos dentro de un año electoral, donde tradicionalmente el poder político tiende a sacarle el blindaje a su billetera, el contexto financiero actual no parece facilitarle las cosas al Ejecutivo, el cual se encuentra en una seria pugna para dividir la torta entre carteras que conviven con apremiantes necesidades dentro de un contexto social complejo. Dentro de esta dinámica entre Ministerios con mayor visibilidad publica, Defensa aguarda la eterna espera de mejores tiempos, mientras su personal vive y opera con un progresivo deterioro de sus capacidades.

En una contundente nota en Infobae, Rosendo Fraga mencionaba que el gobierno ha perdido el voto militar. Si bien las gestiones tanto de Martinez como de Aguad se han basado en recomponer las relaciones civiles-militares malogradas durante el periodo K, las promesas de reinversión en el sector han quedado practicamente en la nada, descartando algunas compras parche, la finalización de contratos firmados durante el gobierno anterior o las adquisiciones de favor político. La administración de la cartera es presa fácil de los saltos abruptos del dolar, el cual atenta directamente contra los días de navegación, las horas de vuelo y los días de campaña (todo en su punto mas bajo en décadas).

Para intentar poner un coto al malhumor militar, desde Jefatura de Gabinete se ha avanzado con el posicionamiento de Paola Di Chiaro (la cual ejerce desde febrero) quien tiene la titánica misión de aplicar el foco fiscalista en su nuevo destino a la par de controlar la “política militar” dentro del Edificio Libertador, en tiempos en donde los militares comienzan a rumorear sobre el calendario electoral.

Pese a haber grandes (y malos) ejemplos de la decadencia con la que convive el sector, el pequeñísimo y derruido complejo industrial argentino muestra los resultados de la desinversión y el desinterés. Las lanchas LICA, tema abordado extensamente por Zona Militar, pueden ser una muestra cabal de un cierto patetismo a la hora de avanzar sobre cuestiones de Defensa Nacional. La construcción de las mismas se encuentra pronta a finalizar, restando el envío de fondos finales para que ambas lanchas puedan ser botadas. Pese a que solamente resta la instalación de una parte del motor, el poder político solicitó la botadura para poder ser inaugurados. El proselitismo choco contra la negativa de la Armada Argentina, quien continua a la espera de los fondos para finalizar sus buques ligeros.


La Armada, una fuerza comunicacionalmente recluida por su férrea disposición marítima antes que terrestre, ha quedado abatida (al igual que el país) con la tragedia del ARA San Juan. Sin embargo no ha cosechado impulso del poder político para revertir su situación. Existe una crisis importante dentro de sus filas por mantener especialidades muy necesarias para mantener y operar los distintos sistemas de armas que el mercado privado termina copando.

“No podemos volar” mencionan en Fuerza Aérea, acaso la institución que mas sufre los recortes y por sobre todas las cosas, las estampidas del dolar. Las horas de vuelo, cotizadas en dolares, son una muestra fiel de los recortes año a año que se vienen haciendo. Los Texan de instrucción básica parecen querer tapar un bosque de capacidades perdidas y que difícilmente se puedan recuperar en el corto-mediano plazo. Esta merma se potencia aun mas con la migracion de sus pilotos a destinos económicamente mas rentables, mientras el país archiva su estatus de pionero aeroespacial.

El Ejercito Argentino se prepara para rascar la cacerola mientras palpa un futuro presupuestario complicado que congelará los pocos proyectos en pie que actualmente se mantienen (aunque con avances sumamente lentos). “Equipamiento individual” se sostiene a la hora de analizar las necesidades mas apremiantes. Al nivel infante las compras se hacen bajo la modalidad parche” y hacia arriba las incorporaciones o modernizaciones están prácticamente paradas. No hubo interés en hacer el pago de los 2 tercios restantes para el proyecto TAM 2C, tampoco hay intenciones manifiestas para desembolsos que transformen el equipamiento vetusto del sector en uno acorde a los tiempos que corren.

El panorama es complicado. Actualmente abundan los manuales, los proyectos y las palabras. Como no hay defensa que se construya solamente a través de las palabras, sino sobre los hechos, nuestro instrumento militar mantiene su rumbo a una decadencia palpable que relativiza aun mas su importancia dentro de la vida de nuestro país. Las expectativas están puestas en la política (actual y futura) que definitivamente altere el presente rumbo de colisión, le otorgue impulso al sector y la saque de este estado de decadencia.
Veamos como resuena por éstos pagos, si Brasil con USA se llegan a meter en Venezuela........................ que escusas van a poner acá, para ser un país tutelado por otro del mismo vecindario.

Besos
 
En los manuales militares debiera figurar entre las formas de 'neutralizar' capacidad operativa enemiga: infiltracion en el pais enemigo y ascenso al poder en ese pais X , de Ministro de Economia y Hacienda con planes de recorte presupuestario para sus FF.AA., sostener dicho plan como politica de Estado a traves de distintos gobiernos sucesivos.
 
La decadencia militar argentina
Por
Mariano Gonzalez Lacroix
-
16 abril, 201

No hay plata. No hay interés. Son frases que se suelen escuchar de parte de altos oficiales de las fuerzas armadas encargados de administrar los cada vez mas magros presupuestos para sus instituciones. Si bien estas frases no son novedad dentro del mundo de la defensa, las cuales se vienen repitiendo una y otra vez desde hace décadas y son rechazadas por el infranqueable mutismo de la política, la situación hoy de las cuestiones presupuestarias y de interés publico rondan una cierta pauperización que nos lleva a catalogar el contexto militar actual como decadente.

Si bien estamos dentro de un año electoral, donde tradicionalmente el poder político tiende a sacarle el blindaje a su billetera, el contexto financiero actual no parece facilitarle las cosas al Ejecutivo, el cual se encuentra en una seria pugna para dividir la torta entre carteras que conviven con apremiantes necesidades dentro de un contexto social complejo. Dentro de esta dinámica entre Ministerios con mayor visibilidad publica, Defensa aguarda la eterna espera de mejores tiempos, mientras su personal vive y opera con un progresivo deterioro de sus capacidades.

En una contundente nota en Infobae, Rosendo Fraga mencionaba que el gobierno ha perdido el voto militar. Si bien las gestiones tanto de Martinez como de Aguad se han basado en recomponer las relaciones civiles-militares malogradas durante el periodo K, las promesas de reinversión en el sector han quedado practicamente en la nada, descartando algunas compras parche, la finalización de contratos firmados durante el gobierno anterior o las adquisiciones de favor político. La administración de la cartera es presa fácil de los saltos abruptos del dolar, el cual atenta directamente contra los días de navegación, las horas de vuelo y los días de campaña (todo en su punto mas bajo en décadas).

Para intentar poner un coto al malhumor militar, desde Jefatura de Gabinete se ha avanzado con el posicionamiento de Paola Di Chiaro (la cual ejerce desde febrero) quien tiene la titánica misión de aplicar el foco fiscalista en su nuevo destino a la par de controlar la “política militar” dentro del Edificio Libertador, en tiempos en donde los militares comienzan a rumorear sobre el calendario electoral.

Pese a haber grandes (y malos) ejemplos de la decadencia con la que convive el sector, el pequeñísimo y derruido complejo industrial argentino muestra los resultados de la desinversión y el desinterés. Las lanchas LICA, tema abordado extensamente por Zona Militar, pueden ser una muestra cabal de un cierto patetismo a la hora de avanzar sobre cuestiones de Defensa Nacional. La construcción de las mismas se encuentra pronta a finalizar, restando el envío de fondos finales para que ambas lanchas puedan ser botadas. Pese a que solamente resta la instalación de una parte del motor, el poder político solicitó la botadura para poder ser inaugurados. El proselitismo choco contra la negativa de la Armada Argentina, quien continua a la espera de los fondos para finalizar sus buques ligeros.


La Armada, una fuerza comunicacionalmente recluida por su férrea disposición marítima antes que terrestre, ha quedado abatida (al igual que el país) con la tragedia del ARA San Juan. Sin embargo no ha cosechado impulso del poder político para revertir su situación. Existe una crisis importante dentro de sus filas por mantener especialidades muy necesarias para mantener y operar los distintos sistemas de armas que el mercado privado termina copando.

“No podemos volar” mencionan en Fuerza Aérea, acaso la institución que mas sufre los recortes y por sobre todas las cosas, las estampidas del dolar. Las horas de vuelo, cotizadas en dolares, son una muestra fiel de los recortes año a año que se vienen haciendo. Los Texan de instrucción básica parecen querer tapar un bosque de capacidades perdidas y que difícilmente se puedan recuperar en el corto-mediano plazo. Esta merma se potencia aun mas con la migracion de sus pilotos a destinos económicamente mas rentables, mientras el país archiva su estatus de pionero aeroespacial.

El Ejercito Argentino se prepara para rascar la cacerola mientras palpa un futuro presupuestario complicado que congelará los pocos proyectos en pie que actualmente se mantienen (aunque con avances sumamente lentos). “Equipamiento individual” se sostiene a la hora de analizar las necesidades mas apremiantes. Al nivel infante las compras se hacen bajo la modalidad parche” y hacia arriba las incorporaciones o modernizaciones están prácticamente paradas. No hubo interés en hacer el pago de los 2 tercios restantes para el proyecto TAM 2C, tampoco hay intenciones manifiestas para desembolsos que transformen el equipamiento vetusto del sector en uno acorde a los tiempos que corren.

El panorama es complicado. Actualmente abundan los manuales, los proyectos y las palabras. Como no hay defensa que se construya solamente a través de las palabras, sino sobre los hechos, nuestro instrumento militar mantiene su rumbo a una decadencia palpable que relativiza aun mas su importancia dentro de la vida de nuestro país. Las expectativas están puestas en la política (actual y futura) que definitivamente altere el presente rumbo de colisión, le otorgue impulso al sector y la saque de este estado de decadencia.
El principal problema que afecta a Defensa es que los procesos de expansión o achique del gasto público le son ajenos, no los puede discutir.

Cuando el gasto sube en términos reales o el país crece ni a la Justicia ni al Congreso le va a importar que se destine presupuesto a las FFAA. Y cuando se ajusta es lo mismo, ni al Congreso ni a la Justicia le importa que no se reduzcan las partidas en áreas sensibles o que están aniquiladas hace años como esta cartera. El Congreso podrá interrogar o hacer comentarios pero de ahí a armarle el presupuesto al gobierno hay un trecho largo.....y segundo que solo les importa que no se toque el gasto social y previsional. Cuando uno lo ve no lo entiende, porque estos sectores tienen un poder de lobby casi nulo pero son lo más pesado que hay para tocar.
 

Charly B.

Miembro del Staff
Moderador
El ministerio aclaro que las lanchas lica continua, y se piensa en terminarlas osea no es un proyecto ni muerto ni congelado, veo muchas exageraciones en la nota avida cuenta del contexto economico, se están trayendo algunas cosas con los escasos recursos que se tienen.
Bueno...sería propicio entonces que gire los fondos para que se las pueda terminar. Y que no se pretenda apurar plazos para sacarse la foto antes de las elecciones.
 

Derruido

Colaborador
Bueno...sería propicio entonces que gire los fondos para que se las pueda terminar. Y que no se pretenda apurar plazos para sacarse la foto antes de las elecciones.
Las Licas, no están en un mismo grado de avance que el TAM2C?................... al menos si siguen a éste ritmo, que compren un litro de glifosato, porque desde la última foto de la obra, los yuyos seguro que han crecido.

Besos
 

Derruido

Colaborador
Y que no se pretenda apurar plazos para sacarse la foto antes de las elecciones.
El San Juan, fue un claro ejemplo de adelantar trabajos............ para mostrarlo en medio de una elección presidencial. Después quedó tirado, ahí varios años más.......... aunque viendolo con la perspectiva que te dá el paso del tiempo. Mejor hubiera sido que jamás saliera de DG.

Besos
 
Arriba