Previo a concretar la Operación Sur, el 10 de diciembre de 1962, mientras despegaba desde la Estación Científica Ellsworth hacia el Polo Sur se accidentó el avión TA-33 comandado por Olezza, incendiándose y destruyéndose en su totalidad.
Permaneciendo en su puesto de comandante de aeronave y tras sufrir varias quemaduras, ayudó a evacuar tripulantes y pasajeros siendo el último en abandonar el avión. Por esta noble acción Olezza recibió la plaqueta “Premio Hechos Sobresalientes de la USAF” presentado por la Fuerza Aérea de los EEUU, que está expuesta en el Museo Nacional de Aeronáutica. El Capitán Olezza, estuvo dispuesto a hipotecar su casa y vender su auto para conseguir una nueva aeronave, si la Fuerza Aérea no le otorgaba una.
Finalmente la institución dispuso de un avión DC-3 modificado para concretar la Operación Polar. A dicha aeronave se la denominó “El Montañés”