Ceremonia de egreso en la Escuela de Guerra Naval
Se entregaron los diplomas Curso Comando y Estado Mayor Naval y del Curso Estado Mayor Especial a sus egresados.VIERNES 11, DICIEMBRE 2020
Buenos Aires – Ayer por la tarde, en el Centro Educativo de las Fuerzas Armadas (CEFFAA), se llevó adelante el acto de egreso correspondiente al Curso Comando y Estado Mayor Naval (CUCOM) y al Curso Estado Mayor Especial (CUEMES) de la Escuela de Guerra Naval (ESGN).
La ceremonia fue presidida por el Jefe del Estado Mayor General de la Armada, Contraalmirante Julio Horacio Guardia, acompañado por el Director General de Educación de la Armada, Capitán de Navío Ignacio Martín Errecaborde; y el Director de la ESGN, Capitán de Navío Claudio Dante Gardenal.
“En este contexto, nuestro objetivo principal estuvo representado por nuestra permanente vocación de excelencia académica y constante actualización por parte del cuerpo docente, orientadas a desarrollar en los futuros asesores y conductores de nuestra institución las competencias para poder afrontar las situaciones que se les presenten en un mundo cada vez más complejo e incierto”, detalló el Capitán de Navío Gardenal.
Finalizadas las palabras del Director, se dio lectura a las resoluciones del Jefe del Estado Mayor General de la Armada dando por aprobados el CUCOM 2020 y el CUEMES 2019-20; y se procedió a la entrega de diplomas a los cursantes que los aprobaron.
Luego llegó el turno de la entrega de premios a los alumnos que por sus méritos se hicieron acreedores de los mismos y, para finalizar la ceremonia, se entonó la Marcha de la Armada. Por último, el Contraalmirante Guardia felicitó y destacó el esfuerzo realizado por los cursantes al afrontar los desafíos que planteó el presente ciclo lectivo.
Créditos: Gaceta Marinera Digital
Se realizó el ejercicio “Rosario I” en Baterías
Participaron todas las unidades de la Fuerza de Infantería de Marina de la Flota de Mar y el objetivo fue afianzar el adiestramiento en técnicas realizado a lo largo del año.LUNES 14, DICIEMBRE 2020
Baterías – Durante la semana pasada tuvo lugar en Baterías el ejercicio “Rosario I” que implicó la participación de tropas de instrucción en el terreno. El ejercicio se planificó y llevó a cabo sobre un hecho histórico: la Operación “Rosario”, realizada el 2 de abril de 1982, en la cual un elemento mecanizado de tiradores de Infantería de Marina se proyectó desde el mar hacia tierra como cabeza de vanguardia de la Fuerza de Desembarco, durante la recuperación de las Islas Malvinas.
Participaron personal y medios de todas las unidades que integran la Fuerza de Infantería de Marina de la Flota de Mar (FAIF) y la dirección del ejercicio estuvo a cargo de su Comandante, Capitán de Navío Marcelo Raúl Rojas.
“Diseñamos el ejercicio en el terreno en el marco de la Operación Rosario, cuyo objeto buscó afianzar el adiestramiento en técnicas ejecutado a lo largo del año, integrándolas entre las unidades de la Fuerza”, detalló el Capitán Rojas.
“Los objetivos planteados fueron alcanzados satisfactoriamente y hemos logrado obtener una serie de lecciones aprendidas que vamos a aprovechar durante la primera campaña de 2021. Con esto iniciamos la diagramación y planeamiento de las actividades de adiestramiento del próximo año; nos permite contar con una base sólida desde la cual proyectarnos y nos indica cómo estamos realmente”, detalló el director del ejercicio.
Protocolos y medidas preventivas
Teniendo en cuenta que continúa en ejecución la Operación “General Belgrano” en apoyo a la comunidad en el contexto de la pandemia de COVID-19, elementos de las unidades participantes siguieron trabajando en esa operación, mientras que otros elementos de la FAIF participaron en el ejercicio “Rosario I”.
Asimismo, se tuvieron en cuenta los protocolos de lucha contra incendio, conservación de los espacios y ambientes de instrucción, de seguridad, los análisis de riesgo y el plan de evacuación real, ante la posibilidad de cualquier tipo incidente.
Contexto histórico
La Infantería de Marina se adiestra generalmente sobre hechos históricos más o menos recientes, dependiendo de las actividades que se vayan a ejecutar, tomándose en cuenta operaciones realizadas tanto propias como de otros países a lo largo de la historia.
“En este caso tomamos un hecho histórico relevante para nosotros, pero aplicando el nuevo sistema de planeamiento, la nueva doctrina y las nuevas organizaciones y capacidades que tiene la Infantería de Marina”, explicó el Capitán de Navío Rojas.
Créditos: Gaceta Marinera Digital
El rompehielos ARA “Almirante Irizar” rindió homenaje a los 44 tripulantes del submarino ARA “San Juan”
Lo hizo mientras se dirige a la Antártida, al navegar en proximidades del lugar del naufragio.VIERNES 11, DICIEMBRE 2020
En navegación – En su camino a la Antártida, la tripulación del rompehielos ARA “Almirante Irízar” homenajeó al submarino ARA “San Juan” y a sus 44 tripulantes, en una emotiva ceremonia con toda la tripulación libre de guardia formada en la cubierta de vuelo del rompehielos.
Créditos: Gaceta Marinera Digital
Vicealmirante Eduardo O’Connor, un pionero de la Armada en tierras australes
La expedición que lideró arribó al lago Nahuel Huapi el 13 de diciembre de 1883, uniendo el Mar Argentino con el gran lago andino.DOMINGO 13, DICIEMBRE 2020
Créditos: Gaceta Marinera Digital
Hombre clave de la Armada Argentina entre fines del siglo XIX y comienzos del XX, Eduardo O’Connor se destacó, entre otras cosas, por sus aportes al conocimiento hidrográfico, marítimo y cartográfico de la Patagonia y de Tierra del Fuego, elementos que fueron de suma importancia para la futura soberanía de nuestra Nación en aquellas desconocidas y alejadas latitudes.
Nacido en Mercedes, provincia de Buenos Aires, el 18 de octubre de 1858, ingresó como cadete a la Escuela Naval Militar en 1874 y tres años más tarde fue dado de alta como Guardiamarina. Debido a su destacado desempeño, la Armada lo envió a Francia para desarrollar mejor su formación profesional.
Vapor «Río Negro» a bordo del que el Teniente O’Connor remontó el río Limay.
Luego de su paso por la Armada francesa fue destinado a la cañonera “Paraná”, donde ascendió a Teniente, y en breve pasó a prestar servicios a la cañonera “Uruguay”; al cabo de un tiempo, fue asignado a la Escuadrilla del Río Negro que estaba al mando del Teniente Coronel de Marina Erasmo Obligado. La misma tenía fines exploratorios y de soberanía. Para dicha misión tenía que complementarse con efectivos del Ejército, liderados por el General Conrado Villegas para converger desde distintas direcciones en la zona del lago Nahuel Huapi.
Entre 1881 y 1883, el personal a órdenes del Teniente Coronel de Marina Erasmo Obligado relevó minuciosamente los ríos Negro y Limay hasta el río Collón Curá, siendo su vapor detenido por la endiablada corriente. Su segundo oficial era el Teniente O’Connor, quien ante la última varadura pidió continuar en botes. Obligado le negó el permiso por necesitarlo para el regreso del vapor.
Cuando el Teniente Coronel de Marina Obligado fue enviado a Inglaterra para adquirir nuevos vapores para la Marina, el joven oficial Eduardo O’Connor quedó a cargo de la Comisión Exploradora, la nueva expedición. Bajo precisas instrucciones, solicitó al maquinista inspector ingeniero Guillermo Parfitt que construyera una ballenera para ser empleada en el río Limay. Sería bautizada “Modesta Victoria”.
A bordo del vapor “Río Negro” llegó la expedición hasta el Collón Curá y desde allí debió continuar en la ballenera, en la que cargaron instrumental de navegación y víveres para 5 meses. Luego de luchar con el Alto Limay para vencer sus bravos rápidos y sinuoso cauce, el 13 de diciembre de 1883, la comisión exploradora logró unir por vez primera el Mar Argentino con el lago Nahuel Huapi. En sus más de 50 días en el lago, los exploradores relevaron flora, fauna, corrientes, profundidades y 27 islas y 3 islotes, nombrando los accidentes geográficos que encontraban a su paso.
De fondo, en el agua, se aprecia la ballenera «Modesta Victoria».
El éxito de la misión de relevamiento hidrotopográfico le permitió ascender al grado inmediato superior por decreto del entonces Presidente Julio Argentino Roca.
En 1884, O’Connor fue dado de pase a la bombardera “República”, donde permaneció por cuatro años, hasta que en 1888, ya ascendido a Teniente de Navío, ejerció como Subprefecto de Tierra del Fuego.
Una calle de la ciudad de San Carlos de Bariloche recuerda al Vicealmirante de la Armada Argentina.
A raíz de sus conocimientos cartográficos y geográficos, en 1890 fue integrante de la Comisión de Límites con Chile; posteriormente desde el aviso “Golondrina” realizó trabajos hidrográficos de enorme valor en toda la región austral de nuestro país, casi desconocida por aquellos tiempos. Estudió la costa atlántica, la entrada al río Grande y el recorrido del mismo hasta la frontera con Chile. También analizó la orografía y la flora de la zona y pudo recorrer dos veces todo el litoral de la isla de Tierra del Fuego.
Entre 1893 y 1895 fue enviado nuevamente a Francia, pero en esta oportunidad como asesor técnico en la delegación argentina de aquel país. En 1896 ocupó el cargo de delegado del Estado Mayor General de Marina en la provincia de Buenos Aires y al año siguiente desempeñó el comando en el crucero “9 de Julio”; luego haría lo mismo en el crucero “Buenos Aires”.
En septiembre de 1899 fue ascendido a Capitán de Navío pasando a ser titular de la Dirección General Administrativa hasta 1901, fecha en que se hizo cargo del Despacho del Estado Mayor General de la Armada. También en este año, de junio a octubre, ejerció el mando en el acorazado “Garibaldi”.
Ballenera «Modesta Victoria».
En los años siguientes ocupó cargos mayoritariamente administrativos y de importancia en la estructura naval de nuestra Nación. Fue vocal de la Comisión Administrativa de la Intendencia de la Armada, Jefe de la División Instrucción, Director General de Administración y Jefe del Arsenal de Puerto Militar.
Al poco tiempo de asumir la presidencia Hipólito Yrigoyen, el entonces Contraalmirante Eduardo O’Connor pasó a desempeñarse como Comandante en Jefe de la Escuadra de Mar y en septiembre de 1918 fue promovido a Vicealmirante. A partir de febrero de 1921 formó parte del Consejo Supremo de Guerra y Marina, puesto que ejerció hasta su fallecimiento el 5 de abril de ese año.
El Vicealmirante Eduardo O´Connor, al momento de su muerte, además de poseer en su haber una destacada carrera naval, había sido condecorado tanto por el Congreso Argentino como por el de la República de Chile con motivo de los centenarios de ambos países. También recibió la mención de Expedicionario al Desierto.
Sus restos fueron inhumados en el cementerio de la Recoleta y la ceremonia estuvo liderada por el Presidente de la Nación y amigo personal, Hipólito Yrigoyen, quien decretó duelo nacional.
Créditos: Gaceta Marinera Digital
Nacido en Mercedes, provincia de Buenos Aires, el 18 de octubre de 1858, ingresó como cadete a la Escuela Naval Militar en 1874 y tres años más tarde fue dado de alta como Guardiamarina. Debido a su destacado desempeño, la Armada lo envió a Francia para desarrollar mejor su formación profesional.
Luego de su paso por la Armada francesa fue destinado a la cañonera “Paraná”, donde ascendió a Teniente, y en breve pasó a prestar servicios a la cañonera “Uruguay”; al cabo de un tiempo, fue asignado a la Escuadrilla del Río Negro que estaba al mando del Teniente Coronel de Marina Erasmo Obligado. La misma tenía fines exploratorios y de soberanía. Para dicha misión tenía que complementarse con efectivos del Ejército, liderados por el General Conrado Villegas para converger desde distintas direcciones en la zona del lago Nahuel Huapi.
Entre 1881 y 1883, el personal a órdenes del Teniente Coronel de Marina Erasmo Obligado relevó minuciosamente los ríos Negro y Limay hasta el río Collón Curá, siendo su vapor detenido por la endiablada corriente. Su segundo oficial era el Teniente O’Connor, quien ante la última varadura pidió continuar en botes. Obligado le negó el permiso por necesitarlo para el regreso del vapor.
Cuando el Teniente Coronel de Marina Obligado fue enviado a Inglaterra para adquirir nuevos vapores para la Marina, el joven oficial Eduardo O’Connor quedó a cargo de la Comisión Exploradora, la nueva expedición. Bajo precisas instrucciones, solicitó al maquinista inspector ingeniero Guillermo Parfitt que construyera una ballenera para ser empleada en el río Limay. Sería bautizada “Modesta Victoria”.
A bordo del vapor “Río Negro” llegó la expedición hasta el Collón Curá y desde allí debió continuar en la ballenera, en la que cargaron instrumental de navegación y víveres para 5 meses. Luego de luchar con el Alto Limay para vencer sus bravos rápidos y sinuoso cauce, el 13 de diciembre de 1883, la comisión exploradora logró unir por vez primera el Mar Argentino con el lago Nahuel Huapi. En sus más de 50 días en el lago, los exploradores relevaron flora, fauna, corrientes, profundidades y 27 islas y 3 islotes, nombrando los accidentes geográficos que encontraban a su paso.
El éxito de la misión de relevamiento hidrotopográfico le permitió ascender al grado inmediato superior por decreto del entonces Presidente Julio Argentino Roca.
En 1884, O’Connor fue dado de pase a la bombardera “República”, donde permaneció por cuatro años, hasta que en 1888, ya ascendido a Teniente de Navío, ejerció como Subprefecto de Tierra del Fuego.
A raíz de sus conocimientos cartográficos y geográficos, en 1890 fue integrante de la Comisión de Límites con Chile; posteriormente desde el aviso “Golondrina” realizó trabajos hidrográficos de enorme valor en toda la región austral de nuestro país, casi desconocida por aquellos tiempos. Estudió la costa atlántica, la entrada al río Grande y el recorrido del mismo hasta la frontera con Chile. También analizó la orografía y la flora de la zona y pudo recorrer dos veces todo el litoral de la isla de Tierra del Fuego.
Entre 1893 y 1895 fue enviado nuevamente a Francia, pero en esta oportunidad como asesor técnico en la delegación argentina de aquel país. En 1896 ocupó el cargo de delegado del Estado Mayor General de Marina en la provincia de Buenos Aires y al año siguiente desempeñó el comando en el crucero “9 de Julio”; luego haría lo mismo en el crucero “Buenos Aires”.
En septiembre de 1899 fue ascendido a Capitán de Navío pasando a ser titular de la Dirección General Administrativa hasta 1901, fecha en que se hizo cargo del Despacho del Estado Mayor General de la Armada. También en este año, de junio a octubre, ejerció el mando en el acorazado “Garibaldi”.
En los años siguientes ocupó cargos mayoritariamente administrativos y de importancia en la estructura naval de nuestra Nación. Fue vocal de la Comisión Administrativa de la Intendencia de la Armada, Jefe de la División Instrucción, Director General de Administración y Jefe del Arsenal de Puerto Militar.
Al poco tiempo de asumir la presidencia Hipólito Yrigoyen, el entonces Contraalmirante Eduardo O’Connor pasó a desempeñarse como Comandante en Jefe de la Escuadra de Mar y en septiembre de 1918 fue promovido a Vicealmirante. A partir de febrero de 1921 formó parte del Consejo Supremo de Guerra y Marina, puesto que ejerció hasta su fallecimiento el 5 de abril de ese año.
El Vicealmirante Eduardo O´Connor, al momento de su muerte, además de poseer en su haber una destacada carrera naval, había sido condecorado tanto por el Congreso Argentino como por el de la República de Chile con motivo de los centenarios de ambos países. También recibió la mención de Expedicionario al Desierto.
Sus restos fueron inhumados en el cementerio de la Recoleta y la ceremonia estuvo liderada por el Presidente de la Nación y amigo personal, Hipólito Yrigoyen, quien decretó duelo nacional.
Créditos: Gaceta Marinera Digital
FerTrucco
Colaborador
Escuché de primera mano la historia de que al RHAI le pasó algo similar, pero que la madrina finalmente le zampó exitosamente el botellazo.
¿Embarcan submarinistas en el rompehielos?
es increíble, hoy por las represas y diques la correntada es mucho mas fuerte casi no podes estar parado, igualmente remontar el Limay en esa ballenera es increíble, acá en General Roca en años del 1900 la armada tenia ese tipo de buques con las ruedas al costado, tendría que ir al museo a buscar las fotosHombre clave de la Armada Argentina entre fines del siglo XIX y comienzos del XX, Eduardo O’Connor se destacó, entre otras cosas, por sus aportes al conocimiento hidrográfico, marítimo y cartográfico de la Patagonia y de Tierra del Fuego, elementos que fueron de suma importancia para la futura soberanía de nuestra Nación en aquellas desconocidas y alejadas latitudes.
Nacido en Mercedes, provincia de Buenos Aires, el 18 de octubre de 1858, ingresó como cadete a la Escuela Naval Militar en 1874 y tres años más tarde fue dado de alta como Guardiamarina. Debido a su destacado desempeño, la Armada lo envió a Francia para desarrollar mejor su formación profesional.
Vapor «Río Negro» a bordo del que el Teniente O’Connor remontó el río Limay.
Luego de su paso por la Armada francesa fue destinado a la cañonera “Paraná”, donde ascendió a Teniente, y en breve pasó a prestar servicios a la cañonera “Uruguay”; al cabo de un tiempo, fue asignado a la Escuadrilla del Río Negro que estaba al mando del Teniente Coronel de Marina Erasmo Obligado. La misma tenía fines exploratorios y de soberanía. Para dicha misión tenía que complementarse con efectivos del Ejército, liderados por el General Conrado Villegas para converger desde distintas direcciones en la zona del lago Nahuel Huapi.
Entre 1881 y 1883, el personal a órdenes del Teniente Coronel de Marina Erasmo Obligado relevó minuciosamente los ríos Negro y Limay hasta el río Collón Curá, siendo su vapor detenido por la endiablada corriente. Su segundo oficial era el Teniente O’Connor, quien ante la última varadura pidió continuar en botes. Obligado le negó el permiso por necesitarlo para el regreso del vapor.
Cuando el Teniente Coronel de Marina Obligado fue enviado a Inglaterra para adquirir nuevos vapores para la Marina, el joven oficial Eduardo O’Connor quedó a cargo de la Comisión Exploradora, la nueva expedición. Bajo precisas instrucciones, solicitó al maquinista inspector ingeniero Guillermo Parfitt que construyera una ballenera para ser empleada en el río Limay. Sería bautizada “Modesta Victoria”.
A bordo del vapor “Río Negro” llegó la expedición hasta el Collón Curá y desde allí debió continuar en la ballenera, en la que cargaron instrumental de navegación y víveres para 5 meses. Luego de luchar con el Alto Limay para vencer sus bravos rápidos y sinuoso cauce, el 13 de diciembre de 1883, la comisión exploradora logró unir por vez primera el Mar Argentino con el lago Nahuel Huapi. En sus más de 50 días en el lago, los exploradores relevaron flora, fauna, corrientes, profundidades y 27 islas y 3 islotes, nombrando los accidentes geográficos que encontraban a su paso.
De fondo, en el agua, se aprecia la ballenera «Modesta Victoria».
El éxito de la misión de relevamiento hidrotopográfico le permitió ascender al grado inmediato superior por decreto del entonces Presidente Julio Argentino Roca.
En 1884, O’Connor fue dado de pase a la bombardera “República”, donde permaneció por cuatro años, hasta que en 1888, ya ascendido a Teniente de Navío, ejerció como Subprefecto de Tierra del Fuego.
Una calle de la ciudad de San Carlos de Bariloche recuerda al Vicealmirante de la Armada Argentina.
A raíz de sus conocimientos cartográficos y geográficos, en 1890 fue integrante de la Comisión de Límites con Chile; posteriormente desde el aviso “Golondrina” realizó trabajos hidrográficos de enorme valor en toda la región austral de nuestro país, casi desconocida por aquellos tiempos. Estudió la costa atlántica, la entrada al río Grande y el recorrido del mismo hasta la frontera con Chile. También analizó la orografía y la flora de la zona y pudo recorrer dos veces todo el litoral de la isla de Tierra del Fuego.
Entre 1893 y 1895 fue enviado nuevamente a Francia, pero en esta oportunidad como asesor técnico en la delegación argentina de aquel país. En 1896 ocupó el cargo de delegado del Estado Mayor General de Marina en la provincia de Buenos Aires y al año siguiente desempeñó el comando en el crucero “9 de Julio”; luego haría lo mismo en el crucero “Buenos Aires”.
En septiembre de 1899 fue ascendido a Capitán de Navío pasando a ser titular de la Dirección General Administrativa hasta 1901, fecha en que se hizo cargo del Despacho del Estado Mayor General de la Armada. También en este año, de junio a octubre, ejerció el mando en el acorazado “Garibaldi”.
Ballenera «Modesta Victoria».
En los años siguientes ocupó cargos mayoritariamente administrativos y de importancia en la estructura naval de nuestra Nación. Fue vocal de la Comisión Administrativa de la Intendencia de la Armada, Jefe de la División Instrucción, Director General de Administración y Jefe del Arsenal de Puerto Militar.
Al poco tiempo de asumir la presidencia Hipólito Yrigoyen, el entonces Contraalmirante Eduardo O’Connor pasó a desempeñarse como Comandante en Jefe de la Escuadra de Mar y en septiembre de 1918 fue promovido a Vicealmirante. A partir de febrero de 1921 formó parte del Consejo Supremo de Guerra y Marina, puesto que ejerció hasta su fallecimiento el 5 de abril de ese año.
El Vicealmirante Eduardo O´Connor, al momento de su muerte, además de poseer en su haber una destacada carrera naval, había sido condecorado tanto por el Congreso Argentino como por el de la República de Chile con motivo de los centenarios de ambos países. También recibió la mención de Expedicionario al Desierto.
Sus restos fueron inhumados en el cementerio de la Recoleta y la ceremonia estuvo liderada por el Presidente de la Nación y amigo personal, Hipólito Yrigoyen, quien decretó duelo nacional.
Créditos: Gaceta Marinera Digital
y si al barco lo comprara alguien mas y lo rebautizara, con rotura eficiente de botella
le cambiaria su cruel destino?
Jorge II
Serpiente Negra.
Igualmente no quiere decir que tenga un tragico final como el Titanic o el Bahia Paraiso, puede ocurrirle infinitas cosas malas. Aunque puede ser también que tenga muchos exitos: Fijensen Gabygol tocó la copa antes de la final y todo el mundo en Brasil maldiciendo lo que hizo y terminó metiendo dos goles y ganar la Libertadores.
Usted tiene razón, se puede quedar sin presupuesto amarrado eternamente en el puerto.. o que te bloqueen los insumos críticos como los Tipo 42, las 360, etc... eso si que es grave!!!!
La Sección de Exploración de la Fuerza de Infantería de Marina de la Flota de Mar se adiestró en técnicas específicas
Se realizó en cumplimiento del plan anual de adiestramiento.MARTES 15, DICIEMBRE 2020
Baterías – Personal perteneciente a la Sección de Exploración de la Fuerza de Infantería de Marina de la Flota de Mar (FAIF) realizó actividades de adiestramiento junto a la Primera Escuadrilla Aeronaval de Helicópteros (EAH1).
Cumplieron con una campaña en la zona de la Base de Infantería de Marina Baterías donde se perfeccionaron en técnicas y maniobras de exploración.
El ejercicio estuvo a cargo del Capitán de Corbeta Fernando Carbia, quien manifestó: “Las actividades de adiestramiento fueron muy productivas para el personal y, considerando la posibilidad de adiestrarnos con elementos de la Aviación Naval, se pudieron ampliar las capacidades de la Sección».
El apoyo aéreo de la EAH1 permitió al personal de la Sección de Exploración afianzar y consolidar los procedimientos.
Créditos: Gaceta Marinera Digital
Quiero creer que en Vigo lo bautizaron...
Claramente se bautiza a un buque en el momento de su botadura....en éste caso yo no vi fotos de la botadura del " Mar Argentino".....
Quizás se lo bautizó en España, como corresponde, y aquí se quiso hacer una ceremonia simbólica similar...
En youtube hay un video de la botadura, pero no llego a apreciar si lo hicieron o no.
Guardiamarinas de la Reserva Naval egresaron del Liceo Naval Militar “Almirante Storni”
La promoción 38° recibió diplomas y premios correspondientes al ciclo lectivo 2020.MIÉRCOLES 16, DICIEMBRE 2020
Posadas – El viernes por la tarde, en la Plaza de Armas del Liceo Naval Militar “Almirante Storni”, se realizó la ceremonia por la finalización del ciclo lectivo 2020, entrega de diplomas y premios a los egresados destacados.
La ceremonia fue presidida por el Director del Liceo, Capitán de Navío Francisco Daniel Pellegrino; estuvieron presentes familiares de los egresados y representantes del plantel docente y civil de la institución.
Tras la entonación del Himno Nacional Argentino, interpretado por la Banda de Música del Servicio Penitenciario Provincial, el Director pronunció una alocución en la que destacó: “Hoy vemos frente a nosotros la razón de ser de nuestro trabajo, por haber alcanzado satisfactoriamente la meta propuesta: su graduación como bachilleres orientados y como guardiamarinas de la Reserva Naval Principal de la Armada Argentina”.
Finalizadas las palabras del Director, se procedió a la entrega de diplomas y a la entrega de premios a los cadetes destacados. Por último, se realizó el arriado del pabellón dando por finalizada la ceremonia.
Créditos: Gaceta Marinera Digital