Aparte en todo ese trayecto entre carpeta y carpeta, elaboración y recontra elaboración, si algún día se deciden a adquirir un sistema de armas, los precios seguramente estarán desactualizados(por la depreciación del peso) y merecerá otro enorme tramite burocrático que llevara otro tiempo más y así la espiral viciosa de nunca terminar. Después de tantas paginas habría que reconsiderar, en mi opinión, que mas que una cuestión estratégica y coyuntural, prima la cuestión política y económica y todos los gobiernos, por H o por B, siempre terminan estando al servicio de los acreedores internacionales.
La deuda externa habría que leerla con otra llave: como una herramienta de sumisión y dependencia a las potencias ecónomicas ante que meramente una cuestión con acreedores financieros.
