La Segunda Guerra Mundial en Color


Alemania.
1-Fusil Kar 98K El fusil «Mauser Karabiner 98 Kurz».
fue el arma más famosa del ejército alemán durante toda la Segunda Guerra Mundial. También fue el fusil de cerrojo (es decir, que se amartillaba de forma manual mediante un mecanismo tras cada disparo) básico de la «Wehrmacht». Contaba con una recámara que podía albergar hasta cinco cartuchos y era famoso por su precisión. No obstante, su lenta velocidad de recarga y cadencia hacían que no fuera el arma idónea para enfrentarse a un enemigo con un fusil ametrallador (al menos en las distancias cortas).
El modelo K era una evolución de un fusil de la Primera Guerra Mundial, pero modificado para que fuera más corto (lo que lo convertía en idóneo para la guerra relámpago). Era, con todo, un arma construida a la alemana: eficiente y resistente. Destacó sobre todo por su precisión. De hecho, era la herramienta predilecta de los francotiradores germanos debido a que apenas había que implementar modificaciones en ella para que pudiera cubrir grandes distancias. Tenía un calibre de 7,92 mm, el mismo que otras tantas armas usadas por los alemanes (lo que lo hacía muy versátil y permitía reciclar su munición).
Estuvo en producción hasta el final de la contienda, cosa que sucedió con pocas armas. Pero no era para menos, pues muchos expertos han confirmado que ha sido el mejor fusil que se ha creado en la historia. La falta de liquidez y de materiales, no obstante, provocó que se elaborara con materiales cada vez más baratos y se omitieran determinados elementos accesorios como los enganches para las bayonetas.
Contaba con un cargador de 5 cartuchos, que podían ser disparados a una distancia máxima de 2.800 metros, aunque era efectivo a unos 750.
2-Fusil semiautomático G 43
El «Gewehr 43» fue una auténtica revolución dentro de las armas alemanas, ya que no era necesario accionar manualmente una palanca por cada disparo. Ofrecía una gran cadencia de fuego debido a que era semi automático; era alimentado por un cargador de 10 cartuchos y se podía amunicionar mediante peines.
La empresa «Walther» fue quien orquestó esta arma después de desbancar con sus diseños a la todopoderosa «Mauser». En principio, allá por los años 40, ideó el «Gewehr 41», demasiado pesado y sensible para el Frente Oriental, donde arribó por primera vez. Sin embargo, el hallazgo en la Unión Soviética de los fusiles semiautomáticos Tokarev permitió a la compañía implementar una serie de mejores que derivaron en la creación del «Gewehr 43». Meses después, se abarató su fabricación al incluir materiales tan curiosos como plásticos utilizados para elaborar muebles.
3-Subfusil MP 40
La «Maschinenpistole 40» era otra de las armas básicas del soldado alemán. Era un subfusil con gran cadencia de fuego que disparaba hasta 600 balas por minuto, pero contaba a sus espaldas metálicas con una ingente cantidad de contratiempos.
Para empezar, no era nada precisa. Además, su estriado interior solía dañarse con las balas de punta de plomo, fabricadas en Alemania cuando la escasez de hierro se convirtió en un verdadero problema. Eso redujo todavía más su capacidad de impactar en el blanco. En la práctica se podía dar el caso de que, aunque los militares apuntaran a la barriga del enemigo, el primer tiro fuera al pie y el segundo a la cabeza.
La MP-40 estaba basada en el diseño de una versión anterior, la MP-38, un arma que fue sustituida para abaratar costes. Y esa sí fue una de sus grandes bondades: su reducido precio. A su vez, otorgaba una considerable cadencia de fuego, su culata plegable la hacía fácil de transportar y estaba elaborada en parte con plástico (algo revolucionario entonces). La idea de un arma «low cost» se redondeaba con los cartuchos de 9 mm, que eran más económicos. Todo ello hizo que, al final de la Segunda Guerra Mundial, se produjeran un millón de ellas.
Es curioso que los Aliados se refirieran a ella como la «Schmeisser», cuando este ingeniero no colaboró en su diseño.
4-STG 44
La «Maschinenpistole 44» fue un arma revolucionaria para la época. Considerada por muchos como la precursora de los fusiles de asalto modernos, destacaba porque podía disparar en tiro automático y semiautomático. A su vez, tenía una gran cadencia de fuego y un considerable alcance (aunque no tanto como el Kar). En la práctica, era idóneo para combatir en campo abierto, algo que no permitía su hermana pequeña, la MP-40. Se probó por primera vez en Rusia y su uso fue determinante. Después de la guerra, de hecho, se siguió utilizando en los países del Este.
5-Ametralladora MG 34
La ametralladora «Maschinengewehr 34» fue toda una revolución para la infantería alemana de la Segunda Guerra Mundial, pues permitió a los soldados disponer de una ametralladora que podía ser utilizada tanto para acompañar a unidades de forma ligera, como para ofrecer fuego apoyada desde un trípode o un bípode. Con un peso de más de 10 kilos, era relativamente ligera para la época.
Fue puntera. Cuando salió de las fábricas, el resto de ejércitos contaba todavía con ametralladoras de la Primera Guerra Mundial. Valgan como ejemplo las Maxim soviéticas, obsoletas, pero utilizadas durante una buena parte del conflicto. En la práctica, Alemania revolucionó la contienda con ellas.
Disparaba entre 800 y 1.000 cartuchos por minuto dependiendo del cañón. Su mayor problema radicaba en que era muy cara de fabricar, por lo que, en el año 1942, se ideó la MG-42, mucho más económica.
6-Ametralladora MG 42
La «Maschinengewehr 42» fue conocida como la «segadora» del ejército nazi. Nació como una evolución de la MG-34 debido a su alto coste de producción y, como demostró en múltiples casos, significó todo un avance con respecto a su antecesora. Disparaba nada menos que de 1.200 a 1.800 cartuchos por minuto. Una muralla de munición ante la que los soldados aliados poco podían hacer.
Con todo, y como ninguna arma es perfecta, el alto número de disparos que hacía provocaba que su cañón se recalentara e, incluso, que su munición de 7,92 mm Mauser se acabara con celeridad. Pesaba diez kilos, más bien ligera para la Segunda Guerra Mundial.
La MG-42 fue el terror de los aliados por su capacidad para escupir balas. El sonido que hacía al ser disparada le granjeó un apodo a la altura del temor que imbuía: «motosierra». Sin embargo, autores como el historiador James Holland son partidarios de que su leyenda ha sido exagerada hasta la extenuación: «Su velocidad originaba varios problemas. Se calentaba mucho y sus cañones tendían a derretirse. Además, a diferencia de la Maxim soviética o de la Bren inglesa, no tenía ningún mecanismo que pudiese reducir las altas temperaturas». En todo caso, era muy superior a su equivalente norteamericana.
7-Granada modelo 24
La «Stielhandgranate Modelo 24» fue una de las granadas más reconocibles de la Segunda Guerra Mundial, aunque ya se había utilizado de forma previa en la Gran Guerra. El modelo final de la misma arribó a Alemania en 1924, aunque no estuvo exenta de modificaciones a lo largo de los años.
Más seguras que las norteamericanas, estaban ideadas para acabar con el enemigo mediante su potencia, al disponer su punta de una fina capa metálica que rodeaba al explosivo. Por el contrario, las estadounidenses buscaban esparcir metralla. A su favor contaban con un mango de madera que hacía que pudiesen ser lanzadas a grandes distancias (30-40 metros, por los 15-20 de los EE.UU.) y una buena capacidad para aturdir al contrario.
https://historiasdelahistoria.com/
 

Hürtgen, la batalla del bosque 'maldito'
Esta foto apareció en la portada de Yank Magazine, edición continental el 14 de enero de 1945.
El artículo de portada se tituló "Present Arms" y contó con Robert Leigh y su colección de armas enemigas tomadas por la 83a División de Infantería durante la Batalla del Bosque Hürtgen (observen los MP.38 y MP.40s, un MG.34 y un MG42).
[Coloreado por Paul Reynolds].
La contienda, que costó 30.000 bajas, fue la más larga en la que ha participado el ejército americano
La lucha se desarrolló entre barro y frío. Los alemanes, beneficiados por defenderse en una arboleda, lograron resistir el avance de un inmenso contingente aliado durante seis meses.
Supuso un auténtico descalabro para los hombres de las «stars and stripes» y una vergüenza para el Teniente General Courtney Hodges, a cargo de la operación. Casi una humillación. Y es que, el oficial norteamericano se empeñó en usar a todos los combatientes que fuesen necesarios para expulsar de sus posiciones a los germanos. Eso, a pesar de que los árboles favorecían a los defensores y de que, en principio, la región carecía de importancia militar para el avance aliado.
Aunque Hodges logró conquistar finalmente el bosque de Hürtgen, lo hizo a costa de miles de vidas. Y es que, en la batalla (la más larga del ejército norteamericano en toda su historia), los estadounidenses se enfrentaron no solo a las balas nazis, sino también a la meteorología y a la ingente cantidad de trampas que los alemanes habían ubicado en el territorio. Y todo ello, acompañado de los continuos bombardeos lanzados por unos enemigos que -a pesar de su inexperiencia- habían recibido la orden de Hitler de contener a los Aliados.
En principio, al mandamás americano no le pareció difícil superar aquel obstáculo. Al fin y al cabo, la única resistencia germana a tener en cuenta le podía llegar de un lugar que creía fácil de conquistar: el bosque de Hürtgen.
Al ser esta región la única desde la cual podían recibir un ataque, Courtney estableció que lo mejor sería ubicar su cuartel general en las proximidades y entrar por las bravas en la zona.
«En el avance hacia el Rin, en el otoño de 1944, el bosque de Hürtgen representaba una amenaza para el flanco derecho, aunque en verdad esa amenaza era sólo sobre el mapa. Los alemanes no podían lanzar un ataque de entidad desde allí, pero los Aliados estimaron que no había que correr ese riesgo. Además, en el bosque había varias presas del río Rur -no confundir con el Ruhr, el de la conocida cuenca- que los alemanes podían desembalsar en cualquier momento cuando los norteamericanos avanzaron sobre ese río»
La ofensiva iniciada el 16 de noviembre fue la definitiva, pero también la más extensa. Y es que, los americanos se vieron detenidos (de nuevo) por la artillería alemana, el punzante frío que hacía en aquel bosque, y las penosas condiciones de combate (entre ellas, el molesto barro y las continuas lluvias -expertas en oxidar las armas-). Esto provocó multitud de bajas entre los hombres, los cuales sufrieron desde hipotermia, hasta congelación. Además, entre los combatientes empezó a generalizarse la «fatiga de combate» o agotamiento mental.A pesar de que la meteorología y la artillería destrozaron a los soldados americanos, estos no dejaron de avanzar. De nada sirvió que los alemanes enviasen regimiento tras regimiento al bosque, pues -a partir del 23 de noviembre- los aliados conquistaron Kleinhau y Grosshau.
Finalmente la 8a División capturó la localidad de Hürtgen
 


Mayor Richard “Dick” Winters

A las 20:30 horas de la noche del 5 de junio de 1944, bajo un cielo nublado, los 139 hombres de la Easy Company, 506º PIR (Regimiento de Infantería Paracaidista), abandonaron su campamento en el aeródromo de Uppottery y marcharon hacia los C-47 que los llevarían a batallar en suelo francés.
Los C-47 del 439º Grupo de Transporte de tropas, del 50º Ala de transporte de tropas, eran capaces de transportar más de tres toneladas de carga, o 18 paracaidistas completamente cargados.
Justo antes de que la Easy Company abandonara Inglaterra, Winters estaba parado con la cabeza descubierta en el centro de su pelotón, con una carta del coronel Robert Sink, que decía en parte "esta noche es la noche de las noches".
A los 26 años, Winters comandaba el primer pelotón de la compañía. A las 22:25 horas los paracaidistas subieron a bordo, y a las 23:13 horas, ya estaban en el aire, 13 000 paracaidistas fueron trasladados a Francia esa noche, en 821 aviones.
Aunque estalló el caos, fue tan confuso para los alemanes como para los saltadores. Solo 21 C-47 se perdieron en el fuego enemigo.
El día D, 6 de junio de 1944, fue el día en que Winters vio su primer combate. La 101º División Aerotransportada, tuvo que asegurar las rutas detrás de Utah Beach para facilitar la expansión de la cabeza de playa.
Los paracaidistas tuvieron que saltar de un Dakota C-47 a 150 millas por hora y a menos de 200 metros de altura. Los paracaidistas aterrizaron dispersos por toda la península de Cotentin.
El pelotón de Winters cayó cerca de la ciudad de Ste. Mere-Eglise, a varios kilómetros de la zona planificada (zona de caída). En su camino hacia su objetivo, Winters recogió a otros soldados perdidos, 40 hombres de la Compañía D y el personal del batallón, y se dirigió a Ste. Marie-du-Mont, la primera ciudad liberada de Europa (la sede de la 101º División Aerotransportada durante la mayor parte del Día D). A las 7:00 horas, la Easy Company constaba de dos ametralladoras ligeras, una bazuca sin municiones, un mortero de 60 mm, nueve fusileros y dos oficiales.
Nadie sabía el paradero del comandante de la compañía ni de ninguno de los hombres que estaban en el avión del comandante de la compañía. Como resultado, Winters tomó el mando.
A tres kilómetros de Ste. Marie-du-Mont, la columna encontró fuego alemán sostenido, y Winters fue convocado al frente. Alrededor de las 08.30 horas Winters y la Easy Company, compuesta por 12 hombres, finalmente tropezaron con Le Grand-Chemin, donde se estaba reuniendo el 2° Batallón. Winters se sentó allí con sus hombres cuando llegó un oficial y dijo: "¡Winters, te quieren al frente!" Cuando llegó allí, el capitán Clarence Hester se volvió hacia él y le dijo: "Hay fuego nutrido a lo largo de ese seto. Encarguese". Eso fue todo. No hubo un plan elaborado o una sesión informativa. Ni siquiera sabía qué había al otro lado del seto y tuvo que desarrollar rápidamente un plan a partir de ahí.
Winters y una docena de sus hombres tuvieron que moverse unos cientos de metros al frente a través de un campo abierto, al sur de Le Grand-Chemin (cerca de Sainte-Marie-du-Mont), frente a una granja francesa llamada Brécourt Manor, ubicada a 3 millas al oeste de la playa de Utah, al final del crucial Causeway No. 2.
Allí encontraron una batería de cuatro cañones de 105 mm conectados por una red de trincheras y defendidos por nidos de ametralladoras MG-42 y 50 alemanes. Al llegar a la ubicación de la batería, Winters realizó un reconocimiento cuidadoso antes de ordenar a sus hombres que tomaran posiciones y comenzaran el ataque. Winters desarrolló un plan de ataque rápido después de una evaluación rápida de la situación. Tenía un par de posiciones con ametralladoras calibre .30 configuradas para funcionar como bases de fuego, así como también ubicaciones adicionales para cubrir el fuego.
Primero atacaron los flancos por el seto que conducía a las primeras posiciones. Si bien la red de trincheras proporcionó a los alemanes una forma fácil de reforzar sus posiciones, también demostró ser su mayor debilidad, porque Winters y sus hombres podían usar las trincheras como cobertura para el fuego alemán. Winters y sus hombres se acercaron lo suficiente a la primera posición de artillería y la desactivaron. Cortando a los alemanes en retirada, Winters luego colocó una ametralladora para disparar a la trinchera. Richard también se había dado cuenta de que tan pronto como se acercaba lo suficiente como para neutralizar las primeras posiciones, los alemanes en un seto adyacente suspendieron temporalmente el fuego para no infligir bajas por fuego amigo.
Con la primera pieza de artillería fuera de acción, Winters y otros 2 hombres corrieron a neutralizar la siguiente posición. Lanzando granadas de mano y disparando sus rifles, tomaron el segundo obús de 105 mm. Winters descubrió muy cerca un mapa alemán, que indicaba todas las posiciones de artillería y ametralladoras alemanas en todo el sector de Utah Beach. El descubrimiento del mapa resultó ser muy importante.
Dick Winters luego dirigió otro asalto que rápidamente capturó el tercer obús. Los refuerzos de la Compañía D, liderados por el teniente Ronald Speirs, llegaron para ayudar a atacar a la posición del último obús. Winters observó a los hombres de una compañía vecina capturar la cuarta y última posición de artillería, mientras que brevemente describió la situación. Con la artillería alemana neutralizada, el Teniente Winters ordenó una retirada a las 11:30 a.m., aproximadamente tres horas después de que Winters hubiera recibido la orden de destruir la batería. Al final en este combate murieron 15 alemanes, hirieron a muchos más y tomaron 12 prisioneros.
Más tarde, llegaron dos tanques desde playa Utah, y Winters dirigió el fuego para limpiar la posición. Winters perdió a un hombre, el Pvt. John D. Hall, bajo su mando durante este ataque. La captura de aquella batería por Winters y sus hombres en el día D aun se enseña en West Point.
Por el liderazgo heroico de Winters bajo fuego durante el ataque en Brécourt Manor, el coronel Robert Sink, el comandante del 506º PIR, recomendó a Winters para recibir la Medalla de Honor, pero solo un hombre en la 101º División Aerotransportada recibiría esa medalla. El teniente coronel Robert G. Cole fue el “airborne” de la 101º División Aerotransportada en recibir la Medalla de Honor por el Día D. En cambio, Winters recibió la Cruz de Servicio Distinguido. El resto de los hombres de Winters también recibieron medallas.
 


El Perpetrador del Holocausto. La Nuremberg soviética.

Friedrich Jeckeln (2 de febrero de 1895 - 3 de febrero de 1946)

“Jeckeln razonó que las trincheras se estaban llenando demasiado rápido; los cuerpos caían como tenían que hacerlo, al azar; se desperdició mucho espacio, se desperdició tiempo cavando nuevos agujeros; y así los condenados, habiéndose desnudado, yacían boca abajo en el fondo de la tumba, con las balas disparadas a quemarropa en la parte posterior de sus cabezas. Olia mal y manchaban todo."
La novela de John Lytell The Benevolent (de donde proviene esta cita) ha sido leída por muchos, pero pocos saben que estamos hablando de un personaje real: SS Obergruppenführer Friedrich Jeckeln.
Después de que comenzara la Segunda Guerra Mundial , Jeckeln fue transferido a las Waffen-SS . Como era la práctica en las SS, Jeckeln tomó un rango más bajo de su posición Allgemeine-SS y sirvió como oficial en el Regimiento 2 de la División Totenkopf .
En 1941, fue transferido por el Reichsführer-SS Heinrich Himmler para servir como Mayor SS y Líder de Policía (HSSPF) del Sur, y luego en 1941, del Norte de Rusia.
En este papel, Jeckeln asumió el control de todos los asesinatos en masa y las operaciones de seguridad de las SS- Einsatzgruppen en su distrito.

Jeckeln desarrolló un método para matar a un gran número de personas, en el transcurso de los asesinatos en masa que había organizado en Ucrania, que incluyeron (entre otros) a Babi Yar y la Masacre de Kamianets-Podilskyi .
Aplicado por primera vez en la masacre de Rumbula el 30 de noviembre y el 8 de diciembre de 1941, el método (que se conoció como el "Sistema Jeckeln") implicó dividir al personal en grupos separados, cada uno de los cuales se especializó en una parte separada del proceso.
Fue él quien "perfeccionó" el método de asesinato en masa, llamándolo cínicamente "apilamiento de sardinas".

Fue a él, uno de los "Führers Superiores de las SS y la Policía", a quien estaban subordinadas las unidades de las SS y la policía en la retaguardia del Grupo de Ejércitos Sur.
Los mismos que durante los tres días de septiembre del cuarenta y uno “finalmente resolvieron” la cuestión judía en Kyiv. Sí, es él, el verdugo de Babi Yar.
Y muy pocas personas saben que en el invierno de 1946 el villano fue juzgado en la Riga soviética. En el salón de la Cámara de Oficiales, donde se reunía el tribunal militar del Distrito Militar Báltico, otros seis generales nazis estaban sentados junto a él en el banquillo. Tal, podría decirse, la Nuremberg soviética.
Si es cierto, que Babi Yar no fue mencionado en ninguno de los veinte voluminosos volúmenes del caso criminal.

O los investigadores no sabían, o decidieron limitar el alcance del proceso a los estados bálticos y Bielorrusia, que durante los años de ocupación formaron parte de la llamada Ostland, donde Jeckeln fue trasladado al puesto de jefe de la SS y fuerzas policiales.
Antes del nuevo nombramiento, como recordó Jeckeln durante uno de los interrogatorios, Himmler lo convocó a una audiencia y ordenó la destrucción de todos los judíos de Ostland.
El general de las SS hizo frente a la tarea: si alguien sobrevivió, y estos fueron algunos, no fue su culpa. Solo en el bosque de Rumbula, cerca de Riga, quedaron 25 mil víctimas, casi el mismo número que en Babi Yar.

Jeckeln fue hecho prisionero por las tropas soviéticas cerca de Halbe el 28 de abril de 1945.
Junto con otro personal alemán, fue juzgado ante un tribunal militar soviético en el Juicio de Riga en Letonia del 26 de enero de 1946 al 3 de febrero de 1946.
Durante la investigación, estuvo tranquilo , respondiendo a las preguntas de los investigadores en esencia, en el muelle se veía aburrido e imparcial.
Jeckeln, en sus últimas palabras, se contuvo, admitió plenamente su culpabilidad y acordó asumir la plena responsabilidad de las actividades de la policía subordinada, las SS y el SD en Ostland . Concluyendo su discurso, dijo:
Tengo que asumir toda la responsabilidad por lo que pasó en las fronteras de Ostland, dentro de las SS, SD y la Gestapo.

Por lo tanto aumenta mucho mi culpa. Mi destino está en manos del Tribunal Superior, por lo que solo pido que preste atención a las circunstancias atenuantes. Aceptaré una sentencia en pleno arrepentimiento y la consideraré como un castigo digno.
Jeckeln fue ahorcado cerca, en la Plaza de la Victoria en Riga el 3 de febrero de 1946.
Hay imágenes de la crónica, donde se puede ver cómo el camión se aleja de la horca, dejando atrás el cuerpo del asesino, por cuya orden fueron ahorcados muchos, muchos miles.

https://www.youtube.com/watch?v=UZYRPkyqJXM
https://press.lv/.../kem-vyrosla-renata-ekkeln-doch...
https://hmong.es/wiki/Friedrich_Jeckeln
https://dbpedia.org/page/Friedrich_Jeckeln
 


Berlín iba a ser la tumba del Ejército Rojo, según la propaganda nazi.

En realidad, el Reich carecía de medios para la defensa, y Hitler, refugiado en su búnker, perdía contacto con la realidad.
La suerte estaba echada pese a los actos alemanes de heroísmo suicida.
16 abr 1945 – 2 may 1945 hace 77 años comenzaba.
Justo una semana antes del comienzo de la Batalla de Berlín, la capital ya no era más que un montón de ruinas. Hasta ese momento la aviación anglo-estadounidense había reducido la ciudad a 84 millones metros cúbicos de escombros, lo que significaba unas 2.600 hectáreas arrasadas y 800.000 casas destruidas, cifra equivalente a una de cada tres viviendas.
A consecuencia de estos bombardeos un total de 52.000 berlineses habían muerto y otros 100.000 se encontraban heridos en los hospitales, lo que animó a 1.300.000 personas a evacuar la capital, reduciendo la población a 3.000.000 de habitantes, entre estos 100.000 niños, de los 4.400.000 iniciales (aunque constantemente llegaban refugiados de Polonia y Prusia Oriental, así como trabajadores forzados extranjeros).
Tampoco la vida cotidiana era fácil por culpa de las “raciones de urgencia” previstas para tan sólo 8 días.
El intenso avance hacia Berlín por parte del ejército rojo hacia ver la incapacidad alemana para frenarlo a pesar del empeño de sus hombres. Cada vez tropas menos experimentadas e incluso sin apenas entrenamiento eran incorporadas a las filas alemanas, la falta de recursos humanos en el ejército alemán era visible.
El 20 de Abril cumpleaños de Hitler, la artillería rusa alcanzaba Berlín.
Hitler planteó otra de sus estrategias imposibles, según la cual se debería envolver al frente norte del ejército soviético algo que resultó imposible, 2 días más tarde Hitler por fin comprendió que todo estaba perdido. Tropas alemanas y civiles que se encontraban al oeste de Berlín, decidieron entregarse a los estadounidenses con el fin de evitar caer en manos soviéticas.
El día 24 Berlín estaba totalmente sitiada, era casi imposible salir de la ciudad para cualquier soldado o civil alemán.
Ya solo quedaba ocupar la ciudad, esta era defendida por todo tipo de hombres ancianos y niños, desde las juventudes hitlerianas, hasta veteranos de la I Guerra Mundial, pasando por ancianos, policías, mujeres, divisiones aisladas de la Wehrmacht y unidades de las SS.
Puntualizar que en lo que se refiere a la División Azul o Legión Azul española tal vez estuvo representada incluso hasta el final de la batalla en el bunker del propio Hitler. Pero depurando la información disponible atestiguan la presencia e itinerancia de algunos de ellos. El comandante Miguel Ezquerra y el Alférez Ocaña dejan su testimonio en sendos libros, aunque el más detallado el de Ezquerra que en algunos pasajes es creíble en otros sin embargo son poco verosímiles e inexactos como por ejemplo (Como su condecoración impuesta por el propio Hitler entre el 29 y el 30 de Abril, cuando ya el líder Nazi aprestaba a suicidarse o la defensa del Hotel Kaiserhof desde las plantas superiores, cuando el hotel había sido destruido por un bombardeo aéreo en 1943)
La ciudad debía ser tomada casa por casa, aunque para facilitar las cosas se bombardearon con artillería y aviación los edificios y se barrían las azoteas con ametralladoras. La lucha se desarrollaba principalmente en los edificios las calles eran evitadas en la medida de lo posible, y el metro de Berlín se convirtió en la salvación para muchos civiles.
El día 27 de Abril los alemanes sólo conservaban el centro de la ciudad, y un día más tarde los rusos llegaban hasta las cercanías del Reichstag cerca ya del búnker en el que se alojaba Hitler, allí los combates seguirán la tónica de toda la batalla.El día 29 de abril, los rusos comienzan a ocupar posición del centro de Berlín tan solo quedan unos 10.000 vencedores alemanes. Hitler por su parte había mostrado su voluntad de no abandonar Berlín, algo a esas alturas imposible y se casa en el bunker con Eva Braun.
El ansia de las tropas rusas y la disputa de sus generales que dirigían diferentes frentes, por la gloria de la victoria ralentiza algo el avance soviético, el día 30 continúan los ataques, Hitler y su esposa antes de ser apresados se suicidan al igual que muchos generales alemanes en el bunker y sus cadáveres son quemados. Las tropas soviéticas alcanzan el Reichstag donde se libran fieros combates durante horas, la noche del 30 los soldados rusos consiguen izar una bandera en lo alto del edificio, pero la resistencia alemana continuaría hasta el día 2 de Mayo cuando cayeron las últimas unidades defensoras que aún aguantan en alguna sala aislada.
El general Hans Krebs es enviado para negociar una rendición, pero los soviéticos tan solo aceptan una rendición incondicional.Con todo perdido la mayoría de defensores de Berlín a los que se les unieron varios miles de civiles, intentan huir para rendirse en zona americana pero, la mayoría de ellos son abatidos o capturados. Tan solo logran llegar unos pocos cientos a su objetivo.
El día 2 de madrugada los rusos asaltan la cancillería del Reich y ese mismo día a las 8:45 horas se acepta la rendición alemana en Berlín aunque no sería hasta el 8 de Mayo cuando el alto mando alemán se rinde de manera incondicional.
La II Guerra Mundial que había supuesto el mayor desastre de la historia de Europa había llegado a su fin.
Tras la batalla los soldados soviéticos se dedicaron a calmar sus ansias de venganza por el trato sufrido por las fuerzas alemanas en el frente del este.
El Reich de los mil años había impedido que los civiles abandonaran Berlín para que sucumbieran con el.

https://www.xlsemanal.com/.../conocer-historia-espanoles...
https://historia.nationalgeographic.com.es/.../batalla...
https://www.despertaferro-ediciones.com/.../contemporane.../
https://www.pasajesdelahistoria.es/podcast/batalla-de-berlin
 


La masacre de Oradour-sur-Glane y Helmut Kämpfe quemado vivo.

La ejecución de Helmut Kämpfe del que se dice fue quemado vivo junto con otros soldados alemanes ante una multitud de aldeanos franceses por orden de Guingouin miembro del Maquis du Lemosín, uno de los mayores grupos de la resistencia Francesa.
En la primavera de 1944, en previsión de un desembarco aliado en la costa francesa, muchos de los cuerpos de élite alemanes, como la división acorazada SS "Das Reich" y el regimiento de carros de combate "Der Führer", diezmados en el frente soviético, fueron desplegados y reorganizados cerca de Toulouse para defender el tramo sur de la costa.

La zona estaba infestada de maquis, que hicieron pasar un mal rato a los ocupantes. A principios de junio, durante una de sus acciones, los partisanos consiguieron capturar al comandante de las SS Helmut Kämpfe, Waffen Stubanführer muy condecorado.
Kampfe comandó el 3º batallón de los SS-Panzergrenadier Regiments 4 "Der Führer"en el frente Oriental. En la primavera de 1944 la division Das Reich se retiró del frente Ruso y se transfirió al sur de Francia. La División tuvo que tender un puente sobre una carretera de 700 km hacia el norte . El 6/08/1944 partes de la División llegaron a la ciudad de Tulle, en los días previos la resistencia Francesa había matado a decenas de soldados Alemanes. En represalias 99 Franceses fueron ahorcados el 6/09/1944. Debido a estos actos de sabotaje, se ordeno a Kämpfe que iniciara operaciones contra los Maquis,que, según la inteligencia Alemana estaban activos en las tierras altas del sur-centro de Francia.

El 9 de junio de 1944, fue capturado a 4,0 km al este de Saint-Léonard-de-Noblat por un grupo dirigido por un sargento Jean Canou de la Brigada del coronel Georges Guingouin , un grupo militante comunista en los Maquis du Limousin .
Canou se lo entregó a Guingouin. Al día siguiente, Kämpfe fue asesinado por orden de Guingouin. Fue quemado vivo frente a una audiencia.
Cuando se descubrió que el oficial había sido secuestrado, las tropas de la división Das Reich y miembros de la Milice comenzaron una búsqueda brutal en los alrededores de Kämpfe. Dos lugareños fueron asesinados a tiros a 2,4 km al este de Saint-Léonard-de-Noblat.
Más tarde, ese mismo día, la masacre de Oradour-sur-Glane fue cometida por tropas del 1er Batallón, Das Reich.

La venganza estaba en marcha.......
En la mañana del 10 de junio de 1944, el Sturmbannführer Adolf Diekman, al mando del primer batalló del 4º Regimiento Waffen-SS Panzer-Grenadier, informó al Sturmbannführer Otto Weidinger en la oficina central del regimiento, que dos civiles franceses le comunicaron que un oficial de las Waffen SS estaba retenido por la resistencia francesa en Oradour-sur-Vayres, un pueblo cercano. Se dijo que el hombre capturado era el Sturmbannführer Helmut Kämpfe, comandante del 2º Batallón de Reconocimiento SS Panzer, que había sido hecho prisionero por el Maquis el día anterior.
Esa mañana, el batallón de Diekmann cercó el pueblo de Oradour-sur-Glane, tras confundirlo con el cercano Oraoud-sur-Vayres, y ordenó a los habitantes y a cualquiera en las inmediaciones que se reunieron en la plaza del pueblo, aparentemente para controlar los documentos de identidad. Además de los habitantes del pueblo, las SS también detuvieron a seis personas que no vivían en el pueblo, pero que tuvieron la mala suerte de conducir sus bicicletas a través del pueblo cuando los alemanes llegaron.
Se encerró a las mujeres y niños en la iglesia mientras se saqueaba la ciudad. Mientras tanto se llevó a los hombres a seis graneros y cobertizos donde ya había nidos de ametralladoras preparada.
Según contó un superviviente, los soldados comenzaron a dispararles, apuntando a las piernas para que muriesen lentamente. Once de las víctimas no se podían mover, los soldados cubrieron sus cuerpos con gasolina y prendieron fuego a los cobertizos.

Sólo escaparon seis hombres; uno de ellos fue visto caminando por una carretera, hacia el cementerio, y se le disparó a muerte. Murieron 190 hombres.
Los soldados avanzaron hacia la iglesia y plantaron un dispositivo incendiario. Después de activarlo, las mujeres y los niños intentaron escapar a través de las ventanas y puertas de la iglesia, pero fueron disparados con ametralladoras. Un total de 247 mujeres y 205 niños murieron en la carnicería. Sólo dos mujeres y un niño sobrevivieron; una fue Marguerite Rouffanche de 47 años. Ella se escapó por una ventana trasera de la sacristía, seguida de una joven mujer y un niño; despertaron la atención de los alemanes y fueron disparados. Marguerite Rouffanche fue herida y sus compañeros asesinados. Gateó hacia unos arbustos detrás de la iglesia, donde permaneció oculta hasta que fue rescatada a la mañana siguiente. Otro grupo de cerca de veinte aldeanos se habían escapado de Oradour-sur-Glane tan pronto como aparecieron los soldados. Esa noche el pueblo fue parcialmente arrasado.

Algunos días después se permitió a los supervivientes enterrar a los muertos. Se asesinaron 642 habitantes de Oradour-sur-Glane en unas pocas horas. Adolf Diekmann dijo que el episodio fue una represalia por las actividades de los partisanos en la cercana Tulle y por el secuestro de Helmut Kämpfe.
En 1958 todos los acusados alemanes habían sido también liberados. El general Heinz Lammerding de la division «Das Reich», quién había dado las órdenes para las medidas contra la Resistencia, murió en 1971 después de una exitosa carrera como empresario. En la fecha del juicio vivía en Düsseldorf, parte de la zona de ocupación británica de Alemania Occidental, y el gobierno francés nunca obtuvo su extradición por parte de las autoridades británicas.

El último juicio contra un miembro de las Waffen SS tuvo lugar en 1983. Poco antes, el antiguo SS-Obersturmführer Heinz Barth había sido localizado en la República Democrática Alemana. Barth participó en la masacre de Oradour-sur-Glane como jefe de pelotón del regimiento Der Führer, a cargo de 45 soldados.
Fue uno de los criminales de guerra acusados de ordenar disparar contra veinte hombres en un garaje. Barth fue sentenciado a cadena perpetua por el Tribunal de Berlín. Salió de prisión tras la reunificación de Alemania, en 1997, y murió en agosto de ese mismo año.

https://www.antiwarsongs.org/canzone.php?lang=en&id=42734
https://en.wikipedia.org/wiki/Helmut_K%C3%A4mpfe
https://hmong.es/wiki/Helmut_K%C3%A4mpfe
https://damadenegro.wordpress.com/2011/10/11/
https://en.wikipedia.org/wiki/Maquis_du_Limousin
https://www.youtube.com/watch?v=_rHsTlOwGg4
Entre otras fuentes y artículos consultados.
 


La masacre de Oradour-sur-Glane y Helmut Kämpfe quemado vivo.

La ejecución de Helmut Kämpfe del que se dice fue quemado vivo junto con otros soldados alemanes ante una multitud de aldeanos franceses por orden de Guingouin miembro del Maquis du Lemosín, uno de los mayores grupos de la resistencia Francesa.
En la primavera de 1944, en previsión de un desembarco aliado en la costa francesa, muchos de los cuerpos de élite alemanes, como la división acorazada SS "Das Reich" y el regimiento de carros de combate "Der Führer", diezmados en el frente soviético, fueron desplegados y reorganizados cerca de Toulouse para defender el tramo sur de la costa.

La zona estaba infestada de maquis, que hicieron pasar un mal rato a los ocupantes. A principios de junio, durante una de sus acciones, los partisanos consiguieron capturar al comandante de las SS Helmut Kämpfe, Waffen Stubanführer muy condecorado.
Kampfe comandó el 3º batallón de los SS-Panzergrenadier Regiments 4 "Der Führer"en el frente Oriental. En la primavera de 1944 la division Das Reich se retiró del frente Ruso y se transfirió al sur de Francia. La División tuvo que tender un puente sobre una carretera de 700 km hacia el norte . El 6/08/1944 partes de la División llegaron a la ciudad de Tulle, en los días previos la resistencia Francesa había matado a decenas de soldados Alemanes. En represalias 99 Franceses fueron ahorcados el 6/09/1944. Debido a estos actos de sabotaje, se ordeno a Kämpfe que iniciara operaciones contra los Maquis,que, según la inteligencia Alemana estaban activos en las tierras altas del sur-centro de Francia.

El 9 de junio de 1944, fue capturado a 4,0 km al este de Saint-Léonard-de-Noblat por un grupo dirigido por un sargento Jean Canou de la Brigada del coronel Georges Guingouin , un grupo militante comunista en los Maquis du Limousin .
Canou se lo entregó a Guingouin. Al día siguiente, Kämpfe fue asesinado por orden de Guingouin. Fue quemado vivo frente a una audiencia.
Cuando se descubrió que el oficial había sido secuestrado, las tropas de la división Das Reich y miembros de la Milice comenzaron una búsqueda brutal en los alrededores de Kämpfe. Dos lugareños fueron asesinados a tiros a 2,4 km al este de Saint-Léonard-de-Noblat.
Más tarde, ese mismo día, la masacre de Oradour-sur-Glane fue cometida por tropas del 1er Batallón, Das Reich.

La venganza estaba en marcha.......
En la mañana del 10 de junio de 1944, el Sturmbannführer Adolf Diekman, al mando del primer batalló del 4º Regimiento Waffen-SS Panzer-Grenadier, informó al Sturmbannführer Otto Weidinger en la oficina central del regimiento, que dos civiles franceses le comunicaron que un oficial de las Waffen SS estaba retenido por la resistencia francesa en Oradour-sur-Vayres, un pueblo cercano. Se dijo que el hombre capturado era el Sturmbannführer Helmut Kämpfe, comandante del 2º Batallón de Reconocimiento SS Panzer, que había sido hecho prisionero por el Maquis el día anterior.
Esa mañana, el batallón de Diekmann cercó el pueblo de Oradour-sur-Glane, tras confundirlo con el cercano Oraoud-sur-Vayres, y ordenó a los habitantes y a cualquiera en las inmediaciones que se reunieron en la plaza del pueblo, aparentemente para controlar los documentos de identidad. Además de los habitantes del pueblo, las SS también detuvieron a seis personas que no vivían en el pueblo, pero que tuvieron la mala suerte de conducir sus bicicletas a través del pueblo cuando los alemanes llegaron.
Se encerró a las mujeres y niños en la iglesia mientras se saqueaba la ciudad. Mientras tanto se llevó a los hombres a seis graneros y cobertizos donde ya había nidos de ametralladoras preparada.
Según contó un superviviente, los soldados comenzaron a dispararles, apuntando a las piernas para que muriesen lentamente. Once de las víctimas no se podían mover, los soldados cubrieron sus cuerpos con gasolina y prendieron fuego a los cobertizos.

Sólo escaparon seis hombres; uno de ellos fue visto caminando por una carretera, hacia el cementerio, y se le disparó a muerte. Murieron 190 hombres.
Los soldados avanzaron hacia la iglesia y plantaron un dispositivo incendiario. Después de activarlo, las mujeres y los niños intentaron escapar a través de las ventanas y puertas de la iglesia, pero fueron disparados con ametralladoras. Un total de 247 mujeres y 205 niños murieron en la carnicería. Sólo dos mujeres y un niño sobrevivieron; una fue Marguerite Rouffanche de 47 años. Ella se escapó por una ventana trasera de la sacristía, seguida de una joven mujer y un niño; despertaron la atención de los alemanes y fueron disparados. Marguerite Rouffanche fue herida y sus compañeros asesinados. Gateó hacia unos arbustos detrás de la iglesia, donde permaneció oculta hasta que fue rescatada a la mañana siguiente. Otro grupo de cerca de veinte aldeanos se habían escapado de Oradour-sur-Glane tan pronto como aparecieron los soldados. Esa noche el pueblo fue parcialmente arrasado.

Algunos días después se permitió a los supervivientes enterrar a los muertos. Se asesinaron 642 habitantes de Oradour-sur-Glane en unas pocas horas. Adolf Diekmann dijo que el episodio fue una represalia por las actividades de los partisanos en la cercana Tulle y por el secuestro de Helmut Kämpfe.
En 1958 todos los acusados alemanes habían sido también liberados. El general Heinz Lammerding de la division «Das Reich», quién había dado las órdenes para las medidas contra la Resistencia, murió en 1971 después de una exitosa carrera como empresario. En la fecha del juicio vivía en Düsseldorf, parte de la zona de ocupación británica de Alemania Occidental, y el gobierno francés nunca obtuvo su extradición por parte de las autoridades británicas.

El último juicio contra un miembro de las Waffen SS tuvo lugar en 1983. Poco antes, el antiguo SS-Obersturmführer Heinz Barth había sido localizado en la República Democrática Alemana. Barth participó en la masacre de Oradour-sur-Glane como jefe de pelotón del regimiento Der Führer, a cargo de 45 soldados.
Fue uno de los criminales de guerra acusados de ordenar disparar contra veinte hombres en un garaje. Barth fue sentenciado a cadena perpetua por el Tribunal de Berlín. Salió de prisión tras la reunificación de Alemania, en 1997, y murió en agosto de ese mismo año.

https://www.antiwarsongs.org/canzone.php?lang=en&id=42734
https://en.wikipedia.org/wiki/Helmut_K%C3%A4mpfe
https://hmong.es/wiki/Helmut_K%C3%A4mpfe
https://damadenegro.wordpress.com/2011/10/11/
https://en.wikipedia.org/wiki/Maquis_du_Limousin
https://www.youtube.com/watch?v=_rHsTlOwGg4
Entre otras fuentes y artículos consultados.
Las SS "importaron" a Francia la brutalidad asesina habitual en el frente oriental.
Sylvester Stadler, jefe regimental de Diekmann, ordenó una corte marcial a los autores de la masacre, que seguramente sería presidida por Rommel.
Esto no llegó a concretarse debido a la muerte en el frente de Normandía del principal acusado.
 
Las SS "importaron" a Francia la brutalidad asesina habitual en el frente oriental.
Sylvester Stadler, jefe regimental de Diekmann, ordenó una corte marcial a los autores de la masacre, que seguramente sería presidida por Rommel.
Esto no llegó a concretarse debido a la muerte en el frente de Normandía del principal acusado.
Buen aporte, Gracias!
 

Daishi

Colaborador


A bordo de el acorazado Vittorio Veneto, el almirante Iachino, lideró la operación Gaudo, que se desenvolvió como la Batalla del Cabo Matapán. En dicho enfrentamiento los italianos perderían 3 cruceros, 2 destructores y el Veneto quedaría con importantes afectaciones.​
 

Smolensk, las tremendas bajas soviéticas.

Granaderos alemanes durante la 4ta defensa de Smolensk caminando por un "Rollbahn", el 17 de diciembre de 1943 después de la segunda Batalla de Smolensk (7 de agosto - 2 de octubre de 1943).
(Rollbahn es una palabra alemana que indica una pista o camino de paso, se utilizó para describir rutas clave designadas por el ejército alemán durante la guerra.)

(El soldado alemán que está en primer plano lleva consigo botas invernales, pantalón invernal en color feldgrau, camperón invernal forrado en pelo de conejo en color Grün Grau con capucha de las Waffen-SS y casco M35.
Este mismo soldado es un ayudante de ametrallador, ya que lleva tanto la caja en mano como la cinta colgada del cuello, además de llevar porta municiones de fusil, sumado a que porta el fusil largo Karabiner 98 b calibre 7,92 mm (versión anterior al Kar 98).
El de atrás casi lo mismo que el primero, solo que lleva un chaquetón invernal Wintertarnanzug (color Grün Grau y blanco) colocado sobre su Feldmantel M 1940, el casco probablemente es un M42 por el reborde al final de las alas del mismo y aparenta llevar un Schiffchen (o birrete) en el cinto.)

El año 1943 puede considerarse el punto de inflexión en el Frente del Este, con las batallas de Stalingrado y Kursk.
A partir de esta última los soviéticos tomaron la iniciativa, y en el verano de ese año recuperarían Smolensk.
Y lo que sería una constante, el acoso soviético al Heeresgruppe Mitte alemán, y el intento de estos por contener la marea soviética.
La retirada alemana de Smolensk se produjo como resultado de la soviética "Operación Suvorov" del 7 agosto a 2 octubre 1943, lanzada por el Ejército Rojo sobre el Frente Oriental, simultáneamente con la batalla del Dniéper.
Un hecho que llama la atención que se haya dedicado tan poca importancia a esta operación que fue por lo menos en el apartado de bajas más cruenta que Kursk, sobre la que si han corrido ríos de tinta...
El apartado de bajas fue más abultado que Kursk porque la operación fue de mayor duración (unas 7 semanas o 47 días si aceptamos el 7 de septiembre como inicio de la ofensiva soviética y 2 de octubre como fin de la operación) mientras que la operación de Kursk propiamente dicha no duró más que 10 días.

Las bajas Soviéticas fueron tan enormes, debido al hecho de atacar varios cinturones de posiciones defensivas alemanas situadas en gran profundidad y no conseguir ningún tipo de ruptura operacional sino un asalto continuo de posiciones fijas por etapas. La Luftwaffe fue capaz de ralentizar el avance soviético y causar bastantes bajas tanto en tierra como aire lo que facilitó la defensa alemana.
Una de las razones de la falta de éxito operacional soviético en la operación, en otras palabras, la falta de éxito en conseguir una penetración que desatara una guerra de movimiento que evitará costosos asaltos frontales, fue la falta de ejércitos blindados entre los frentes dedicados a la operación.
Aunque todos los ejércitos soviéticos contaban con un generoso complemento de brigadas blindadas dedicadas al apoyo de las unidades de infantería, no había apenas unidades independientes móviles capaces de operaciones puntuales de calado si exceptuamos el 2º Cuerpo Blindado de la Guardia y el 5º Cuerpo Mecanizado. A pesar de todo Sokolovsky, comandante del Frente Occidental fue criticado por no utilizar correctamente las unidades blindadas y sobre todo la abundante artillería a su disposición.
De hecho no volvió a comandar ningún frente soviético durante la guerra después de esta operación.
Como colofón los soviéticos sufrieron la friolera de 451.666 bajas en la operación.(según fuente a consultar)

Las bajas de los alemanes son un poco más complicadas de averiguar. De los reportes de bajas durante los meses de agosto y septiembre tenemos que los ejércitos alemanes implicados tuvieron en ese período unas 109.000 bajas
Por extrapolación y quitando la primera semana de septiembre tenemos que aproximadamente tuvieron unas 95.000 bajas. Como vemos aunque fue una operación exitosa soviética costó casi cinco bajas soviéticas por cada una alemana.

Otro dato llamativo fue es que las fuerzas soviéticas a pesar de su gran superioridad numérica y material estuvieron desde el principio muy limitadas por la escasa logística asignada a sus fuerzas. La asignación de munición y combustible fue muy insuficiente desde el principio. Pero es que incluso la alimentación se resentía también. Los frentes Occidental y Kalinin eran junto al Frente de Leningrado los peores alimentados de todo los frentes soviéticos. Las raciones teóricas no llegaban a las tropas y se sufría de malnutrición en especial entre la clase de tropa.
El 21 de agosto tras dos semanas decepcionantes de pequeños avances con muchas bajas pero sin haber conseguido una ruptura clara los frentes soviéticos fueron autorizados a tomarse un respiro y recibir suministros para reemprender la segunda fase de la ofensiva.

Fuentes; (Play-Azlab) (forosegundaguerra) (Soldiers) (la segunda batalla de Smolensk 1943, libro; Javier Ormeño)
 


Historia de una Fotografía

Leipzig, 18 de abril de 1945, soldado de primera clase Raymond J. Bowman yace inerte el recibir el disparo de un francotirador alemán.

Raymond J. Bowman de la Compañía "D", 23° Regimiento de Infantería y su compañero, Lehmann Riggs, instalaron su ametralladora Browning .30 en un balcón abierto para proporcionar cobertura a las tropas estadounidenses de la 2° División de Infantería de los Estados Unidos, que avanzaban por un puente. Este balcón tenía una vista sin obstáculos en el puente, sin embargo, esta misma vista clara resultaría ser fatal para Raymond J. Bowman.

Después de tomar la mitad de la ciudad, el comandante ordenó al escuadrón de ametralladoras pesadas que subiera al tercer piso del edificio de apartamentos Jahnallee (n. 61). Junto con ellos estaba el famoso fotógrafo de guerra Robert Capa.

Ya parapetados en uno de los balcones del edificio, por unos minutos uno de los soldados estuvo disparando el arma mientras el otro la alimentaba. De un momento a otro Riggs ingresó y Bowman se quedó atendiendo la ametralladora. Absorto en recargarlo, la bala de un francotirador alemán emboscado en alguno de los edificios aledaños le atravesó la frente. Se desplomó en el suelo, muerto. El fotógrafo de guerra Robert Capa subió por la ventana de un balcón al piso para fotografiar al hombre muerto, que yacía en la puerta abierta, con un casco de piel de oveja de la Luftwaffe saqueado portando en su cabeza. Capa había capturado unas tomas antes del desenlace y captaría otras fotografías, donde una de ellas (que adjuntamos) muestra la rápida propagación de la sangre del soldado por el piso de parquet mientras otros soldados lo atendían y su compañero artillero se hizo cargo de su puesto en la ametralladora.

El soldado fue identificado como Raymond J. Bowman, de 21 años, nacido en Rochester, Nueva York. En enero de 1944, fue enviado al extranjero al Reino Unido en preparación para la Operación Overlord. Bowman sirvió en Francia, donde fue herido en acción el 3 de agosto de 1944, y más tarde en Bélgica y Alemania. Alcanzó el rango de soldado de primera clase durante su servicio. El artículo de la revista Life no identificó a los soldados en las fotografías por su nombre, aunque la familia de Bowman lo reconoció por el pequeño alfiler (que llevaba sus iniciales) que siempre llevaba en el cuello.

Las imágenes se publicaron en la edición Victory de la revista Life el 14 de mayo con el título "La imagen del último hombre en morir", la cual se convertiría en algunas de las imágenes más recordadas de la Segunda Guerra Mundial.



Foto tomada minutos antes de que mataran al PFC Raymond J. Bowman (a la derecha), el otro soldado es Lehmann Riggs, ambos de la Compañía D, 23º Regimiento de Infantería, 2ª División de Infantería de los EE.UU.



En 2015, la ciudad de Leipzig votó para nombrar la calle en la que se encuentra el edificio de apartamentos a "Bowmanstraße", en honor a Raymond J. Bowman. El cambio de nombre tuvo lugar el 17 de abril de 2016. El edificio de apartamentos (llamado Edificio Capa) ahora contiene un pequeño monumento con las fotografías e información de Capa sobre Bowman. En la imagen el viejo compañero de armas de Bowman, Lehmann Riggs.
 


'Soldado inglés desconocido'

Tumba de un paracaidista británico desconocido enterrado por soldados alemanes en Arnhem, Países Bajos.
Batalla de Arnhem - 17 de septiembre - 26 de septiembre de 1944
El plan, concebido por el de natural prudente mariscal Montgomery en un insólito subidón de audacia que dejó estupefacto a su propio bando (Bradley dijo que no le hubiera sorprendido más ver aparecer a Monty, abstemio recalcitrante, haciendo eses con una cogorza), presuponía un masivo empleo de fuerzas aerotransportadas (británicas, estadounidenses y polacas libres) como no se había visto nunca: 20.000 hombres que debían capturar previamente los puentes a lo largo del corredor que seguiría el grueso del ejército aliado. Market Garden (el primer nombre era el de la operación aérea y el segundo el de la terrestre) se convirtió en uno de los mayores desastres de la guerra, con 15.000 bajas, al no poderse tomar los puentes clave, especialmente el nuestro, el de Arnhem, y significó de hecho el fin de la 1ª división británica aerotransportada, los diablos rojos (por el color de sus boinas), que perdió dos tercios de sus efectivos.
No es que la idea de Monty (que acabó echando la culpa injustamente a los polacos, que siempre reciben) no fuera buena, es que había demasiados imponderables, como le señaló al mariscal el general Browning, vicecomandante del Primer Ejército Aerotransportado aliado, “señor, creo que tal vez sea irnos a un puente demasiado lejano”, frase que ha hecho época (y libro y película) y que compite con otras célebres acuñadas en esa guerra como “nunca tantos han debido tanto a tan pocos”, “¿arde París?” o “cuando acabemos esto solo se hablará japonés en el infierno”.
 


Escuela Central de Entrenamiento de Francotiradores para Mujeres, 1943 (Armada con rifles de francotirador Mosin-Nagant 1891/30)

El rifle de cerrojo Mosin-Nagant Model 1891 combinó un diseño simple del capitán ruso Sergei Mosin con un cargador interno de caja de cinco balas diseñado por los belgas Émile y Léon Nagant. Al ingresar al servicio ruso en 1892, siguió siendo el arma larga estándar de la infantería rusa durante la guerra ruso-japonesa, la Primera Guerra Mundial y, en su versión soviética mejorada de 1930, la Segunda Guerra Mundial.

En 1932, el Ejército Rojo sacó Mosin-Nagants de las cadenas de montaje para modificarlos como rifles de francotirador. Los armeros reconfiguraron la manija del cerrojo para dejar espacio para miras telescópicas de 3,5 a 4x; elevó la mira un milímetro, lo que permitió a un francotirador usar miras abiertas en objetivos a 600 metros; y aligeró el gatillo a un rango de 4.4 a 5.3 libras. Los francotiradores todavía se quejaban de la longitud y el peso excesivos del arma, así como de sus culatas de madera de mala calidad, que a menudo se deformaban con los cambios de clima.

En marzo de 1942, se estableció una Escuela Central de Entrenamiento de Francotiradores para Mujeres en Vishniaki, un pueblo a 8,7 millas de Moscú. La escuela reclutó a mujeres de 18 a 26 años, en buena forma física, con al menos siete años de educación. La directora de la escuela fue Nora P. Chegodayeva, graduada de la famosa Academia Militar Frunze que había luchado como voluntaria comunista en la Guerra Civil Española. Al final de la guerra, la escuela graduó a 1.885 francotiradores e instructores.

Se pensaba que las mujeres eran buenas francotiradoras, porque podían soportar el estrés y el frío mejor que los hombres, y tenían “más paciencia” para esperar el disparo perfecto. Unos pocos lograron reconocimiento y fama.

(Coloreada por Olga Shirnina, Klimbin)
 

Retrato del sargento de la Guardia Soviética. Alexey G. Frolchenko, difunto de la 325.ª División de Fusileros “Dvina”, portando su subfusil PPSh-41.
"Tarde" porque la 325, formada en agosto de 1941, se había desangrado en gran medida en la primavera de 1943 y, al fusionarse con dos brigadas diezmadas de manera similar, se desarrolló para convertirse en la recién reformada 90 División de Fusileros de la Guardia justo antes de Kursk (y sobrevivió hasta que se disolvió en 2001 como la 90.a División de Tanques de la Bandera Roja Vitebsko-Novgorodskaya dos veces).
En cuanto a Frolchenko, recibió la Orden de la Estrella Roja por su valentía en la Batalla de Kursk mientras lideraba un destacamento de exploradores. Al recibir un ascenso en el campo de batalla a teniente, Alexey terminó la guerra como Capitán al frente de una compañía en Prusia Oriental y murió mientras dormía a los 62 años en 1967.
(Coloreado por Konstantin Fiev)
 


Los Ritchie Boys.

(El judío alemán Martin Selling, sargento de Inteligencia en el Ejército de EE UU, interroga a dos miembros de las SS prisioneros en Francia en 1944.)
Huyeron de los nazis, se alistaron en el Ejército de EEUU, desembarcaron en Normandía y descubrieron todo el horror del Holocausto.
Los golpes que aporreaban la puerta sobresaltaron a Martin Selling en el amanecer del 10 de noviembre de 1938. Desconocía que en las horas previas, durante la Kristallnacht, los nazis habían llevado a cabo una serie de saqueos y ataques indiscriminados contra las sinagogas, las tiendas y las casas de los judíos. El joven de 20 años, que vivía en Lehrberg, en el sureste de Alemania, abrió y se topó con cuatro soldados uniformados con camisas pardas y brazaletes rojos con esvásticas. Eran de las SA. Registraron su casa y, sin dar ningún tipo de explicación, se lo llevaron detenido.
Comenzó entonces una travesía vertiginosa hasta conseguir refugio en Estados Unidos, que se inmiscuye en la II Guerra Mundial tras el ataque a Pearl Harbor.
Se alistó y Fue adiestrado en tareas de interrogación de prisioneros y recogida de información y volvió a cruzar el Atlántico en junio de 1944 como miembro de la 35ª División de Infantería. El 6 de julio, justo un mes después del Día D, Martín desembarcó en la playa de Omaha, en Normandía. Pisaba de nuevo el continente del que había sido expulsado unos años antes, con la esperanza de reencontrarse con sus familiares ante la inminente derrota de Hitler. Pero no se imaginaba la dimensión del exterminio que iba a descubrir.
Hay que tener valor para volver al infierno del que te has escapado por los pelos. Es lo que hicieron los judíos alemanes refugiados en EE UU que se alistaron en el Ejército de ese país y formaron parte, durante la Segunda Guerra Mundial en Europa, de las unidades de interrogadores de prisioneros desplegadas en primera línea de combate (para que la información fuera fresca). Arriesgaban la vida más que los otros soldados: para ellos, caer en manos del Ejército de Hitler suponía una muerte segura y algunos fueron ejecutados sobre el terreno por traidores y por judíos (es un triste consuelo que solo te puedan matar una vez). También resultaba peligroso vestir el uniforme estadounidense cuando tenías un fuerte acento alemán: eso les supuso que a menudo se les tratara con desconfianza en sus propias filas.
La de Martín Selling es tan solo una de las historias de los Ritchie Boys, un grupo de unos dos mil jóvenes judíos alemanes que emigraron a EEUU a finales de los años 30 huyendo de las persecuciones de los nazis.
En buena medida, la labor de los Ritchie Boys significó el inicio del interrogatorio de prisioneros usando métodos científicos. “Una de las contribuciones que hicieron fue demostrar que la tortura no es la forma más efectiva de sacar información. Cuando torturas, te dicen lo que sea para que pares. Desgraciadamente esa lección se ha perdido a veces en guerras posteriores". Sorprende que los Ritchie Boys actuarán de manera tan limpia y, dada su terrible experiencia personal, no perdiera los estribos con, por ejemplo, los arrogantes combatientes de las SS que tenían que interrogar. “Sabían de primera mano cómo se comportaban los nazis y estaban determinados a no volverse como ellos”.
 
Con motivo del 78 aniversario (mañana 6 de junio) del desembarco de Normandía, publicaré varias publicaciones sobre el dia D, espero les gusten.


6 de Junio de 1944.
El dia "D" La suerte está echada.

Pocos eventos en la historia humana han estado tan cargados de drama como la invasión aliada de Normandía el 6 de junio de 1944. El combate por capturar la salida de Les Moulins fue indicativo de la lucha por establecerse en Normandía, y la pelea desesperada en la playa de Omaha dejó un legado de coraje rara vez igualado en los anales de la guerra. Pero el drama había comenzado a desarrollarse muchos meses antes del comienzo real de la Operación Overlord. Los líderes militares estadounidenses estaban favoreciendo un desembarco en Francia ya en 1942, pero el sabio consejo de los comandantes británicos prevaleció hasta que se reunieran suficientes fuerzas, mientras que el ensayo general en Dieppe, la desafortunada Operación Jubileo, dejó a los planificadores con muchos puntos. para reflexionar. Estas lecciones se pusieron a buen uso en el momento de la Operación Overlord dos años después.
La planificación de la operación comenzó en 1943. En los meses previos a la invasión, los Aliados llevaron a cabo un engaño militar sustancial, con el nombre clave de Operación Guardaespaldas, para inducir a error a los alemanes en cuanto a la fecha y ubicación de los principales desembarcos aliados. El clima en el Día D estuvo lejos de ser ideal y la operación tuvo que retrasarse 24 horas; un nuevo aplazamiento habría significado un retraso de al menos dos semanas, ya que los planificadores de la invasión tenían requisitos para la fase de la luna, las mareas y la hora del día, lo que significaba que solo unos pocos días por mes se consideraban adecuados. Adolf Hitler colocó al mariscal de campo alemán Erwin Rommel al mando de las fuerzas alemanas y al desarrollo de fortificaciones a lo largo del Muro del Atlántico en previsión de una invasión aliada.
Pero el no estaba ese día, y ante la estupefacción de los Alemanes. 156.000 Soldados, 11.590 Aviones, 6939 buques. Este enorme contingente fue llevado por mar desde numerosos puertos en el sur de Inglaterra por una flota de 6.939 buques de todo tipo. Entre estos había 1.213 buques de guerra, destacándose los acorazados HMS Rodney, HMS Rodney y USS Nevada, 736 naves auxiliares, 864 barcos mercantes y un total de 4.126 buques y lanchas de desembarco de todo tipo.Esta gigantesca flota pocas veces reunida estaba operada por 195.700 marinos
Del total de los soldados de infantería y demás, 73.000 soldados eran estadounidenses (15.500 aerotransportados y 57.500 regulares), 61.715 británicos (7.900 aerotransportados y 53.815 regulares) y 21.400 canadienses.
La cara de los dormidos guardias de la costa debio de ser de infarto al ver el despliegue que se perdia de vista en el horizonte.
Cuando el Comandante Supremo Aliado General Dwight D. Eisenhower había supervisado meses de entrenamiento, almacenamiento de armas de guerra y deliberaciones sobre la ubicación de la invasión y la composición de las fuerzas que lanzaron la apuesta por la libertad, la Madre Naturaleza intervino para agravar su encrucijada de comando.
Con solo una estrecha ventana de clima aceptable para lanzar la fuerza de invasión a través del Canal de la Mancha, Eisenhower tomó dos decisiones fatídicas, primero pospuso la operación 24 horas y luego dio la orden de desatar su energía acumulada con las palabras simples: "Está bien , ¡Iremos!"
Eisenhower se dirigió a sus tropas con palabras conmovedoras, diciéndoles que se estaban embarcando en la "Gran Cruzada" que liberaría no solo a Europa, sino al mundo entero del espectro de la opresión nazi. Mientras el Ejército Rojo soviético avanzaba constantemente hacia la frontera del Tercer Reich desde el este, los ejércitos de Estados Unidos y Gran Bretaña, junto con las fuerzas de numerosas naciones, llevarían la lucha a la Patria alemana desde el oeste. Menos de un año después, los nazis fueron vencidos.
Según las últimas cifras relevadas por la US National D-Day Memorial Foundation (Fundación Nacional Estadounidense en Memoria del Día D), las bajas aliadas llegan aproximadamente a 10.000, incluyendo muertos, desaparecidos y heridos. Entre estos, la cantidad de caídos en combate asciende a 4.414, un número superior a las estimaciones anteriores, y que podría también subir en el futuro.
Estados Unidos fue el que más bajas sufrió entre los aliados, especialmente debido a los problemas surgidos en el asalto a Omaha (la marea dispersó a los atacantes y se perdieron casi todos los tanques anfibios, y la defensa alemana fue superior a lo esperado). En total se reportaron 6.603 bajas de todo tipo, entre estas 2.501 muertos.
 
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