Quizás me equivoco, pero me da la sensación que la ofensiva de Rusia de los últimos tiempos sigue un patrón más o menos predecible, que me recuerda a pequeñas olas.
Primero, pone en practica una ofensiva más o menos exitosa que avanza hasta alcanzar los objetivos operativos planteados y/o su tren logístico lo permite.
Segundo, trata de consolidarse en la posición alcanzada y, a lo largo de una o dos semanas, espera que lleguen las provisiones suficientes para retomar la ofensiva.
Tercero, repetir el primer paso, dando inicio a una nueva ola.
A lo largo del segundo periodo, mientras espera las provisiones, la necesidad de consolidarse en algunas posiciones puede implicar retrocesos limitados. Tanto la pausa como el retroceso limitado estarían siendo aprovechados por Ucrania para desarrollar sus propios contraataques y recuperar parte del terreno abandonado que los rusos.
Pero eso contraataques no parecen lograr superar las posiciones donde los rusos decidieron fortalecerse y utilizar como punto de partida para la siguiente ola.
De este modo, se intercalan una o dos semanas de avance con una o dos semanas de estancamiento. Pero, al final, los avances siempre terminan siendo mayores que los estancamientos.
Si mi percepción es correcta, me parece que Rusia esta iniciando una nueva ofensiva. Quizás avance otros cinco a diez kilómetros diarios durante unas 72 horas y vuelva a estancarse y esperar más provisiones.
Percibo que la defensa ucraniana desgastan y retrasan más o menos exitosamente el avance ruso. Pero no percibo que los contraataques ucranianos sean la causa de los retrocesos rusos, sino sólo oportunismo ante el reposicionamiento y consolidación que estos últimos llevan a cabo.
Es decir, no estoy percibiendo que Ucrania logre romper con alguno de los puntos elegido por los rusos para consolidarse y reiniciar sus ofensivas una semana después.
De ser esto correcto, me parece que Rusia tiene problemas logísticos que trata de resolver de esta manera. Pero Ucrania tendría problemas más graves.