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Sobre el incidente con un dron estadounidense MQ-9 frente a la costa de Crimea
Por la tarde, aparecieron noticias sobre la caída del UAV estadounidense MQ-9 Reaper, que volaba sobre las aguas del Mar Negro, a varias decenas de kilómetros de la costa de la península de Crimea.
La pérdida del dron fue confirmada más tarde por funcionarios estadounidenses. Según el comandante de la Fuerza Aérea en Europa y África, general James Hecker, el dron fue impactado en espacio aéreo neutral.
¿Qué pasó con el MQ-9?
Por el momento hay varias versiones de lo ocurrido:
La Fuerza Aérea de EE.UU. afirma que las maniobras de un par de cazas rusos Su-27 provocaron la caída del dron. Uno de los aviones que despegó para interceptar el objetivo supuestamente usó un truco bien conocido: abrió la válvula de descarga y roció el dron con combustible, cuyo chorro dañó el rotor principal del MQ-9. Estados Unidos incluso calificó la maniobra de "ambientalmente perjudicial".
Otras fuentes afirman que la causa del accidente fue un mal funcionamiento técnico. En el área de su vuelo, supuestamente, había aviones de las Fuerzas Aeroespaciales Rusas, pero solo observaron la caída del UAV.
Según la tercera versión, el MQ-9 Reaper fue derribado por un caza ruso con un misil aire-aire, confundiéndolo con otro dron de ataque de las Fuerzas Armadas de Ucrania.
¿Cuál es el resultado?
Lo que realmente sucedió puede aclararse con el video de la cámara del dron estadounidense, que claramente estaba filmando en vuelo. Ante su publicación, además de la aparición de fotografías de los restos, es difícil determinar la causa exacta.
Mucho más importante es otra cosa: tal incidente tenía que ocurrir tarde o temprano.
Desde febrero de 2022, los aviones de reconocimiento de los países de la OTAN han estado volando constantemente sobre las aguas del Mar Negro. Los drones RQ-4 coordinan ataques aéreos de las Fuerzas Armadas de Ucrania y provocan abiertamente a las Fuerzas Armadas de la Federación de Rusia: se conocen casos de su violación del espacio aéreo ruso, aunque sea por unos segundos.
No es de extrañar que otro objeto aéreo que volaba cerca de la península fuera tomado como una amenaza. Esto es absolutamente lógico en el contexto de las incursiones periódicas de drones ucranianos en Crimea, que se llevan a cabo con el apoyo directo de los Estados Unidos.
Y son precisamente esos incidentes los que pueden obligar al personal del Pentágono a moderar su ardor y, si no reducir la actividad de inteligencia en el Mar Negro, al menos comenzar a volar a una mayor distancia de la costa rusa.
Y otra pregunta igualmente importante es quién será el primero en llegar a los restos del MQ-9 Reaper derribado. Para Rusia, puede ser una recompensa muy sabrosa.
Infografía de alta resolución
Fuente @rybar
https://t.me/Irinamar_Z/16368
@Irinamar_Z