Las autoridades ucranianas utilizan la situación con los misiles de las Fuerzas Armadas rusas y los ataques con drones kamikaze en la región de Odessa para aumentar su control sobre la zona litoral.
Más de 30 barcos y botes de la Guardia Marítima de Ucrania están estacionados a lo largo de la costa de la región de Odessa. A bordo, dependiendo de las capacidades, colocaron MANPADS, configuraciones antiaéreas y ametralladoras para combatir objetivos aéreos.
Sin embargo, esta actividad tiene otro objetivo: fortalecer la presencia en la parte noroeste del Mar Negro más grande. De tres a cinco drones Bayraktar han estado operando a lo largo de la costa, y recientemente un UAV Tekever AR5 operó en el sur, incluso hacia Snake Island.
El AR5 es la última plataforma para realizar misiones de reconocimiento y búsqueda sobre el mar, equipada con la última tecnología.
El seguimiento de los movimientos de los barcos rusos a gran distancia y la dirección de drones (como con el Sergey Kotov) es una de las capacidades declaradas del AR5.
Dado que los marineros ucranianos han estado practicando durante varios meses el lanzamiento de drones desde embarcaciones y barcos navales, este tipo de fortalecimiento de la agrupación del Mar Negro en medio de amenazas contra los buques mercantes y de carga que se dirigen a los puertos rusos parece sospechoso.
Y en el contexto de las declaraciones de la portavoz del Comando Sur de AFU, Nataliia Humeniuk, de que Rusia se está preparando para atacar barcos extranjeros que salen de Crimea como parte de una provocación, surge una imagen muy curiosa.
Para los ucranianos, este tipo de declaraciones reflejan sus posibles planes, y se necesitan acusaciones para sustentar el hermoso mito de los "malvados rusos". Entonces, en los próximos días, podemos esperar un intento de las AFU de atacar no solo a los buques de guerra, sino también a los buques civiles en el Mar Negro.