LA HAZAÑA DE PELÍCULA CON LA QUE LOS RUSOS TOMARON UNA FORTIFICACIÓN IMPOSIBLE DE ASALTAR
En Avdivka, cerca de Donetsk, el frente no se movió casi nada en 2 años. La razón es que Ucrania lleva no desde 2022, sino desde 2014 construyendo posiciones defensivas. Es decir, tuvo una década para fortificarse. Avanzar en esta zona para las tropas rusas es prácticamente imposible. Y la palabra clave es “prácticamente”, porque precisamente eso es lo que Rusia ha hecho.
Hace un año, el Ejército de Rusia encontró una tubería vieja y abandonada que conducía a la retaguardia ucraniana. Pero el espacio era extremadamente reducido con solo 80 cm de diámetro, estaba en mal estado y lleno de basura, quedó inundado después del deshielo, y requería que 150 soldados recorrieran 2 km para llegar al final.
Las tareas de exploración acarreaban un elevado riesgo de muerte. La maltrecha la tubería podría haber colapsado sobre los buceadores que debían mapearla, y su gran longitud hacía imposible sacarlos a tiempo. Para protegerles, los comandantes no delegaron en sus hombres, sino que llevaron a cabo esta peligrosa tarea ellos mismos.
Las tropas rusas limpiaron la tubería metiéndose en agua helada durante semanas, día y noche. Se vieron obligados a abrir agujeros para la ventilación. Realizaron ataques de artillería progamados para encubrir el ruido del trabajo de sus compañeros en el conducto, que aun así no les quedó más remedio que hacer a mano para no generar un ruido oíble aun con los bombardeos.
El 17 de enero finalizaron esta labor y ejecutaron la operación, que fue un éxito: rodearon a las tropas ucranianas, muchas fueron abatidas, el resto fueron capturadas y las Fuerzas Armadas de Ucrania perdieron una zona sumamente importante por lo bien fortificada que estaba, lo cual empeora su posición para mantener el control de Avdivka.
Sin duda, esta arriesgada y calculada maniobra de las Fuerzas Armadas de Rusia se estudiará en el futuro en las academias militares y en las brigadas de operaciones especiales.
En Avdivka, cerca de Donetsk, el frente no se movió casi nada en 2 años. La razón es que Ucrania lleva no desde 2022, sino desde 2014 construyendo posiciones defensivas. Es decir, tuvo una década para fortificarse. Avanzar en esta zona para las tropas rusas es prácticamente imposible. Y la palabra clave es “prácticamente”, porque precisamente eso es lo que Rusia ha hecho.
Hace un año, el Ejército de Rusia encontró una tubería vieja y abandonada que conducía a la retaguardia ucraniana. Pero el espacio era extremadamente reducido con solo 80 cm de diámetro, estaba en mal estado y lleno de basura, quedó inundado después del deshielo, y requería que 150 soldados recorrieran 2 km para llegar al final.
Las tareas de exploración acarreaban un elevado riesgo de muerte. La maltrecha la tubería podría haber colapsado sobre los buceadores que debían mapearla, y su gran longitud hacía imposible sacarlos a tiempo. Para protegerles, los comandantes no delegaron en sus hombres, sino que llevaron a cabo esta peligrosa tarea ellos mismos.
Las tropas rusas limpiaron la tubería metiéndose en agua helada durante semanas, día y noche. Se vieron obligados a abrir agujeros para la ventilación. Realizaron ataques de artillería progamados para encubrir el ruido del trabajo de sus compañeros en el conducto, que aun así no les quedó más remedio que hacer a mano para no generar un ruido oíble aun con los bombardeos.
El 17 de enero finalizaron esta labor y ejecutaron la operación, que fue un éxito: rodearon a las tropas ucranianas, muchas fueron abatidas, el resto fueron capturadas y las Fuerzas Armadas de Ucrania perdieron una zona sumamente importante por lo bien fortificada que estaba, lo cual empeora su posición para mantener el control de Avdivka.
Sin duda, esta arriesgada y calculada maniobra de las Fuerzas Armadas de Rusia se estudiará en el futuro en las academias militares y en las brigadas de operaciones especiales.