Yo le encuentro un racional: Ucrania iba a invadir profundamente Rusia, pudiendo anexar zonas importantes como Sudza y la central nuclear de Kursk. Rusia se iba a ver sorprendida e iba a tener que desatender el Donbas. Eso le daría tiempo a los ucranianos a esperar el invierno, donde todos los ataques son limitados por las lluvias, el barro y la nieve. Y por supuesto, bajar la moral rusa, llevar la destrucción a suelo ruso, tener terrenos para negociar. Eso si salía perfecto.
La realidad: Ucrania no pudo invadir todo lo que quiso, muchos intentos solo terminaron con grupos avanzados ucranianos que no llegaron a consolidar, los mandos rusos no cayeron en la desesperación de detener la actividad del Donbas para sacar unidades completas experimentadas, y con lo que tenían los rusos en la zona pudieron obstaculizar los movimientos ofensivos ucranianos posteriores a la primera semana. Para la segunda semana Rusia ya se plantó, había movido tropas de Ucrania pero no de los principales ejes de avance. Para el mes, Rusia ya está en plena contraofensiva aún con medios limitados. El avance en Donbas sigue adelante (nunca sabremos si hubiera sido aún mayor sin el ataque a Kursk), las lluvias y el invierno se acerca pero Rusia ya puede ver mirar las vastas extensiones agrícolas entre el Donbas y el Dniepr a traves de las últimas fortalezas ucranianas.
saludos