Ya que estamos, vamos a hacer un poco del impopular abogados del diablo.
Algunas preguntas ha hacerse sobre el caso del gendarme argentino arrestado en Venezuela.
Primero y antes que nada, ¿Estaba allí en su carácter de un gendarme argentino llevando a cabo una misión encomendada por sus superiores? ¿o estaba allí a título personal, atendiendo un asunto familiar, por ejemplo?
En primer caso, el gendarme es un funcionario cumpliendo con una misión encomendada por el Estado Argentino. Dado que los eventos se desarrollan en Venezuela, esto constituirá una ofensa directa de Argentina contra Venezuela. El gendarme no es muy diferente a un soldado. Puede ser arrestado, juzgado y condenado por las leyes de Venezuela contra espionaje. Además, Venezuela puede reclamar por la intromisión de Argentina ante los foros que considere pertinente
Típicas historias de espionaje y disputas diplomáticas entre dos países distanciados.
Pero no creo que sea el caso.
Suponiendo que es lo segundo, que estaba allí a título personal, entonces el título de "gendarme" es tan accesorio como haber sido soldado, médico, abogado, empresario, esposo o alcalde. Absolutamente irrelevante.
Es, ante todo, un "ciudadano" argentino.
No existe ofensa del Estado de Argentina contra el Estado de Venezuela y, por tanto, no aplica la ley que Venezuela tenga para este tipo de situaciones.
Como todo ciudadano, es una persona, un ser humano, con derechos inalienables que deben ser protegidos.
La siguiente pregunta es ¿cómo trataba de cruzar la frontera de Venezuela? si trataba de hacerlo legalmente, entonces las autoridades de Venezuela tendrían que haber rechazado la solicitud, ya que las relaciones entre Argentina y Venezuela están rotas y eso, lamentablemente, también afecta los visados de los ciudadanos argentinos.
Dicho rechazo no es justificación alguna para el arresto del ciudadano argentino. Rechazar un visado no es motivo suficiente para su arresto. Sólo es motivo suficiente para impedirle el ingreso a Venezuela. Se le tendría que haber permitido regresar por donde vino.
Si este fue el caso y, sabiendo ello, igual lo arrestaron, entonces las autoridades venezolanas están violando incluso sus propias leyes y deben proceder a liberar inmediatamente al ciudadano argentino.
En este caso, el ciudadano argentino tiene derecho a un abogado, entre otros derechos fundamentales. Si no puede tener uno, el Estado venezolano debe proporcionarle uno de oficio. En estos casos, serían de mucha utilidad los servicios consulares argentinos. Pero, lamentablemente, esto no es posible.
En cualquier caso, en este escenario lo importante es tener claro que las autoridades venezolanas estarían violando la ley y deben proceder a liberar al detenido y permitirle regresar por dónde vino. Permitir la repatriación.
Pero cabe otra posibilidad. Que el ciudadano argentino trató de ingresar ilegalmente a Venezuela. Como en cualquier país, esto viola leyes sobre inmigración ilegal, contrabando y otros delitos de frontera.
Delitos normalmente tipificados en el código penal y, por tanto, con condenas de prisión.
Las autoridades de Venezuela pueden arrestarlo, juzgarlo y condenarlo. Procedimientos similares a los que cabe esperar con situaciones similares en cualquier país del mundo.
Cruzar ilegalmente una frontera suele constituir un delito.
En este caso, las autoridades venezolanas no están violando ninguna ley. Por el contrario, están haciendo exactamente lo que cabe esperarse en estos casos en cualquier país del mundo.
Me temo que ese escenario más probable.
Igualmente, antes que una condena de prisión, suele aplicarse la expulsión del país. Muchas veces, por derecho administrativo. Y, obviamente, incluso en estos casos el detenido tiene derecho a un abogado. Idealmente, representación consular también.
Me parece, entonces, que la historia de un "gendarme argentino secuestrado por el régimen venezolano" es, más bien, la historia de un "ciudadano argentino detenido al intentar cruzar ilegalmente la frontera venezolana".
Igualmente, corresponde que se haga acorde a derecho. Que, en este caso, es contar con representación legal y, en el peor de las circunstancias, su expulsión de Venezuela y repatriación a Argentina.
Lamentablemente, Argentina está imposibilitada de brindar sus servicios consulares y depende de los buenos oficios que puedan brindar terceros y las propias autoridades venezolanas.
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