De la página WEB del EdA.
17/02/2009
Plan de Adiestramiento Avanzado de las Unidades de Caza del Ejército del Aire
La campaña de adiestramiento de combate aéreo disimilar se desarrollará en mes de marzo desde la Base Aérea de Gando, Las Palmas.
El Mando Aéreo de Combate, en el marco del Plan de Adiestramiento Avanzado de las Unidades de Caza del Ejército del Aire, ha programado una campaña de adiestramiento de combate aéreo disimilar (DACT, Dissimilar Air Combat Training) que se desarrollará en mes de marzo desde la Base Aérea de Gando, Las Palmas.
Participarán en ella por parte del Ejército del Aire C.16 Eurofighter del Ala 11, C.15M F-18 de las Alas 12 y 15, C.15A F-18 del Ala 46, C.14M F-1 del Ala 14 y un TM11 Falcon 20 del Grupo 47. Por el lado internacional se contará con aviones F-15C del 493 escuadrón de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos, que desplegarán de su base permanente en Lakenheath, Reino Unido.
El Grupo de Alerta y Control, la Escuadrilla de Control Aéreo Operativo de Las Palmas, y un avión E3-A AWACS del NATO Airborne Early Warning and Control Force de la base de Geilenkirchen en Alemania, se encargarán del control del espacio aéreo, de la coordinación con los tráficos civiles, y de la gestión de la Batalla Aérea en las zonas reservadas. Por último el 802 escuadrón proporcionará la cobertura SAR (búsqueda y salvamento), para poder hacer frente a cualquier contingencia que pudiera presentarse.
La campaña comenzará con unas sesiones de adiestramiento teórico para las tripulaciones y resto del personal participante, que harán hincapié en la Seguridad de Vuelo, en los procedimientos de vuelo locales, en las últimas capacidades incorporadas a los sistemas de armas, y en los aspectos tácticos de las misiones.
Esta campaña sucede a la exclusivamente nacional de tiro aire-aire y superficie-aire que se desarrolló el pasado mes de noviembre, también desde la Base Aérea de Gando. El objetivo fundamental de aquélla fue entrenar a nuestros pilotos de caza en el difícil arte del empleo del cañón en combate cerrado y en el disparo de misiles de corto y medio alcance, así como adiestrar al personal de tierra en el manejo de armamento real en condiciones similares a las de una situación de conflicto. También sirvió para comprobar los planeamientos logísticos y de movimientos aéreos, así como, mediante la selección previa de un número determinado de unidades, la situación, mantenimiento y correcta operación de los misiles.
A la hora de planificar una campaña de este tipo con unos objetivos exigentes, que incluyan el lanzamiento de un número considerable de misiles tanto infrarrojos como radáricos-activos, aire-aire y superficie-aire, así como el empleo del cañón en su modalidad de tiro de combate, es necesario como primer requisito, identificar una zona de vuelo adecuada a las envolventes del armamento a utilizar. Hay que conjugar las exigencias operativas de empleo con las restricciones de tráfico aéreo y marítimo, tratando de permitir a los cazas moverse libremente y realizar las maniobras que les permitan colocarse a una de distancia y posición de disparo adecuada, y efectuar los lanzamientos dentro de los parámetros de seguridad exigidos.
Otro reto fue la introducción de un nuevo sistema de blancos aéreos y el empleo de una novedosa técnica, más operativa y eficiente, de lanzar misiles y disparar el cañón contra blancos aerotransportados que simula mejor las condiciones reales de operación.
El esfuerzo logístico fue también notable, desde el momento en que se planteó el despliegue de unidades, personal y material desde la península hasta las Islas Canarias con medios propios de transporte táctico. La Jefatura de Movilidad Aérea fue la encargada de realizar el Plan de Movimientos para una óptima gestión de los medios de transporte disponibles. Prueba del esfuerzo realizado fue la actividad en la plataforma militar de la Base Aérea de Gando durante las dos semanas que duró la campaña, sobre todo en los días de despliegue y repliegue de las Unidades.
Como hecho relevante y novedoso de la campaña es de justicia destacar el disparo de misiles superficie-aire MISTRAL del Escuadrón de Apoyo al Despliegue Aéreo (EADA), con sede en la Base Aérea de Zaragoza. No fue fácil encontrar la solución adecuada, pero el esfuerzo previo del equipo de planeamiento, unida a la buena disposición y ayuda inestimable del personal de la Armada, permitió la utilización del patrullero MEDAS como plataforma para instalar los lanzadores del MISTRAL. El resultado superó con creces las expectativas: blancos a baja cota aproximándose a la patrullera a más de 300 nudos y a 500 pies de altura en un mar de fuerza cuatro fueron batidos de forma brillante por el personal del EADA.
Otro hecho notable fue el segundo lanzamiento operativo de un misil AMRAAM desde un Eurofighter EF-2000 del Ala 11. Pocos son los países que han realizado lanzamientos operativos de este tipo de misiles fuera del entorno de los vuelos de prueba.
Para el Ejército del Aire esta campaña ha tenido una gran importancia, ya que, además de hacer posible que las tripulaciones cumplan con los requisitos operativos establecidos en sus diferentes Planes de Adiestramiento, ha posibilitado conocer, mediante la evaluación de los resultados, el grado de disponibilidad operativa de cada una de las unidades participantes.
Blanco de cañón con impacto de munición de 20 milímetros
Blanco de misiles IR, con seis bengalas en su parte trasera
Preparación de blancos para lanzamiento de misiles AIM-9
Blanco GT-400 antes de ser destruido por el AIM-120B lanzado por el EF-2000 del Ala 11