Carta a un escultor
Admirado Andrés Mirwald
El pasado 11 de abril, al ir a dar una charla a Necochea, descubrí su monumental obra dedicada a la Gesta de Malvinas. La verdad, me dejó sin aliento. Me emocionó profundamente y me gratificó sin medida. Por fin veía una obra artística verdaderamente digna de la magnitud espiritual de aquel hecho épico! Me inclino ante su talento, su creatividad, su generosidad, su hombría de bien. Usted hace hablar a esa piedra! Y como! Si tan solo pudieramos hacer desfilar a todos los argentinos frente a la estatua, y que se detengan a verla por unos instantes, se acabaría la desmalvinización en el país. Lo que expresa su obra vale por mil argumentos.
Gracias a dos amigos, tomé conocimiento de todos los pesares e injusticias que tuvo que sobrellevar y me solidarizo con Usted en un todo. Pero, con el paso de la Historia, le aseguro que absolutamente nadie recordará a ningún politico, en tanto que su nombre queda eternizado.
Esperando tener algún día el gusto y el honor de conocerlo personalmente, le mando un enorme y agradecido abrazo.
Nicolás Kasanzew