El CP 90
El departamento de propulsión se encuentra, en este momento, terminando el proyecto CP 30. A fin de año se entregarían al Ejército los cuatro lanzadores que conformarían lo que se llama una batería núcleo. El Ejército Argentino no tiene, hasta ahora, unidades completas de artillería con cohetes; sólo a fin de año se conformaría la primera unidad núcleo. ¿Por qué se la llama núcleo? Porque una vez entregado el sistema a la Fuerza, será necesario verificar la doctrina que ya se ha escrito y en caso que sea necesario, ajustarla y modificarla, de manera tal de garantizar el empleo de los sistemas dentro de un adecuado marco doctrinario.
Aunque los profesionales que lo desarrollaron conozcan cómo opera el sistema CP 30, sólo empleando el material en el terreno, por los propios usuarios operativos, podrán corregirse detalles, aplicarse mejoras y ajustar los reglamentos. Una vez que esa batería núcleo esté conformada, el Ejército tiene entre sus planes a mediano y largo plazo, la conformación de nuevos elementos de artillería con cohetes.
El nuevo proyecto del departamento, cuya factibilidad aún se estudia, es obtener un cohete de 90 kilómetros de alcance, el CP 90. Sería, evidentemente, un cohete de mayor diámetro que el CP 30: si el CP 30 mide 127 milímetros, el CP 90 podría tener cerca de 250 milímetros de diámetro y cinco metros de longitud. El alcance, lo dijimos, sería de 90 kilómetros, lo que supone un desafío adicional: si garantizar la precisión de un tiro balístico a 30 kilómetros de distancia con un error probable de desvío relativamente bajo es posible, hacerlo a 90 kilómetros es realmente difícil. Por eso, el CP 90 dejaría de ser un cohete, para convertirse en un misil, es decir, su trayectoria ya no sería meramente balística, sino guiada.
Desde luego, el CP 90 sería un misil con un guiado rudimentario, puesto que no tendría sentido colocar, a un cohete de artillería, la complejidad del guiado de un misil del tipo de los que persiguen a cuerpos en movimiento, con los enormes costos que ello implica. Un misil antiaéreo, por ejemplo, debe perseguir a un avión que maniobra evasivamente, a grandes velocidades, mientras que la artillería dispara a una zona fija. Aun cuando ese blanco estuviera en movimiento, frente a la velocidad enorme del vector, la velocidad del movimiento de una tropa terrestre, o incluso de vehículos, sería despreciable, y el error probable de desvío sería bajísimo al disparar en ráfaga. En conclusión, la trayectoria del CP 90 sería mayoritariamente balística, pero al mismo tiempo algún tipo de guiado, que podría darse a través de una preprogramación de la trayectoria del vector, permitiría corregir la trayectoria original.
http://www.citedef.gob.ar/docs/tec2.pdf
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Esta es la revista de CITEDEF: Tec2, recomendable:
http://www.citedef.gob.ar/docs/tec2.pdf