fue en 2006 y coincidio con anuncios del gobierno para el sector
En inédita operación Aerolíneas retiró $ 8 millones cash con destino incierto
Entre agosto y octubre de ese año, la compañía realizó dos inusuales retiros de dinero en efectivo, uno por $ 4,5 millones, y otro por US$ 1,2 millón. Enterado de esta atípica situación, un gerente de la compañía mandó a labrar un acta notarial para dejar constancia. Los movimientos coincidieron con una serie de beneficios que el Gobierno difundió para el sector aeronáutico, como aumentos de tarifa y subsidios al combustible, y con una seguidilla de reuniones de directivos de AA con Ricardo Jaime. La empresa dice que los fondos eran para enfrentar una contingencia y que retornaron al sistema bancario.
Por Alfredo Ves Losada/Mariano Confalonieri
Charla. Una semana antes de la operación Pascual Arias y Diaz Ferrán de AA se reunieron con Kirchner.
Desde hace varios años, Aerolíneas Argentinas se ha transformado en un ejemplo de empresa abonada a los titulares periodísticos por conflictos gremiales, deudas crónicas y carencias en el servicio. El manejo de la compañía, antes y después de la privatización, fue muchas veces cuestionado desde los sectores vinculados al negocio aeronáutico por sus deficiencias.
Ahora que la línea aérea se dispone a protagonizar un nuevo pase de manos con la reestatización resuelta por el Gobierno, PERFIL accedió a la documentación que comprueba un inusual movimiento de dinero en efectivo ocurrido en 2006, quizás una muestra puntual de las causas que han motivado esos cuestionamientos.
Se trata de dos millonarias extracciones cash, realizadas una en agosto y la otra en octubre de 2006. La primera fue de 4,5 millones de pesos, y la segunda de 1,2 millón de dólares. Ambos montos representan cifras inusuales para un movimiento en billetes contantes y sonantes en cualquier empresa. También para Aerolíneas, que normalmente realiza todos sus movimientos financieros a través del sistema bancario y no en bolsas con plata.
De hecho, semejante transacción llamó la atención del gerente del Area de Administración, Finanzas y Control, el colombiano Roberto Shaves Ford Dunoyer. Este importante ejecutivo de la firma se encontraba de viaje cuando se produjo el retiro, y al regresar tomó contacto con la novedad que se había producido en su propia área de acción sin su conocimiento. Al enterarse de este anormal movimiento, pidió labrar un acta con una escribana pública para dejar constancia, documento al que PERFIL tuvo acceso (ver facsímil).
Las operaciones fueron casi calcadas: por orden de la Gerencia General, a cargo entonces de Esteban Maccari, se realizaron ambos retiros de dinero desde cuentas pertenecientes a la empresa, y ambas extracciones llegaron, en billetes frescos, al edificio de Bouchard 547, donde funcionan las oficinas de la empresa.
Las operaciones se efectuaron en coincidencia con importantes anuncios de parte del Gobierno relacionados con el negocio aerocomercial, como la autorización para el aumento de las tarifas de los vuelos de cabotaje, la aprobación de cuestionados balances de la empresa y la reasignación de partidas para el subsidio al combustible.
Según la explicación oficial suministrada por Aerolíneas Argentinas, estos retiros respondieron a la necesidad de contar con dinero fresco en momentos en que la compañía estaba en una compleja coyuntura financiera. La empresa asegura que todo el dinero reingresó tiempo después al sistema financiero a través de depósitos bancarios, que fueron mostrados a este diario (ver entrevista).
En bolsa. El detalle de los movimientos señala que el 11 de agosto la gerencia de Aerolíneas ordenó retirar $ 4,5 millones de la cuenta corriente 45364/04 que la empresa posee en el Banco Nación. El dinero, en efectivo, fue cobrado por caja en la sucursal Plaza de Mayo de la entidad a las 14 de ese viernes, según consta en el comprobante 26044003.
Catorce minutos después, el personal de la empresa de caudales Brinks, encargado de transportar el cash, acomodó las cuatro bolsas con el dinero en el camión blindado y se dirigió hacia la sede central de la compañía aeronáutica.
Las sacas con los $ 4,5 millones en su interior ingresaron a las 14.30 a la torre ubicada entre el Luna Park y el diario La Nación, con las identificaciones BEY 30780, BEY 306781, BEY 306782 y BEY 306783.
Sigue
Lo que también llamó la atención de los pocos que supieron de la maniobra fue que los hombres de Brinks no le dejaron el dinero a quien figuraba como remitente, el tesorero Leonardo Feletti: fue entregado al gerente del Area de Asuntos Corporativos, Jorge Molina, en su oficina del piso 9. Molina fue, de hecho, quien firmó conforme el recibo 110470026 color verde agua. PERFIL buscó hablar con Feletti para ver por qué no había recibido el dinero, pero el tesorero no quiso referirse al tema.
El segundo movimiento millonario fue similar, aunque con algunas diferencias: se concretó dos meses después, cambió el banco del que se extrajo el dinero y la operación se hizo en dólares.
Según documentos a los que tuvo acceso este diario, el retiro se realizó el 12 de octubre al mediodía. Desde Aerolíneas se dispuso la extracción de US$ 1,2 millón en efectivo, que fueron retirados en la sucursal de Corrientes 629 del Banco Patagonia. Del subsuelo de la entidad, el dinero pasó a las bolsas BEY 923386 y BEY 923387, y desde allí al camión de caudales.
El destino, nuevamente, fue Bouchard 547, piso 9, a donde fue entregado a las 14.30. La operación quedó asentada en el remito 110385258, y quien aparece como firmante de este documento color celeste es nuevamente Molina.
La ruta. Todo esto quedó asentado en el Acta de Constatación rubricada el 8 de noviembre por la escribana Silvina Calot, por pedido de Shaves Ford. El gerente del Area de Administración, Finanzas y Control quería dejar en claro que no tenía nada que ver con la operación, porque no estaba claro el destino final del dinero, más allá de la escala en la oficina de Molina.
Este diario se comunicó varias veces con Shaves Ford, pero tras manifestar voluntad por conversar sobre el tema, el ejecutivo cambió de actitud y no quiso brindar información: “No tengo nada que decir de Aerolíneas”.
Una vez emitido el acta, varios hombres de la empresa supieron de estos papeles. Desde entonces, circularon diversas especulaciones sobre la finalidad para la que habrían sido retiradas esas sumas en dos fechas separadas por apenas dos meses. Sobre todo porque coincidieron con beneficios que Aerolíneas logró en esas fechas del Gobierno nacional.
Entre otras cosas, a principios de agosto el Gobierno autorizó el aumento de las tarifas para los vuelos de cabotaje de las compañías que operan en el país. Aerolíneas/Austral concentran aproximadamente el 80% de los vuelos.
En el mismo momento, Aerolíneas acordó con el Gobierno para que el Estado levantara las impugnaciones de los balances de la empresa de los años 2003, 2004 y 2005, ya que esto ocasionaba un gran perjuicio económico, como el hecho de que la empresa no podía cotizar en la Bolsa. El Ejecutivo, además, decidió en forma simultánea reasignar partidas para subsidiar el régimen de compensaciones al combustible.
Ese fue un período de fluidos contactos entre Aerolíneas y el Gobierno. Según consta en el Registro Unico de Audiencias de Gestión de Intereses, Molina fue recibido en reiteradas oportunidades por el secretario de Transporte, Ricardo Jaime, el encargado de la administración nacional de llevar el vínculo con la empresa. En un sólo mes se reunieron tres veces para discutir “temas inherentes a la posibilidad de incrementar frecuencia de vuelos”. Todos los encuentros se llevaron a cabo entre la primera y la segunda extracción: el 30 de agosto a las 19.30, el 15 de septiembre a las 19 y el 27 de septiembre a las 9. El Registro de Audiencias, en cambio, no reporta reuniones entre Molina y Jaime en los meses previos y posteriores a esa secuencia.
Jaime es uno de los funcionarios más polémicos de las gestiones kirchneristas y el más denunciado judicialmente. Quedó asociado a casos resonantes, como el escándalo Southern Winds o la licitación del tren bala, y maneja millonarios subsidios.
La firma. Dos fuentes que conocen de cerca el manejo de Aerolíneas confirmaron que los movimientos de dinero en efectivo son absolutamente atípicos.
Sin embargo, Molina afirmó que el movimiento se realizó normalmente, descartó que haya tenido que ver con alguna irregularidad y negó que el dinero tuviera otro sentido que atender cuestiones financieras internas de la empresa.
Molina, además de encargarse de las relaciones institucionales y de actuar como vocero de la empresa, es integrante del directorio. Desde su oficina del piso 9, el despacho donde fue recibido el dinero, el hombre de Aerolíneas aseguró a este diario que “no hay nada irregular ni extraño en esta operación”.
“No fue la primera vez que en Aerolíneas se hizo esto. Por ejemplo, en la huelga de noviembre de 2005 se tuvo que retirar dinero en efectivo porque los pasajeros exigían la devolución del dinero. Ante ese tipo de contingencias, se decidió tener en efectivo y a mano dinero fresco para cualquier eventualidad. Lo hicimos porque no teníamos tiempo para recurrir a los horarios bancarios”, explicó Molina.
Cuando se lo consultó sobre la operación de agosto de 2006 dijo que la compañía atravesaba una situación compleja, que incluía la imposibilidad de mover dinero a través de algunas de sus cuentas bancarias por una serie de embargos dispuestos por la Fuerza Aérea, con la que mantenía un conflicto legal, por lo que se decidió utilizar efectivo.
Molina asegura que el dinero que llegó a su oficina fue guardado en una caja fuerte y que “el dinero fue repuesto a las cuentas de la empresa. Por eso no hubo objeción a los estados contables de la empresa y la rendición total cubre los retiros”.
Las rendiciones a las que se refiere Molina son una serie de depósitos realizados en cuentas de la compañía entre enero y julio de 2007, que suman aproximadamente $ 8,1 millones, es decir el equivalente a la suma de los dos depósitos que despertaron las sospechas.
Un punto llamativo es que a pesar de que no hubo imprevistos entre agosto y septiembre que llevaran a utilizar esos fondos, en octubre se realizó un nuevo retiro, el de US$ 1,2 millón. En este caso, Molina lo justificó por las contingencias que se podían generar por la temporada alta.
Después, el hombre de AA concluyó: “En los balances contables está absolutamente claro. Puede parecer raro, lo acepto, pero fue devuelto y punto. No sé para qué Shaves Ford encargó un acta notarial. Le puede haber parecido una manera de tener constancia de un movimiento que le parecía no lógico”.